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A 25 años del caso Yabrán: mafias, denuncias políticas, un crimen y un suicidio que aún deja dudas

Se trata de uno de los episodios más enigmáticos de la historia argentina. Las acusaciones de Domingo Cavallo en la Cámara de Diputados sobre el poder de las mafias, el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas y el suicidio del empresario Alfredo Yabrán. Una historia que todavía conmociona. Video.

Nicolás Loscocco
Nicolás Loscocco sábado, 20 de mayo de 2023 · 07:00 hs
A 25 años del caso Yabrán: mafias, denuncias políticas, un crimen y un suicidio que aún deja dudas
Yabrán se quitó la vida el 28 de mayo de 1995. La icónica foto con la que se le conoció su rostro. Foto: Noticias.

Esta historia comienza en agosto de 1995, mientras se debatía en la Cámara de Diputados la privatización del Correo Argentino. Fue en este contexto que, el entonces ministro de Economía de Carlos Menem, Domingo Cavallo, realizó una serie de denuncias públicas hacia distintos empresarios que estaban vinculados a las “mafias del poder”, quienes, en simples palabras, manejaban todo lo que entraba y salía del país. Acá es cuando el nombre Alfredo Yabrán apareció en la escena pública. Como todos sabemos, el final de esta historia llegó con su suicidio.

Alfredo Yabrán fue uno de los tantos empresarios que se enriquecieron durante la última dictadura militar. En 1975 era un accionista más de la empresa de correspondencia Ocasa, pero para 1980 ya era el dueño de la totalidad de la firma. Según las pruebas que Cavallo decía tener, era el propietario mediante testaferros de muchas firmas más. Tenía una notoria relación con la Fuerza Aérea, manejaba los galpones, los correos, los free shops de los aeropuertos; tenía poder en la Aduana, una fuerte influencia en el aparato de Seguridad y, sobre todo, hombres del Gobierno con los que mantenía una oscura vinculación económica. También controlaba, ganando todas las licitaciones, el movimiento de cartas y paquetes de casi todo el Estado argentino.

Carlos Menem y Domingo Cavallo
AFP

Según Cavallo, las empresas de transporte y logística que Yabrán poseía eran utilizadas para el lavado de dinero proveniente del tráfico de drogas y armas.

Hasta ese entonces, el empresario había mantenido un perfil bajo, nadie conocía cómo era su rostro. Pero a partir de ahí, todo el país hablaba de él y, lógicamente, todos los medios querían obtener la foto de su cara. Aunque esto no era una tarea fácil. 

José Luis Cabezas era reportero gráfico de la revista Noticias. Junto a su colega y amigo Gabriel Michi estaban cubriendo la temporada de verano en Pinamar cuando se enteraron que el poderoso empresario estaría allí. Fue el 15 de febrero de 1996 que tras varios intentos el fotógrafo logró obtener la famosa foto del rostro del hombre más buscado. 

Cabezas acababa de tomar una fotografía que iba a sacudir a las mafias del país y marcaría para siempre al periodismo y la política argentina. Pero también marcaría su final. José Luis tenía los días contados.

El 3 de marzo la revista Noticias publicó la fotografía de Alfredo Yabrán en la tapa. Desde ese momento, empezaron las amenazas para Cabezas. 

La tapa de la revista Noticias

Por su parte, el empresario comenzó a aparecer en los medios e inició una guerra contra Domingo Cavallo. Él decía poseer sólo algunas pocas empresas y que las acusaciones del ministro eran falsas, ya que hasta el momento no había presentado pruebas.

El 25 de enero de 1997, luego de ser secuestrado en Pinamar, Cabezas fue asesinado de dos balazos y su cuerpo, completamente quemado, fue hallado en un camino rural de la zona, dentro del Ford Fiesta que la revista le había otorgado para cubrir la temporada de ese año.

El Ford Fiesta donde hallaron el cuerpo de Cabezas
Imagen: NA

La investigación determinó que el jefe de seguridad de Yabrán, Gregorio Ríos, se contactó con el policía bonaerense Gustavo Prellezo, quien convocó a la banda de delincuentes “Los Horneros” para terminar con la vida del fotógrafo.

Tras ser acusado por la Justicia de “instigar el crimen”, se libró la orden de detención contra Yabrán, quien huyó a uno de sus campos en Entre Ríos para esconderse de la Ley. 

El 20 de mayo de 1998, el acusado se refugió en la estancia San Ignacio, ubicada en la localidad de Aldea San Antonio y mientras preparaba una picada con sus caseros, la Policía de Entre Ríos llegó a su campo a buscarlo. Al darse cuenta de esto, se encerró en el baño y justo antes de que los oficiales logren abrir la puerta, se suicidó pegándose un tiro en la boca con una escopeta calibre 12.70 que le incrustó más de 30 perdigones en el cráneo.

Rápidamente surgieron un sinfín de teorías que afirmaban que Yabrán estaba vivo y que todo se trató de un montaje para engañar a la opinión pública y a la Justicia . Lo cierto es que se hicieron análisis de ADN y los tres periodistas que vieron el cuerpo en la funeraria confirmaron que se trataba de él.

No obstante, a pesar de que este suceso se convirtió en uno de los eventos policiales más trágicos y representativos para la historia del periodismo, tras 26 años del homicidio de Cabezas, sus perpetradores se encuentran en libertad.

Los condenados a prisión perpetua fueron Gregorio Ríos, conductor del vehículo utilizado en el secuestro y asesinato de Cabezas; Gustavo Prellezo, policía bonaerense a quien se le atribuyó ser el autor material del crimen; y Sergio Camaratta, exjefe de seguridad de Yabrán. 

Por otro lado, Horacio Braga, excomisario de la Policía Bonaerense y jefe de la patota que concretó el secuestro, fue condenado a 15 años de prisión. Por último, José Luis Auge, exsubcomisario y miembro de la banda recibió la pena de 10 años.

Después de tanto tiempo, la frase "No se olviden de Cabezas" es un emblema de lucha

Quienes mataban a Cabezas buscaban silenciarlo, pero lograron lo contrario. José Luis se transformó en un ícono para la sociedad y una prueba cabal de como se movían las mafias del país.

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