Fuerte condena para el surcoreano que cometió un femicidio en Mendoza
Un surcoreano de 54 años fue condenado a perpetua por el femicidio de su pareja, a quien en la noche del 10 de febrero pasado sorprendió mientras dormía y la asfixió hasta matarla. Sucedió en San Martín.
Antes de cumplirse un año del hecho, el surcoreano detenido por el femicidio de su pareja-de la misma nacionalidad- en San Martín, Mendoza, confesó y fue condenado a prisión perpetua.
Fue mediante un juicio abreviado que se cerró la investigación, luego del acuerdo entre su abogado defensor y el fiscal Martín Scatareggi. Kim Seong Jim (54) admitió su autoría en el crimen de Yoo Kyungja (49) y el juez Federico Rapacioli le dictó la pena máxima.
El acusado estaba acorralado por las pruebas y prácticamente no tenía chances de zafar en un juicio por jurado, por lo que eligió evitar este proceso y terminar la causa, para seguir alojando en la cárcel por décadas.
Una cámara de seguridad de la finca en la que asesinaron a la víctima fue reveladora para la pesquisa. La grabación de un circuito cerrado permitió ver como el imputado en la noche en la que la mató se tiró encima de ella en la cama mientras dormía y empezó a asfixiarla. Luego se lo observa teniendo relaciones sexuales con el cuerpo, hasta que sale de la casa con el cadáver y lo entierra en las inmediaciones.
Los lugareños, de la zona de Nueva California, en calle Sulivan y Onetto, vieron ese material y señalaron al surcoreano como el agresor, en el momento que declararon como testigos. Además, algunos agregaron que conocían sobre los episodios de violencia de género entre el femicida y la mujer.
En cuanto a otra prueba clave, un hombre también aseguró que Kim Seong Jim le había reconocido ser el asesino.
El hecho ocurrió el pasado 10 de febrero, en tanto que los restos de Yoo Kyungja fueron hallados tres días después, a partir de esta confesión del sospechoso. Incluso este último, y conociendo la gravedad de la situación, intentó quitarse la vida ingiriendo herbicida (producto químico utilizado para controlar y eliminar plantas) y terminó internado.
En la finca donde fue el femicidio y acompañando a la pareja, se encontraban unas 10 personas más que allí trabajan en la cosecha de nueces, almendras y algo de vid también.
Se trata de una pequeña comunidad de asiáticos, que en determinadas épocas se amplía por la contratación de más trabajadores.