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Así actúan las "viudas negras" usando Tinder y llevándose millones

En las últimas semanas se dieron varios casos de hombres que sufrieron robos tras contactarse con mujeres mediante apps de citas. Cuando ingresan a la casa de los asaltados, las "viudas negras" los duermen con un poderoso químico y les desvalijan la casa. El modus operandi de un delito que crece.

Facundo García
Facundo García domingo, 22 de agosto de 2021 · 09:00 hs
Así actúan las "viudas negras" usando Tinder y llevándose millones
"Tomé y a los pocos minutos me quedé seco", cuenta el hombre.

Ocurrió el 16 de julio, pero se sabe que desde ese día hubo otras víctimas que cayeron en la trampa. "Aquel viernes por la mañana nos conocimos por Tinder. Tuvimos una breve conversación y de ahí pasamos a chatear por Whatsapp. Más tarde, como a las 10 de la noche, recibí un mensaje en el que ella explicaba que estaba sola en un hotel 5 estrellas y que como era de Buenos Aires no tenía amigos acá. 'Me gustaría tomar un Malbec', me dijo. Entonces yo le pregunté si quería que la fuera a buscar", cuenta E, que habla con MDZ tras haber sufrido un robo en el que le sacaron cerca de un millón de pesos

La mujer le redobló la apuesta y E no quiso "arrugar": "No, pará —respondió ella en el chat—. Si vos estás en tu departamento, voy yo para allá y listo. Es medio tarde pero no importa. Llego tipo 12 de la noche".  Así lo acordaron. La joven, sin embargo, se adelantó. Tocó el portero a las 23.06. 

E. se estaba terminando de vestir. "Bajé y le abrí. Cuando nos encontramos en la puerta del edificio, me pareció que no era la persona que yo había visto en las fotos de Tinder", repasa. Subieron al departamento. E ya había preparado la botella y se sentaron a beber en el sillón del living. "Después de media hora de estar hablando, en algún momento yo fui al baño y ella evidentemente aprovechó para poner algo en mi copa. Fue ahí o fue al levantarme para buscar unos maníes y unas papas fritas en la alacena", especula el entrevistado. Lo cierto es que a los pocos minutos, según su propia expresión, "quedó seco".

"Lo último que recuerdo es la cara de ella. Caí completamente dormido en el sillón", se lamenta. 

Ladrona sorprendida 

Lo que la sospechosa no sabía era que antes de quedarse dormido, E alcanzó a desconfiar y en un instante en que fue a la cocina ocultó disimuladamente las llaves del departamento; las puso arriba del termotanque. "Nunca había hecho eso. Evidentemente me la veía venir", dice ahora el hombre.

Quizá eso explica que la mujer tardara cuatro horas y media en salir del edificio. No cuesta imaginarla bolsas en mano, con el hombre roncando y ella en plena búsqueda -entre puteadas- de las llaves, para ver si podía irse. Como sea, las cámaras del edificio muestran que finalmente consiguió escapar. "Bajó a la cochera dos veces, intentó salir por el portón y no encontró el control remoto, que estaba en mi auto. Alrededor de las 4:30 abrió la puerta del edificio y salió hacia la calle Lavalle de Godoy Cruz, que está sumamente iluminada, con farolas en la vereda. En la esquina, además, hay un domo de la Policía. Yo pensé que con las cámaras de ese domo la iban a encontrar. Hay carteles de la Policía cada 30 metros que dice 'zona monitoreada'; pero da la impresión de que todavía no se sabe nada", resume E. 

Aquí, algunos de los videos de aquella noche:

Despertar

Cuando E se despertó eran cerca de las 10 de la mañana. "Estaba mal, mareado. Me quise poner en pie y casi voy al piso. Me di cuenta de lo que me había pasado porque vi que mi casa estaba toda revuelta, con cajas de zapatillas esparcidas el suelo. Cuando fui a la habitación estaba el placard abierto y desordenado".

E perdió 14.000 pesos en efectivo, un reloj Seiko y otro marca Festina, una tablet Apple, perfumes importados, un parlante, unos lentes Rayban, una campera de montaña, un bolso Nike con ropa nueva, zapatillas, buzos, tres pantalones cortos, dos pantalones largos, dos remeras, dos camisas y una pulsera de oro de su madre. La ladrona hasta se llevó su anillo de casamiento -E está separado hace 3 años, pero de algún modo lo encontró- y la alianza de su difunto padre.  

Antes de irse, la ladrona abrió el auto de E y sacó de ahí otra campera, que es la que lleva puesta cuando ella sale del edificio. "Calculo que en total se llevó cerca de 1 millón de pesos" -dice E, que inmediatamente hizo la denuncia-. "Cuatro días más tarde, me enteré de que había un caso similar en el barrio Dalvian". Lo último que agrega es que él tiene dudas también sobre el taxista, puesto que la señal que la muchacha le hace al bajar denota cierta confianza. "A lo mejor actúan en pareja", especula.

Robos secretos

Lo de E podría haber terminado en tragedia, ya que está medicado por hipertensión y él mismo no sabe cómo podría haber reaccionado su cuerpo frente a medicamentos como los que usan estas asaltantes. Podría haber sido su último Malbec.

Por lo demás, una de las ventajas con las que cuentan las "viudas negras" es la vergüenza que sienten los afectados. Ése es el motivo por el que muchas veces no se animan a denunciar. Otra posibilidad -no es la de E- es que los hombres que contactan a estas mujeres estén comprometidos, lo cual los pone en una situación todavía más incómoda a la hora de confesar cómo fue que los desvalijaron.

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