Justicia

Los escabrosos detalles del asesinato de la beba en Las Heras

Este miércoles se revisó la prisión preventiva de Leonel Peralta y Solange Díaz, los progenitores de la beba de casi dos meses asesinada en El Algarrobal. El nerviosismo del padre en la Sala fue notorio.

Ángeles Balderrama
Ángeles Balderrama miércoles, 11 de mayo de 2022 · 13:10 hs
Los escabrosos detalles del asesinato de la beba en Las Heras
La beba no murió por estrangulamiento, sino por un brutal golpe en la cabeza

Cerca de las 8.46 de este miércoles comenzó la audiencia que buscaba realizar un control jurisdiccional de la privación de la libertad de Leonel Peralta y Solange Díaz, padre y madre de Emma Pilar Cataleya Peralta Díaz, la beba de casi dos meses asesinada en Las Heras. Tras casi dos horas, la jueza pasó a un cuarto intermedio y confirmó que la decisión será comunicada por vía electrónica. Los detalles del caso son clave para comprender el accionar de ambos.

Díaz (21) y Peralta (22) están imputados por homicidio agravado por el vínculo y ambos permanecen en la Penitenciaría provincial. Desde allí, y de manera virtual, Solange Díaz se identificó y se la notó segura en la forma de contestar, aunque fue necesario explicarle algunos términos.

Sin embargo, al momento de preguntarles si tenían hijos, tanto Díaz como Peralta expresaron la misma frase: "Sí, una fallecida".

En términos generales, el Ministerio Público Fiscal y la defensa de Solange Díaz consideran que la madre podría esperar el proceso sin prisión preventiva, es decir, en libertad. En tanto, la defensa de Peralta pidió prisión domiciliaria bajo control por videollamadas (ya que no es posible colocarle tobillera electrónica y georreferenciarlo en la zona de El Algarrobal, Las Heras). Además, afirmó que el imputado corre peligro en la cárcel porque "recibe amenazas por penitenciarios y policías".

Los padres de la beba permanecen con prisión preventiva.

La madre

Tanto sus abogados defensores como el Ministerio Público Fiscal describen a Solange Díaz, la madre de la beba, con una personalidad sumisa. Es por este motivo que, durante el último tiempo, la joven tenía una convivencia alternada entre dos domicilios: la casa de su tío y primos, y la casa de Peralta. Pero la relación de ellos no era buena.

En 2021, Peralta fue condenado en un juicio abreviado por ejercer violencia de género contra Díaz. Todo ello sucedió en un momento complejo: un primer embarazo.

Durante los primeros meses de 2021, Solange Díaz afirmó estar embarazada de Leonel Peralta y, al momento de contarle la noticia, el joven no lo tomó bien. Según la declaración de la chica, Peralta la "agarró del cuello y empezó a pegarle trompadas en la panza". Está situación generó que en junio, Solange perdiera la gestación del bebé.

Pese a ello, las amenazas eran constantes y destacó que él la amenazaba de manera verbal y por teléfono. Incluso refirió que "la había amenazado con quebrarle la pierna". Sin embargo, un abuso sexual y el contagio de una enfermedad venérea generó distanciamiento entre la pareja.

Todas estas declaraciones no fueron del agrado de Peralta, quien presenció la audiencia en la Sala 5 del Polo Judicial Penal bajo custodia policial. Particularmente, en medio del relato de abuso, Peralta se sorprendió. Su rostro comenzó a tornarse de color rojo intenso y levantó el entrecejo, mostrando sorpresa por lo que escuchaba.

Pese a ello, algo quedó claro: la relación no era sana. Sin embargo, un nuevo embarazo abrió las puertas de la futura convivencia.

Durante los meses de gestación, Solange se mantuvo en su domicilio de Godoy Cruz, pero tras el nacimiento de Emma Peralta Díaz, la situación cambió: casi a los dos meses de nacida, tanto Solange como Emma se mudaron a la casa familiar de Leonel, en Las Heras.

La muerte

A Leonel Peralta lo destacan como una persona violenta. De hecho, Solange lo justificó hasta el último momento y afirmó que "era muy nervioso".

En concreto, la joven confiaba que al vivir juntos la situación iba a mejorar, pero no fue así. Algunos días previos al nacimiento de Emma, él había lanzado una fuerte frase: "Espero que cuando esté la bebé me des más cariño a mí que a ella".

La muerte de Emma fue constatada el viernes 1 de abril, cuando la madre llevó a la beba al Hospital Gaillac, del departamento de Las Heras. Allí, aseguró que su hija estaba enferma y que, al ser madre primeriza, no sabía lo que le ocurría.

En el centro asistencial confirmaron que la pequeña había ingresado sin vida y que su posible cuadro era una broncoaspiración. Sin embargo, lo que llamó la atención del equipo médico fueron las contradicciones en el relato de la madre. Tras corroborar algunas lesiones dieron intervención a la Justicia.

La necropsia realizada a Emma Peralta Díaz determinó que presentaba signos de estrangulamiento a lazo y un fuerte traumatismo en la cabeza.  Este último golpe, y no el estrangulamiento, sería para los investigadores la causa de muerte.

La beba de aproximadamente 3,10 kilos de peso presentaba numerosas lesiones entre las que se destacan: apretones con moretones en los cachetes, párpados, cola, entrecejo y hombros; hipoxia compatible con compresión en el cuello, hematoma en el cuero cabelludo (sin fractura de cráneo pero con un traumatismo grave) que se extiende por todo el hemisferio cerebral derecho.

Según el informe médico forense, el hematoma en su cabeza demoró en formarse entre 10 a 12 horas y, durante todo ese tiempo, la fue dejando inconsciente. 

Finalmente, durante las últimas horas de vida de Emma, su madre le colocó la mamadera para que se alimentara, pero la niña no succionaba. Estos restos de leche son aquellos que se encontraron en la necropsia, pero de ninguna manera le causaron la muerte.

Tras los resultados de la investigación, se descartó la teoría de muerte por broncoaspiración y cayó de manera rotunda el relato que había brindado la madre de la beba al personal de salud del Hospital Gailhac.

Desde aquellas primeras investigaciones, el fiscal Torres ordenó la detención de Díaz y Peralta, quienes el 4 de abril fueron notificados e imputados en la causa caratulada como homicidio agravado por el vínculo.

Fuertes declaraciones

Aunque el Hospital Gaillac fue el lugar en el que se constató la muerte de Emma, hubo una intervención previa.
 
El lunes 28, un médico de la zona revisó a la niña porque la madre afirmaba que a la pequeña le costaba tragar. Efectivamente, el médico notó que tenía la garganta inflamada. Sin embargo, con el paso de las horas, el martes 29 se desencadenó la letal muerte: Emma "lloraba muchísimo" y esa situación generó una pelea.
 
Es que Leonel apretaba demasiado a Emma: colocaba la cabeza de la nena contra su propia cabeza y presionaba. Por eso, tras discutir con Solange Díaz, Peralta "le dio un cachetón en la cabeza de la bebé, con la mano abierta, en el sector derecho de la cabeza".
 
"Le dije que iba a irme pero no tenía plata en la tarjeta (del micro). Después me pidió perdón, es que él es muy nervioso", declaró Solange tras la muerte de Emma.
 
A pesar de la violencia, la beba de dos meses ya no estaba bien. En un primer momento, la niña vomitó leche por la boca y nariz. "Había estado con Leonel", declaró Solange. Frente a ese contexto, la joven pidió ayuda a la madre de Leonel, la cual intentó socorrerla pero no lo logró.
 
Ese cruento relato afectó a Leonel Peralta, quien escuchaba atentamente lo que decían los abogados. Pasó de instantes de nerviosismo absoluto en los que la apertura de ojos y el color rojo en su cara lo delataban hasta momentos de desesperación en los que se agarraba la cabeza. 
 
Pese a ello, en su declaración  tras la muerte de Emma negó todo: la violencia y los golpes tanto hacia Solange como a la beba. Además, en relación a la primera situación de embarazo, dijo "que Solange le mintió". No obstante, varios testigos lo escucharon decir: "Se me murió la guacha, pero bueno, ya fue".
 
Por su parte, la madre de Leonel dio una versión parecida de los hechos y también negó la violencia. Con respecto al golpe que le causó la muerte a Emma, la mujer lo adjudicó a personal de Policía Científica, quien "habría tirado el cuerpo de la beba en el furgón".
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