Riquísima receta de arrollado de pollo para toda la familia

Esta receta de arrollado de pollo es ideal para una comida especial, una cena liviana o como plato frío en una picada. Su presentación en forma de rollo lo hace vistoso y apetecible, mientras que su sabor equilibrado entre lo suave del pollo y el relleno elegido conquista todos los paladares. El arrollado es una preparación muy versátil, ya que puede servirse caliente acompañado de una guarnición, o frío en rodajas finas, ideal para un picnic, una reunión familiar o una entrada elegante. Además, permite múltiples combinaciones de ingredientes: desde verduras, quesos y jamón hasta rellenos más innovadores como frutos secos o hierbas aromáticas.
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El arrollado de pollo es también una gran alternativa para quienes buscan una opción sin harina y rica en proteínas. Si bien puede parecer elaborada, esta preparación es fácil y no requiere técnicas complicadas. Solo se necesita un poco de organización para cocinar el pollo, armar el rollo y darle el tiempo de reposo necesario para que mantenga su forma. En este paso a paso detallado te enseñaremos cómo lograr un arrollado firme, sabroso y jugoso, perfecto para cualquier ocasión. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
600 g de pechuga de pollo deshuesada y sin piel, 2 huevos, 1 zanahoria rallada, 100 g de jamón cocido, 100 g de queso en fetas (tipo mozzarella, dambo o cremoso), 1 cucharadita de ajo en polvo, 1 cucharadita de sal, 1/2 cucharadita de pimienta negra, 1 cucharadita de orégano seco, 2 cucharadas de queso rallado, 1 cucharadita de mostaza (opcional), film plástico apto para cocción o papel manteca, aceite en spray o una cucharadita para engrasar.
Procedimiento
- Comienza cortando las pechugas de pollo en trozos medianos. Colócalos en el vaso de una procesadora de alimentos o licuadora potente. Tritura el pollo hasta obtener una masa homogénea, sin grumos. Si no tienes procesadora, puedes pedir en la carnicería que piquen el pollo, o usar pollo ya cocido y desmenuzado, aunque la textura final será algo diferente.
- Vierte el pollo procesado en un bol. Añade los huevos, el ajo en polvo, la sal, la pimienta, el orégano, el queso rallado y la mostaza si decides usarla. Mezcla bien hasta obtener una masa suave y unificada. Esta mezcla será la “base” del arrollado que contendrá el relleno.
- Sobre una hoja grande de film plástico o papel manteca levemente aceitado, extiende la mezcla de pollo formando un rectángulo de aproximadamente 1 cm de grosor. Trata de que quede parejo para que se cocine de forma uniforme. Este paso es importante, ya que de aquí dependerá que el arrollado tenga buena forma y consistencia.
- Distribuye sobre la masa de pollo una capa de jamón cocido, una capa de queso en fetas y, por último, la zanahoria rallada. Puedes agregar también espinaca cocida, morrones asados o aceitunas si deseas un toque distinto. Deja unos 2 cm de margen en los bordes para que al enrollar no se desborde el relleno.
- Con ayuda del film o papel, comienza a enrollar desde uno de los extremos más largos, presionando suavemente para que quede compacto, pero sin que se rompa. Una vez que tengas el rollo formado, envuélvelo firmemente con el mismo film o papel, girando los extremos como si fuera un caramelo. Si usas film, asegúrate de que sea apto para cocción o coloca el rollo dentro de una bolsa de cocción para horno.
- Lleva el rollo al horno precalentado a 180°C, dentro de una fuente apta. Si está envuelto en papel manteca, puedes cubrirlo con papel aluminio para evitar que se seque. Cocina durante 40–45 minutos. Si prefieres, puedes cocinarlo al vapor o hervido (dentro del film) durante 30–35 minutos.
- Una vez cocido, retira del horno y deja enfriar unos 15 minutos antes de quitar el envoltorio. Para obtener cortes perfectos, es mejor llevar el arrollado a la heladera por al menos una hora antes de rebanarlo. Así tomará firmeza y no se desarmará al cortarlo.
Sirve el arrollado en rodajas finas si lo usas como entrada o fiambre, o en porciones más grandes si lo acompañas con puré, ensalada o arroz. También puedes gratinarlo con queso por encima y darle un golpe de horno antes de llevar a la mesa. ¡Y a disfrutar!