Receta de porotos con chorizo: el clásico guiso argentino paso a paso

Si estás buscando un plato reconfortante para los días fríos o una opción sabrosa que combine legumbres y carne, este plato de porotos con chorizo es perfecta para ti. Sencilla, nutritiva y llena de sabor, es ideal para compartir en familia o guardar para varias comidas.
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Los porotos (también llamados frijoles o alubias en otros países) son una fuente excelente de proteína vegetal, fibra, hierro y minerales. Se consumen desde hace siglos en todo el mundo y son protagonistas de numerosos platos tradicionales. En esta preparación se combinan con el chorizo, un embutido curado o fresco que aporta grasa, sabor y un toque especiado, lo que transforma en un plato completo y contundente.
Los porotos con chorizo tienen un aire de cocina casera, de olla en el fuego y pan para mojar. Este tipo de guiso se adapta bien a múltiples variaciones: se puede hacer más caldoso o más espeso, suave o picante, con vegetales extras o con un toque ahumado. Además, mejora con el reposo, por lo que preparar una buena cantidad y recalentar al día siguiente es casi una recomendación. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
400 gramos de porotos blancos secos (o 2 latas grandes cocidos), 2 chorizos colorados (pueden ser ahumados o picantes), 1 cebolla grande, 2 dientes de ajo, 1 zanahoria, 1 pimiento rojo, 2 tomates perita o 200 gramos de tomate triturado, 1 hoja de laurel, 1 cucharadita de pimentón dulce, 1 cucharadita de comino, sal, pimienta negra, aceite de oliva o girasol, caldo de verduras o agua (aproximadamente 1 litro).
Pocedimiento
- La noche anterior, coloca los porotos en un bol grande y cubrilos con abundante agua fría. Déjalos en remojo entre 8 y 12 horas. Al día siguiente, escurrilos, enjuágalos bien y hervilos en una olla con agua limpia durante 45 a 60 minutos o hasta que estén tiernos pero no deshechos. Escurre y reserva. Si usas porotos enlatados, simplemente enjuagalos y escurrelos bien antes de usar.
- Pela los chorizos si tienen tripa, y cortalos en rodajas gruesas o cubos. En una olla grande con un chorrito de aceite, dora los trozos de chorizo a fuego medio hasta que suelten parte de su grasa y se vean dorados por fuera. Esto dará mucho sabor al guiso. Retiralos con una espumadera y reserva.
- En la misma olla (sin limpiar para aprovechar los jugos del chorizo), agrega la cebolla picada fina, los dientes de ajo picados o machacados, la zanahoria en cubos pequeños y el pimiento rojo también picado. Cocina todo a fuego medio durante unos 10 minutos, removiendo cada tanto, hasta que las verduras estén tiernas y ligeramente doradas.
- Suma al sofrito el pimentón, el comino y la hoja de laurel. Revuelve rápidamente para que no se quemen y, acto seguido, agrega los tomates picados o el tomate triturado. Cocina unos 5 minutos más para que se integren los sabores.
- Añade los porotos ya cocidos y el chorizo dorado a la olla. Mezcla bien todo y cubre con caldo caliente o agua (entre 750 ml y 1 litro, según qué tan caldoso lo quieras). Lleva a hervor suave.
- Baja el fuego al mínimo y cocina durante 25 a 30 minutos con la olla semi tapada, revolviendo ocasionalmente. Esto permite que los sabores se integren y que el líquido reduzca ligeramente. Si usaste porotos enlatados, puedes reducir el tiempo de cocción a unos 15–20 minutos.
Prueba el guiso y ajustá sal y pimienta a gusto. Si te gusta más espeso, puedes pisar unos pocos porotos con un tenedor y mezclar para espesar naturalmente. También puedes agregar un chorrito de aceite de oliva justo antes de servir.
Sirve caliente, acompañado de pan crujiente o arroz blanco. Puedes espolvorear con perejil fresco picado o un toque de ají molido si te gusta el picante. ¡Y a disfrutar!