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Receta casera de mermelada de durazno sin azúcar agregada.

Receta de mermelada de durazno sin azúcar: natural, liviana y llena de sabor. Ideal para desayunos, postres o para cuidar tu alimentación sin resignar dulzura.

Receta de mermelada saludable de durazno sin azúcar refinada.

Receta de mermelada saludable de durazno sin azúcar refinada.

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Esta receta de mermelada de durazno sin azúcar es perfecta para quienes buscan una opción natural, casera y sin aditivos. Solo con fruta, limón y paciencia, se logra una conserva deliciosa, ideal para untar en tostadas, acompañar yogures o usar como relleno de postres más saludables. Una preparación simple que vale la pena probar.

La mermelada de durazno sin azúcar es una excelente alternativa para disfrutar de lo dulce sin necesidad de añadir edulcorantes ni conservantes artificiales. Aprovecha el dulzor natural de la fruta madura y lo concentra mediante una cocción lenta, lo que permite conservarla sin perder sabor ni calidad. Al no contener azúcar añadida, es una opción recomendable para personas que siguen dietas bajas en azúcares, personas con diabetes (previa consulta médica) o simplemente quienes desean reducir su consumo de productos refinados.

Lo ideal es elegir duraznos bien maduros, firmes y aromáticos, ya que ellos serán la base del sabor y la textura. Con unos pocos pasos y algo de tiempo, Te permitirá preparar una mermelada casera rica, saludable y versátil, perfecta para tener siempre a mano en la heladera o para regalar en frascos bonitos hechos por vos.

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Esta receta puede ser una opción adecuada para personas con diabetes, siempre con moderación y previa consulta médica

Esta receta puede ser una opción adecuada para personas con diabetes, siempre con moderación y previa consulta médica

Ingredientes

1,2 kg de duraznos frescos y maduros, 2 cucharadas de jugo de limón, 100 ml de agua, 1 cucharadita de agar-agar o pectina (opcional), 1 rama de canela (opcional).

Sigue el paso a paso y prepara mermelada de durazno sin azúcar

  1. Comienza lavando bien los duraznos bajo el chorro de agua fría. Luego, pélalos. Si la piel no se desprende fácilmente, puedes sumergirlos durante unos segundos en agua hirviendo, pasarlos a un recipiente con agua fría y retirar la piel con los dedos o con un cuchillo. Retira los carozos y corta la pulpa en cubos pequeños.
  2. Coloca los cubos de durazno en una olla de fondo grueso junto con el jugo de limón y el agua. Si lo deseas, puedes añadir una rama de canela para aportar un toque de aroma especiado. Cocina a fuego medio durante aproximadamente 20 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que los duraznos estén blandos y comiencen a deshacerse.
  3. Si prefieres una mermelada con textura más homogénea, puedes procesarla directamente en la olla con una licuadora de mano. También puedes dejar algunos trozos si deseas una mermelada con más cuerpo. Esto dependerá del uso que vayas a darle: más suave si es para untar, con más textura si es para rellenar tartas.
  4. Regresa la mezcla al fuego bajo y cocina durante 30 a 40 minutos más, removiendo ocasionalmente para evitar que se adhiera al fondo. A medida que el líquido se evapore, la preparación irá espesando. Si vas a usar agar-agar o pectina, disuélvelo previamente en una cucharada de agua fría y agrégalo en este momento. Mezcla bien para distribuirlo de forma uniforme.
  5. Para comprobar si la mermelada está lista, coloca una cucharadita sobre un plato frío y deja que repose unos segundos. Si al pasar el dedo por el centro la mezcla no se junta nuevamente, ya alcanzó su punto ideal. Ten en cuenta que al enfriarse, la mermelada se espesará un poco más.
  6. Vierte la mermelada caliente en frascos de vidrio previamente esterilizados (lavados y hervidos durante 10 minutos). Llénalos hasta un centímetro del borde, cierra bien con tapas metálicas y colócalos boca abajo durante unos minutos para ayudar a hacer vacío. Luego, deja que se enfríen a temperatura ambiente.
  7. Una vez fríos, guarda los frascos en el refrigerador. Si el proceso de vacío se realizó correctamente, la mermelada puede conservarse hasta por 2 meses. Una vez abierto el frasco, se recomienda consumir el contenido en un plazo de 7 a 10 días. Esta mermelada sin azúcar es perfecta para acompañar yogur natural, galletas integrales, pan de cereales o quesos suaves.
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Cocinar la fruta a fuego lento permite a esta receta concentrar su textura sin necesidad de agregar gelificantes.

Cocinar la fruta a fuego lento permite a esta receta concentrar su textura sin necesidad de agregar gelificantes.

De la cocina a tu mesa

La mermelada de durazno sin azúcar es una opción saludable, sencilla y muy sabrosa. El dulzor natural de los duraznos maduros es suficiente para lograr una preparación agradable al paladar, sin necesidad de añadir azúcar ni edulcorantes. Además, es una excelente forma de aprovechar frutas de temporada y elaborar conservas caseras sin complicaciones. ¡Y a disfrutar!