Asombra con una pizza de pepperoni estilo pizzería en tu casa

La pizza de pepperoni es perfecta para los amantes de los sabores clásicos y contundentes. Con una masa casera, salsa de tomate especiada, abundante queso y rodajas de pepperoni crujiente, se convierte en una opción irresistible para cualquier día de la semana. Ideal para compartir en familia o con amigos.

La pizza de pepperoni se ha convertido en una de las variedades más populares a nivel mundial, especialmente en Estados Unidos, donde es un ícono de la comida rápida y casera al mismo tiempo. Aunque su nombre pueda sonar italiano, el pepperoni como lo conocemos hoy es una creación estadounidense, inspirado en los salamis secos europeos. Su sabor ligeramente picante y su textura crujiente al hornearse lo hacen destacar sobre otras variedades de embutidos.

Preparar pizza en casa tiene muchas ventajas: puedes personalizar los ingredientes, controlar la calidad de los productos y, sobre todo, disfrutar del proceso de amasado, armado y horneado. Te enseñaremos cómo hacer una masa fácil y sabrosa, una salsa casera rápida y, por supuesto, cómo lograr que el pepperoni quede dorado y crujiente. ¡Vamos a la receta!

Ingredientes

Para la masa: harina de trigo 500 gramos, agua tibia 300 ml, levadura seca activa 7 gramos (1 sobre), azúcar 1 cucharadita, sal 1 cucharadita, aceite de oliva 2 cucharadas

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Para la salsa: tomates triturados 400 gramos, ajo 2 dientes, aceite de oliva 1 cucharada, orégano seco 1 cucharadita, sal y pimienta a gusto, una pizca de azúcar (opcional).

Para el armado: queso mozzarella rallado 300 gramos, pepperoni en rodajas 100 gramos, orégano seco al gusto, aceite de oliva (opcional para pincelar los bordes).

Procedimiento

1. En un bol pequeño, disuelve la levadura y el azúcar en el agua tibia. Deja reposar durante 10 minutos hasta que la mezcla esté espumosa.
2. En un bol grande, coloca la harina y la sal. Haz un hueco en el centro y vierte la mezcla de levadura y el aceite de oliva.
3. Mezcla con una cuchara de madera hasta integrar, luego amasa con las manos sobre una superficie enharinada durante unos 10 minutos, hasta obtener una masa suave y elástica.
4. Forma una bola, colócala en un bol ligeramente aceitado, cubre con un paño y deja reposar durante 1 hora en un lugar cálido, hasta que duplique su volumen.
5. Mientras la masa leuda, prepara la salsa. Calienta el aceite en una sartén y sofríe el ajo picado durante un minuto sin que se dore.
6. Añade los tomates triturados, orégano, sal, pimienta y, si deseas, una pizca de azúcar para equilibrar la acidez. Cocina a fuego medio por 10-15 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que espese un poco. Deja enfriar.
7. Precalienta el horno a 220 °C (428 °F) y, si usas piedra para pizza, colócala dentro del horno desde el inicio.
8. Una vez que la masa haya levado, amásala ligeramente para desgasificarla y divídela en dos porciones si quieres pizzas medianas o usa toda para una grande. Estira la masa con un rodillo o con las manos, formando un disco de aproximadamente 30 cm de diámetro. Coloca sobre una bandeja para horno enharinada o con papel mantequilla.
9. Unta la superficie con una capa pareja de salsa, dejando un borde de 1-2 cm libre. Espolvorea generosamente el queso mozzarella rallado. Distribuye las rodajas de pepperoni sobre el queso. Puedes colocar más o menos según tu gusto. Espolvorea orégano seco por encima y, si deseas, pincela los bordes de la masa con un poco de aceite de oliva para que se doren bien.
10. Lleva la pizza al horno precalentado y hornea por 12 a 15 minutos o hasta que la masa esté dorada y crujiente, el queso burbujeante y el pepperoni ligeramente tostado.

Retira del horno y deja reposar un par de minutos antes de cortar. Sirve caliente, idealmente con una bebida fría y una buena compañía.

Esta pizza de pepperoni es una base ideal para personalizar: puedes añadir jalapeños, champiñones, pimientos o cambiar la mozzarella por otro tipo de queso. Lo importante es mantener el equilibrio entre masa, salsa, queso y toppings para lograr un bocado perfecto en cada porción. ¡Y a disfrutar!