Pidieron la absolución del imputado clave en el crimen de Diego Aliaga
Cada vez falta menos para conocer el desenlace del caso Diego Aliaga (51), el exdespachante de Aduana y señalado en la Justicia Federal como mano derecha del juez Walter Bento, secuestrado y asesinado en 2020, según la hipótesis de fiscalía. Este martes, jornada semanalmente elegida para el desarrollo del juicio, se continuó con los alegatos. Fue el turno de la defensora del imputado clave, quien se acogió en su momento a la figura de "arrepentido" y confesó donde habían enterrado el cuerpo.
Te Podría Interesar
La abogada Gabriela Massad, a cargo de la defensa de Yamil Rosales (34), el empleado de la familia de Diego Barrera (51)-principal acusado-, desplegó esta mañana una serie de argumentos antes los jueces Alberto Carelli, María Paula Marisi y Alejandro Piña, para pedir la absolución de su cliente en la causa.
Entre otras cosas, la letrada planteó la colaboración indispensable del sospechoso para hallar el cadáver y marcó algunas nulidades que deberían darse en la investigación.
En este contexto, reclamó absolución lisa y llana o por el beneficio de la duda; en subsidio, una condena por omisión de auxilio o encubrimiento agravado al participar del ocultamiento del cuerpo; y por último, secuestro coactivo con muerte no querida, algo así como un homicidio culposo. Cualquiera de estas calificaciones podría darle penas de cumplimiento condicional y recuperar la libertad.
Terminado este alegato, se decretó un nuevo cuarto intermedio hasta el próximo martes, momento para las abogadas Gemina y Anahí Venier, en representación de la esposa de Barrera, Viviana Sacolle (52), y los hijos de ella, Gastón (30) y Lucas Curi (28). Luego de estas defensas habrá derecho a réplicas de las exposiciones, para finalmente darle paso al veredicto.
Cabe recordar que para Barrera, Sacolle y los hermanos, la fiscal María Gloria André había reclamado prisión perpetua para los cuatro imputados por secuestro seguido de muerte, mientras que para Rosales solicitó 25 años de condena por la Ley de Arrepentidos.
El querellante Juan Day fue por un camino parecido, con tres perpetuas, aunque para el arrepentido planteó 15 años, idéntica pena para Lucas Curi por participación secundaria.
El caso
El cuerpo de Diego Aliaga fue encontrado el 10 de septiembre del 2020 en un descampado de Lavalle, gracias a la confesión de Rosales. La hipótesis de la acusación sostiene que los cinco detenidos armaron un plan para secuestrarlo, lo tuvieron cautivo algunos días y luego lo mataron. Presuntamente, todo por los enfrentamientos y diferencias entre el fallecido y Barrera.
Cuestiones de papeles, deudas y disputas de inmuebles y vehículos de lujo entre los por entonces socios, uno del barrio Palmares (Aliaga) y el otro del Dalvian (Barrera), habrían sido el detonante.

El hermano del exdespachante de Aduana denunció su desaparición el 29 de julio de ese año, un día después de que la víctima se reuniera con Barrera en un terreno de Guaymallén, sobre calle Bandera de los Andes, en donde proyectaban un nuevo negocio.
Y mientras se radicada la denuncia, al hermano de Diego lo llamaron y le dijeron: "Dejá de revolver el avispero y andá juntando el palo verde, que ya te vamos a llamar”. A partir de esto la investigación derivó en la Justicia Federal, ante la posibilidad de un secuestro extorsivo.
Para la fiscalía, Aliaga salió vivo pero ya en manos de los acusados de ese predio de Guaymallén, desde donde la trasladaron a un galpón de la empresa de transportes que tenía la familia en la calle Jujuy de Ciudad. Tras varias horas cautivo lo mataron mediante asfixia por sofocación, e intentaron esconder sus restos en Lavalle bajo tierra.

