Millonario robo: amenazaron con matarlos e intentaron secuestrar a un niño
El angustiante episodio se produjo en una vinería de Villa General Belgrano. Una de las víctimas tuvo que derribar a uno de los delincuentes que estaba secuestrando a su hijo.
Un brutal episodio de inseguridad dejó preocupados a los vecinos de Villa General Belgrano, en Córdoba, luego de que delincuentes ingresaran a una vinería y se robaran una suma millonaria. Sin embargo, el momento más angustiante lo vivieron minutos más tarde, cuando uno de los ladrones intentó secuestrar a un niño.
"Fueron 25 minutos de pesadilla", explicó una de las víctimas a TN. El hecho se produjo el viernes en una vinería ubicada en la ruta 5, en Villa General Belgrano, Córdoba. El local se encuentra anexado al domicilio de la familia, y fue ese el lugar que aprovecharon los delincuentes para robar.
Según el relato de las víctimas, tres delincuentes entraron por la vinería, redujeron a los empleados,se fueron hasta la casa donde vivían los dueños del local y los ataron de manos y pies. Producto del ruido que se estaba generando en el lugar, los niños se despertaron y ellos también fueron maniatados.
Los delincuentes tomaron al hombre -dueño de la vinería- y le comenzaron a exigir dinero. Así, se llevaron más de 850 mil pesos y unos 9.500 dólares, es decir, más de 3 millones y medio de pesos argentinos al dólar blue.
Pese a la millonaria suma, los ladrones no estaban conformes y amenazaron con matarlos si no les daban más dinero. "Mi marido les abrió la caja fuerte y les dio lo que teníamos. Pero, al no quedarse conforme o tener un dato erróneo de nosotros, se lo quisieron llevar a mi hijo", explicó una de las víctimas a TN.
Imágenes de las cámaras de seguridad muestran el momento del secuestro, en el que uno de los sujetos tomó a un niño y comenzó a sacarlo de la casa. En ese contexto, el padre del menor sacó fuerzas de donde no las tenía, se abalanzó contra el delincuente y logró arrebatarle el arma. "Ahí empezaron a pegarle muchísimo".
Mientras el padre peleaba con los delincuentes, su hijo terminó acurrucado en el suelo, llorando desconsoladamente. Sin embargo, esa distracción le permitió esconderse a uno de los operarios de la vinería y llamar a la Policía.
Diez minutos más tarde, efectivos policiales se hicieron presentes en el lugar y lograron detener a uno de los asaltantes.
“No me importa lo material o el dinero, sino el hecho de que vivimos 25 minutos de horror”, dijo la madre del niño.