Abogados y gestores sin escrúpulos: compraban autos robados y los vendían como "mellizos"
Tras una serie de allanamientos realizados en el conurbano bonaerense y en dos provincias, la División Investigación de Delitos contra el Automotor de la Policía Federal Argentina (PFA) desbarató una banda integrada por abogados, gestores y comerciantes que vendían autos con numeración adulterada.
Una banda integrada por abogados, gestores y comerciantes que se dedicaba a la obtención de vehículos robados y su posterior venta en el mercado legal luego de adulterar su documentación, fue desbaratada tras una serie de allanamientos realizados en el conurbano bonaerense y en las provincias de Santa Fe y Corrientes, informaron hoy fuentes policiales.
El operativo fue realizado por efectivos de la División Investigación de Delitos contra el Automotor de la Policía Federal Argentina (PFA), luego de una investigación que comenzó con la venta de una camioneta Toyota Hilux, en la que el delincuente huyó con el dinero y el comprador se quedó con el rodado mellizo.
A raíz de ello, se inició una pesquisa que incluyó intervenciones telefónicas y el despliegue de tareas de campo, las cuales permitieron el rol de cada miembro de la organización criminal y el lugar específico donde operaba.
Fuentes policiales informaron que la banda se dedicaba a la compra de vehículos robados, a los que luego les adulteraba sus numeraciones registrales y finalmente comercializaba los rodados mellizos en el mercado legal.
Con las pruebas recolectadas, el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional 2 de San Martín, a cargo de Alicia Vence, ordenó una serie de allanamientos en el conurbano bonaerense y en las provincias de Corrientes y Santa Fe.
Como consecuencia de los procedimientos, ocho sospechosos, entre ellos abogados, gestores y comerciantes, quedaron detenidos.
Asimismo, se secuestraron grandes cantidades de documentación de automotores falsificadas y vehículos con las numeraciones registrales adulteradas, informaron fuentes policiales. Todos los acusados quedaron alojados en la Superintendencia de Investigaciones Federales, a disposición de la Justicia.