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La mejor receta de galletas de avena y miel para principiantes

Aprende paso a paso y fácilmente a preparar unas deliciosas galletas de avena y miel con nuestra receta favorita e imbatible.
Receta casera de galletas de avena y miel: crujientes por fuera, suaves por dentro Foto: Shutterstock
Receta casera de galletas de avena y miel: crujientes por fuera, suaves por dentro Foto: Shutterstock

La receta de galletas de avena y miel es perfecta para quienes buscan una alternativa casera, nutritiva y sabrosa para el desayuno o la merienda. Con ingredientes sencillos y naturales, estas galletas combinan la fibra de la avena con la dulzura suave de la miel, dando como resultado un bocado tierno, dorado y lleno de sabor. Ideales para acompañar un o café, también son una excelente opción para incluir en las loncheras de los más pequeños.

A diferencia de las galletas procesadas que suelen contener conservantes y azúcares refinados, estas galletas caseras tienen un perfil más saludable y equilibrado. La avena aporta energía de liberación lenta, mientras que la miel actúa como endulzante natural y ayuda a conservar la humedad. Puedes personalizarlas fácilmente agregando frutos secos, pasas, chips de chocolate o incluso semillas. Esta versatilidad, sumada a su facilidad de preparación, convierte a estas galletas en una de las favoritas en cualquier hogar. ¡Vamos a la receta!

Las galletas de avena surgieron como una alternativa nutritiva frente a los postres tradicionales. Fuente: Shutterstock

Ingredientes

150 g de copos de avena tradicionales, 100 g de harina de trigo integral (o todo uso), 100 g de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente), 100 g de miel líquida, 50 g de azúcar moreno, 1 huevo grande, 1 cucharadita de extracto de vainilla, 1 cucharadita de polvo de hornear, 1/2 cucharadita de canela molida (opcional), 1 pizca de sal.

 

Procedimiento

  1. Antes de comenzar, precalienta el horno a 180?°C (calor arriba y abajo, sin ventilador). Forra una bandeja grande para horno con papel vegetal o una lámina de silicona. Asegúrate de tener todos los ingredientes listos, medidos y a temperatura ambiente para facilitar el mezclado.
  2. En un bol grande, mezcla los copos de avena, la harina integral, el polvo de hornear, la canela (si la usas) y la pizca de sal. Remueve bien con una cuchara o varilla para que todos los ingredientes secos queden bien integrados.
  3. En otro recipiente, coloca la mantequilla blanda, el azúcar moreno y la miel. Bate con una batidora eléctrica o manualmente con varillas hasta obtener una mezcla cremosa. Añade el huevo y el extracto de vainilla, y sigue batiendo hasta que todo esté completamente incorporado.
  4. Añade poco a poco los ingredientes secos a la mezcla húmeda, integrándolos con una espátula o cuchara de madera. No es necesario batir demasiado, solo lo justo para que se forme una masa homogénea. La textura debe ser húmeda pero manejable. Si la mezcla está muy blanda, puedes dejarla reposar en la nevera 10–15 minutos.
  5. Con ayuda de una cuchara o con las manos ligeramente húmedas, toma porciones de masa y forma bolitas del tamaño de una nuez. Colócalas sobre la bandeja de horno, dejando espacio entre ellas, ya que se expanden al hornearse. Si prefieres galletas más planas, aplástalas suavemente con el dorso de una cuchara.
  6. Introduce la bandeja en el horno precalentado y hornea durante 12 a 15 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados. Las galletas seguirán cocinándose un poco tras salir del horno, así que no te preocupes si el centro parece un poco blando al sacarlas.
Pueden llevar frutas secas, nueces, chocolate o especias como canela y jengibre. Fuente: Shutterstock


Una vez fuera del horno, deja que las galletas reposen 5 minutos en la bandeja antes de pasarlas con cuidado a una rejilla para que se enfríen por completo. Al enfriarse, se endurecen ligeramente y adquieren su textura ideal: crujientes por fuera y suaves por dentro.
Estas galletas están listas para disfrutarse una vez frías, aunque también son deliciosas aún tibias. Puedes guardarlas en un frasco hermético por hasta 5 días, o congelarlas para conservarlas más tiempo. Si decides personalizarlas con ingredientes adicionales como nueces o pasas, agrégalos junto con los secos en el paso 2.

Estas galletas de avena y miel no solo son fáciles de hacer, sino que también te ofrecen una opción más nutritiva y deliciosa para cualquier momento del día. ¡Y a disfrutar!