Mendoza también tiene sus Lucio Dupuy: crímenes de niños que impactaron en la provincia

Esta semana el caso de Lucio Dupuy, el niño de 5 años que fue abusado sexualmente y asesinado en noviembre del 2021 en La Pampa, tuvo un fuerte protagonismo mediático e impacto social tanto en la previa como en el pos veredicto, que sentenció como culpables y a la pena de prisión perpetua a la madre del menor, Magdalena Espósito Valenti, y a la novia de esta, Abigaíl Páez. 

Desde que este hecho se conoció generó dolor e impotencia, además de que llevó a muchos a recordar episodios similares que tuvieron como víctimas fatales a niños pequeños por el accionar violento de sus padres, madres y padrastros. 

Mendoza, específicamente, ha registrado unos cuantos sucesos de este tipo en los últimos años, denominados filicidios -atentar contra la vida de un hijo propio- que también llegaron a conmover a nivel nacional y provincial. Para empezar el repaso, uno de los más recientes  dejó como víctima a Naiara Ortiz, de 1 y 9 meses, asesinada a golpes por su padrastro en junio del 2020 en Rivadavia. 

El 21 de junio por la tarde, en el hospital Perrupato, y tras una atención previa en el hospital Saporiti, los médicos confirmaban el deceso de esta criatura. Algunas lesiones y relatos poco convincentes de la pareja que la trasladó llevaron a que los profesionales de la salud le den intervención a la Justicia. Posteriormente, la autopsia revelaría que la beba murió por una fractura de cráneo y que tenía costillas rotas y lesiones en el hígado y en los riñones.

Luis Miguel Ávila, padrastro de la pequeña, y la madre de ella, María Isabel Ortiz, fueron los únicos sospechosos y resultaron imputados. Sin embargo, con el transcurso de la investigación cada uno tuvo un destino procesal diferente. 

El hombre confesó los ataques a Naiara en un juicio abreviado y lo condenaron a prisión perpetua, mientras que la mujer recibió 6 años por abandono de persona, luego de zafar de la pena máxima tras un juicio por jurado. Ambos procesos se desarrollaron en 2022. 

Estupor en el Valle de Uco 

En 2018, el Valle de Uco sería el escenario de otro filicidio en Mendoza. El 15 de abril de aquel año Valentín Tiza, de 1 y 10 meses, llegó sin vida al hospital General Las Heras de Tupungato, y en este caso también la causa del deceso fue una golpiza que le ocasionó lesiones en la cabeza y en el abdomen.  

Sus progenitores, Sebastián Tizza y Celeste González, resultaron ser los homicidas y fueron condenados a perpetua en septiembre de 2019. En el caso del hombre, tenía una prohibición de acercamiento hacia su hijo que no respetó, precisamente por maltrato. 

Otro hecho aberrante: el crimen de Giuliano en Luján 

Dos años y nueve meses tenía Giuliano Ibáñez cuando murió en el hospital Notti. Vivía con su madre y su padrastro en Luján, quienes lo mataron  al provocarle un shock mixto por la gran pérdida de sangre y el dolor extremo por las agresiones que sufrió. La quebradura en su columna por un golpe fue lo que para este chiquito resultó letal. 

La víctima falleció el 28 de noviembre del 2017  y dos años después un jurado popular condenó a perpetua a Maximiliano Ortiz y a Yamila Ibáñez. 

Catherina fue abusada y asesinada en Las Heras 

Horror generó el desenlace de Catherina Cardozo (3), fallecida en noviembre del 2017 tras sufrir todo tipo de maltratos físicos y sexuales. 

El 29 de noviembre de ese año la niña fue llevada de urgencia desde una casa de Las Heras hasta el hospital Lagomaggiore, en donde constataron que ya estaba sin vida. Luego, la autopsia precisaría que el cuerpo tenía lesiones, múltiples hematomas y signos de abuso sexual de vieja data. 

Sus victimarios fueron Cintia Daiana Cardozo y Jorge Gabriel Molina, madre y padrastro, respectivamente. Ella, minutos después del fallecimiento de su hija incriminó al hombre, aunque ambos terminaron imputados y en la cárcel. En un juicio abreviado en 2020 reconocieron su autoría; él recibió perpetua, mientras que su esposa tuvo una pena de 25 años porque según la Justicia durante los hechos actuó "bajo circunstancias de atenuación" al sufrir violencia de género. 

Un caso tristemente emblemático: otra muerte, dos perpetuas y tres funcionarios culpables  

Luciana Rodríguez (3) vivía con su familia en la Cuarta Sección de Ciudad, hasta que una brutal ataque de su padrastro terminó con su vida el 7 de enero del 2014. 

Rita Evelin Rodríguez, la madre de la nena, y Jorge Orellano, el padrastro, están actualmente en prisión cumpliendo la máxima sentencia. 

Este crimen tuvo algo diferente con respecto a los otros, y es que aquí hubo responsabilidad estatal. La Justicia comprobó que tres funcionarios de la Dinaf (Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia) no cumplieron su trabajo correctamente y dejaron desamparada a la criatura, cuando ya había denuncias de maltrato familiar. 

Las psicólogas Fabiana Lucentini y Vanesa Consina y Rafael Vizcarra, encargado en ese momento del OAL (Órgano Administrativo Local), fueron investigados y recibieron penas en suspenso -están libres- por abandono de persona e incumplimiento de los deberes de funcionario público. 

Quizás la causa de Lucio Dupuy también tenga un final parecido a la de Luciana, ya que todo parece indicar que avanzarán las denuncias en contra de la jueza de Familia Ana Clara Pérez Ballester, quien le había otorgado la tenencia del chiquito a la madre -una de sus asesinas- y no al padre.