Engaño laboral

Condenaron a un comerciante por abusar de una joven venezolana

El hecho ocurrió en enero de 2021 dentro de un local del barrio de Balvanera, en la Ciudad de Buenos Aires. La víctima fue por un aviso de trabajo y su victimario la drogó y abuso sexualmente. Los fundamentos de la sentencia se conocerán el 9 de febrero.

Lourdes Marchese
Lourdes Marchese sábado, 4 de febrero de 2023 · 11:01 hs
Condenaron a un comerciante por abusar de una joven venezolana
Algunas de las manifestaciones para pedir justicia por el caso y para escrachar al abusador

El Tribunal Oral en lo Criminal 18 condenó a Irineo Humberto Garzón Martínez, a 11 años de prisión por abusar sexualmente de una joven venezolana a la que había empleado para trabajar en su local en el barrio porteño de Balvanera en 2021, tras publicar un aviso en la red Facebook. El imputado fue considerado responsable del delito de “abuso sexual con acceso carnal”. El fiscal Guillermo Morosi había solicitado 13 años de condena. Los fundamentos se conocerán el próximo 9 de febrero.

En el caso, los jueces Domingo Altieri, Luis Márquez y Darío Medina ordenaron también que se disponga la obtención y extracción del perfil genético del condenado para que sea remitido al Banco de Datos Genéticos, de acuerdo a la Ley N°26.879, que creó el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual.

Los hechos

De acuerdo a la acusación, el hombre había publicado una oferta laboral en el grupo “Venezolanos en Argentina”, en la red social Facebook. La víctima, quien entonces tenía 18 años, respondió al aviso el 20 de enero de 2021 y tres días más tarde, luego de un intercambio de mensajes, fue hasta el local a la hora acordada, donde encontró la persiana baja. 

Enterada su madre de la situación por parte de su hija, llamó al hombre para decirle que la joven estaba frente al comercio, por lo que el agresor la hizo pasar y le explicó los detalles del trabajo. Al mismo tiempo, el sujeto le hizo preguntas sobre cuestiones de índole personal y ajenas al trabajo que ofrecía.

El local abrió poco después, a las 10, y la mujer se quedó en el salón de ventas. Según la prueba recolectada, en un momento Garzón Martínez se le acercó en la parte de atrás del lugar y le quiso dar un beso, mientras le preguntaba si le gustaba el vodka y le decía que “necesitaba una pareja para que se quedara con el negocio y así poder abrir otra sucursal”.

Pasado el mediodía, el hombre bajó las persianas del comercio y le ofreció a la joven algo para tomar, pero ella respondió que sólo bebería agua y aceptó un vaso. Cerca de las 14, la madre de ella -que se mantenía en contacto vía WhatstApp- le preguntó si estaba todo bien y la chica le respondió que se quería ir, que estaba asustada y que el hombre había cerrado el local.

La denunciante, en paralelo, le escribió a su hermana un mensaje en el que dio cuenta que se sentía mal y que sospechaba que el sujeto la había drogado. La hermana alertó a su madre, quien se comunicó al sistema de emergencias 911 y concurrió a la escena.

Finalmente, cuando su mamá arribó al negocio se encontró con la Policía. Los oficiales comenzaron a golpear las ventanas, pese a lo cual el hombre no les dio acceso.

Frente a ello y luego de hacerse de la llave que había quedado colocada desde adentro, los efectivos lograron ingresar al lugar, en cuyos fondos encontraron a la víctima desvanecida y en estado de shock, por lo que debió ser trasladada al Hospital Ramos Mejía. 

De acuerdo a lo expuesto por el Ministerio Público Fiscal, el imputado aprovechó que la víctima estaba confundida e indefensa -tras haber ingerido una bebida que él le dio- para desvestirla y abusar sexualmente de ella, causándole lesiones en distintas partes del cuerpo. En tanto, en aquel momento el comerciante quedó detenido y así permaneció hasta el juicio pese a los diferentes planteos de su defensa.

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