Investigación

La inesperada hipótesis por el caso del niño de 7 años baleado en Guaymallén

Mientras el niño baleado hace una semana en el barrio Los Ceibos de Guaymallén se recupera, los investigadores trabajan firmemente una línea para hallar a los responsables.

Ariel Cubells
Ariel Cubells domingo, 22 de octubre de 2023 · 07:04 hs
La inesperada hipótesis por el caso del niño de 7 años baleado en Guaymallén
Ocurrió en la tarde del domingo pasado (imagen ilustrativa) Foto: Archivo

El niño de 7 años baleado en Guaymallén lleva una semana internado en el hospital pediátrico Humberto Notti, luchando para recuperarse. Al pequeño lo hirieron en lo que parecía ser una tarde tranquila de domingo como tantas otras y mientras jugaba con sus amigos en la calle, y durante todos estos días ha permanecido en una cama del nosocomio esperando su evolución. Aguardando por su mejoría completa para que reciba el alta, la Fiscalía de Homicidios trabaja para identificar y detener a los agresores. 

Sobre esto último, los pesquisas analizan algunas hipótesis, entre las que prevalece una con fuerza: el menor de edad quedó en medio de un conflicto de narcos de la zona, y cuando ni él ni su familia tenían nada que ver con el tema, recibió uno de los numerosos disparos que se realizaron ese día. 

El hecho sucedió el pasado domingo en el barrio Los Ceibos, en inmediaciones de las calles Víctor Hugo y Malvinas Argentinas. La víctima es del lugar y por eso estaba afuera con otros chicos disfrutando la jornada, cuando pasadas las 18.30 escuchó estruendos y percibió un fuerte dolor en su pelvis. 

Lo había alcanzado uno de los balazos que sujetos efectuaron desde una Ford Ecosport blanca. Nadie buscó lesionarlo, sino que al parecer el objetivo de los malvivientes era un hombre que llegó también en un vehículo segundos antes, se frenó, bajó y rápidamente entró a una casa. Aparentemente lo venían siguiendo, y como no pudieron dispararle, lo hicieron contra la vivienda en la que ingresó. 

Los plomos rebotaron y salieron despedidos. Uno dio en un coche estacionado, otro contra la humanidad del niño. Tras eso los atacantes se fugaron, y en el barrio comenzaron los gritos y la desesperación para asistir a la criatura, que minutos después fue trasladada al Notti por sus familiares. 

"Nadie habla, y el que dice algo, miente. Hay mucho hermetismo", reveló una fuente a MDZ en relación a la investigación. Es que los autores serían sujeto peligrosos de la zona y vinculados al narcotráfico. Por algún motivo de este estilo, fueron a buscar a ese hombre para "ajustar cuentas": 

En este contexto es que a los sabuesos les está costando conseguir información, ya que "la gente no declara porque tiene miedo". Descartan un ataque direccionado al nene para amedrentar a sus parientes, por lo que esperan la aparición de testigos que aporten. 

Otra alternativa es alguna cámara de seguridad, por ejemplo para conocer la patente de la camioneta en la que escaparon los acusados. También esa tarde se levantaron vainas servidas de la escena, que son peritadas por los especialistas. El expediente está en manos de la fiscal Andrea Lazo. 

En paralelo a la causa, el estado de salud del chico es monitoreado con atención por los investigadores y, obviamente, por su familia. El balazo que le pegaron impactó en su espalda, en la pelvis, específicamente, y en sus primeras horas de internación su estado llegó a ser crítico. 

Lo operaron y en el transcurso de la semana fue evolucionando, aunque siempre en terapia intensiva y con pronóstico reservado. La lesión afectó parte de su médula espinal y estaba con dificultades para mover una pierna. 

El antecedente que terminó en tragedia

A partir de este hecho, muchos recordaron el caso de Tiago Melchori, un menor de 5 años también herido de arma de fuego en Guaymallén, pero que lamentablemente perdió la vida. 

Este episodio guarda algunas similitudes con el reciente. La víctima resultó atacada circunstancialmente, y quien disparó no tuvo intenciones de lesionarlo. Incluso, el homicida tampoco quiso accionar el arma y el tiro se le escapó por manipular una pistola en la calle. 

Fue en la noche del 19 de febrero del año pasado en el distrito de Pedro Molina y Tiago falleció como consecuencia de un balazo en el tórax. El responsable fue  Enrique Morales Flores, alias "El Champol", aunque los pesquisas probaron que su accionar no fue deliberado y su situación procesal se atenúo un tanto. 

El pequeño Tiago. /Foto: gentileza 

Más allá de esto, se llevó una dura condena. Un año después de la tragedia, a este joven le dieron 13 años de prisión por un homicidio agravado por el uso de arma de fuego con dolo eventual. La fiscalía entendió que en ese momento debió representarse que manipulando un arma en un lugar poblado podía causar un desenlace fatal, e igual mantuvo su conducta.

Quedó corroborado por testigos que el imputado no quiso matar al niño, ni siquiera lastimar a nadie, ya que minutos antes había pasado saludando a todos los presentes en la calle en esa noche de verano, sin ningún tipo de conflicto. 

 

 

 

Archivado en