"Tuve que empezar de cero"

Se mudó de provincia con sus 5 hijos por las amenazas de dos abusadores

Florencia Fernández (30) tuvo que irse de Mendoza porque los hombres a los que denunció la amenazaban de muerte. La mujer empezó a descubrir una siniestra realidad doméstica después de que una maestra le comentara que su hija de 5 años hacía unos dibujos muy extraños en la escuela.

Facundo García
Facundo García domingo, 25 de julio de 2021 · 07:04 hs
Se mudó de provincia con sus 5 hijos por las amenazas de dos abusadores
Florencia se fue de Mendoza con los niños porque amenazaban con matarla. Imagen ilustrativa Foto: Pixabay

Florencia Fernández tuvo que llevarse a sus 5 hijos con lo puesto a San Luis. Hasta hace poco vivía en San José (Guaymallén, Mendoza) y no había sospechado la verdad atroz que descubrió después. Lo tormenta se desató un día en que fue a buscar a sus chicos a la escuela. La maestra y la psicóloga del colegio querían hablar con ella. 

"Fue el 29 de abril. Eran dos mujeres que laburaban en la escuela donde iba mi hija de 5 años. Me llamaron porque notaban que ella se comportaba raro y hacía unos dibujos que también les llamaron la atención", relata Florencia (30).

En aquel momento, Flor vivía con su marido y con los hijos de ambos: una nena de 3, la mencionada niña de 5, dos varones de 8 y 10 y la mayor, de 12 años. Ella -la mamá- era empleada en un minimarket de día y en un geriátrico de noche. Él era albañil. Habitaban una casa en el fondo de una propiedad ubicada sobre calle Cornelio Moyano. Y en el frente residían los padres de él, es decir, los abuelos de los nenes

Una de las nenas había tenido dos intentos de suicidio

Como es obvio, a Florencia los comentarios sobre la nena de 5 la preocuparon. Sobre todo porque su otra hija, la de 12, ya había tenido dos intentos de suicidio a pesar de su cortísima edad; y no estaba claro qué la había llevado a hacer eso.  

La comisaría 25ª de San José, donde se radicó la denuncia.

Florencia se comunicó al 102 para consultar qué pasos tenía que seguir. Le aconsejaron que llevara a la víctima a un centro de Salud. El 30 de abril, ya en el hospital de niños Humberto Notti, otra psicóloga entrevistó a la pequeña y reveló que la agresión había venido por parte del padre, al tiempo que una ginecóloga le constataba lesiones en el himen.

"Ni tu familia, ni la Policía, ni tus amigos de Corralitos van a poder ayudarte", decía uno de los mensajes que recibió Florencia tras la denuncia

Aquella vez, Flor había ido a buscar a la escuela a sus 5 hijos. Y ahora, tras esas noticias demoledoras y una denuncia en la comisaría 25ª de Guaymallén, avanzaba por la vereda -con los críos alrededor- sabiendo que no podía regresar a la casa donde habían vivido hasta entonces.

Amenazas

Alcanzaron a rescatar algo de ropa, los útiles de la escuela y poco más. Con eso se fueron a lo de una hermana de Florencia. Los acusados por los abusos contra la nena eran dos: el padre y el abuelo.

"Yo los denuncié un viernes. El lunes o martes detuvieron a mi ex marido, pero también ese día empezaron las amenazas", recapitula la entrevistada. Dice que recibía emails donde le advertían: "ni tu familia, ni la policía, ni tus amigos de Corralitos van a ayudarte con lo que te va a pasar cuando yo salga de acá".

Florencia se vio obligada a irse de su casa de la noche a la mañana. Imagen ilustrativa.

Lamentablemente, la solución que le quedó a Florencia ante el miedo fue mudarse de provincia. Sus hijos dejaron de ir a sus respectivas escuelas, se despidieron de prepo de sus amiguitos, y así.

"Para esa época yo nos les había contado este lío. Les dije que se venían unas pequeñas vacaciones y que nos íbamos a ir a visitar a la tía que vivía en la otra provincia, porque tengo otra hermana allá. Todavía no les había contado lo de la nena de 5. Pero yo tampoco sabía lo que le había pasado a la otra niña, la de 12, la que había tenido los intentos de suicidio".

Revelación

El caso de Flor y sus hijos evidencia la importancia del Estado a la hora de combatir este tipo de delitos. Según ella pudo reconstruir, el 28 de abril fue la última vez que la chiquita de 5 fue abusada. El 29, las docentes quisieron charlar con esta mamá. Después vino la denuncia a la Policía y la asistencia al hospital Notti. Pero faltaba la otra mitad de la historia.

La denuncia que hizo Florencia cuando supo que algo tremendo estaba pasando.

El 14 de junio, Florencia y sus hijos volvieron a Mendoza para declarar ante los médicos forenses y una psicóloga. En una entrevista en cámara Gesell, la niña de 12 desenrolló la angustia que la estaba apagando de a poco y contó que ella también había sido abusada por su propio padre. O sea que las víctimas eran dos.

Hoy los denunciados están detenidos. El papá de los nenes, que tiene 32 años, fue trasladado al penal. El abuelo, de 60, está con domiciliaria. Y Florencia intenta rehacerse a 300 kilómetros de lo que hasta hace poco era su barrio.

"Acá estoy, en San Luis, tuve que abandonar mis trabajos. Desde lo material, no tengo nada. Estoy empezando literalmente de cero, así que cualquier ayuda es bienvenida. Pero lo que más quiero es que se haga justicia y que estas dos personas sean condenadas por lo que hicieron", cierra.

Durante la charla Florencia se mantuvo firme. La voz clara, sin titubeos. Sacando fuerza de donde tal vez no había. Este periodista se contactó con ella quince minutos después para corroborar un dato que había quedado pendiente. La voz ya era distinta; acusaba recibo de tantos golpes. Ojalá estas líneas sirvan para que se sienta menos sola. 

  • ¿Aportes? ¿Otra perspectiva? ¿Querés colaborar con Florencia? Podés escribir a fgarcia@mdzol.com
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