Las mejores albóndigas caseras con salsa: trucos y consejos

Las albóndigas con salsa son un plato clásico y reconfortante que ha sido parte de la cocina de muchas culturas alrededor del mundo. Desde las tradicionales albóndigas italianas bañadas en salsa de tomate hasta las variantes suecas con salsa cremosa, cada región tiene su propia interpretación de esta deliciosa receta. En este caso, presentamos una versión de albóndigas con salsa de tomate que destaca por su sencillez y sabor, perfecta para una comida familiar o una ocasión especial.
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Este platillo combina la suavidad de la carne molida, generalmente una mezcla de res y cerdo, con especias como el ajo, perejil, comino y pimentón, lo que le otorga un sabor equilibrado y profundo. Las albóndigas se doran ligeramente antes de terminar su cocción en una rica salsa de tomate, que se enriquece con cebolla, ajo, vino tinto y un toque de azúcar para equilibrar la acidez.
Servidas sobre pasta, arroz o acompañadas de un buen pan, las albóndigas con salsa son una opción deliciosa y versátil. Además, es un plato que se puede preparar con antelación, lo que lo convierte en una excelente opción para aquellos que buscan una comida reconfortante y fácil de recalentar al día siguiente. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
Para las albóndigas: 500 g de carne molida mixta (res y cerdo), 1 huevo grande, 60 g (1/2 taza) de pan rallado, 60 ml (1/4 taza) de leche, 1 cebolla pequeña finamente picada, 2 dientes de ajo picados finamente, 2 cucharadas de perejil fresco finamente picado, 1 cucharadita de sal, 1/2 cucharadita de pimienta negra, 1/2 cucharadita de comino, 1/2 cucharadita de pimentón dulce (opcional), aceite de oliva para freír.
Para la salsa: 400 g de tomates triturados (una lata), 1 cebolla pequeña finamente picada, 2 dientes de ajo finamente picados, 200 ml de caldo de carne, 100 ml de vino tinto (opcional), 1 cucharada de perejil fresco picado, 1 hoja de laurel, sal al gusto, pimienta negra al gusto, 1 cucharadita de azúcar, 2 cucharadas de aceite de oliva.
Procedimiento
- En un tazón pequeño, mezcla el pan rallado con la leche y déjalo reposar durante 5-10 minutos hasta que el pan se empape bien. Esto hará que las albóndigas queden más suaves y jugosas.
- En una sartén pequeña, calienta un chorrito de aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla picada y el ajo, y sofríe durante 3-4 minutos, o hasta que estén suaves y translúcidos. Deja enfriar un poco.
- En un bol grande, coloca la carne molida (puedes usar mitad de res y mitad de cerdo para un sabor más complejo). Añade el huevo, el pan rallado remojado, la mezcla de cebolla y ajo salteados, el perejil fresco, sal, pimienta, comino y pimentón. Mezcla todo con las manos o una cuchara grande hasta que los ingredientes estén bien integrados, pero sin amasar demasiado para que las albóndigas no queden duras.
- Con las manos ligeramente humedecidas, forma bolas de carne del tamaño de una nuez grande (aproximadamente 3-4 cm de diámetro). Colócalas en un plato o bandeja.
- En una sartén grande, calienta suficiente aceite de oliva a fuego medio. Fríe las albóndigas en tandas para que no se amontonen, dándoles vuelta de vez en cuando para que se doren de manera uniforme por todos los lados. No es necesario que se cocinen completamente, ya que se terminarán en la salsa. Sácalas y déjalas escurrir sobre papel absorbente.
- En la misma sartén donde doraste las albóndigas (retira el exceso de aceite si es necesario), añade un poco más de aceite de oliva si hace falta. Agrega la cebolla y el ajo picados, y sofríe a fuego medio hasta que estén dorados y suaves, unos 5 minutos.
- Si usas vino tinto, agrégalo a la sartén y cocina durante 2-3 minutos, raspando el fondo de la sartén con una cuchara de madera para desglasar los sabores caramelizados que quedaron de las albóndigas.
- Una vez que el vino se haya reducido un poco, incorpora los tomates triturados, el caldo, la hoja de laurel, perejil picado, sal, pimienta y el azúcar. Deja que la salsa hierva a fuego lento durante unos 10-15 minutos para que se espese y se mezclen los sabores.
- Cocinar las albóndigas en la salsa: Vuelve a colocar las albóndigas en la sartén con la salsa y cocina a fuego lento durante 10-15 minutos, hasta que estén completamente cocidas y hayan absorbido el sabor de la salsa.
Sirve las albóndigas con salsa sobre arroz, pasta o puré de patatas. Espolvorea un poco más de perejil fresco por encima para darle un toque final. ¡Y listo! Tienes unas deliciosas albóndigas con salsa perfectas para cualquier comida. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a [email protected] te contestaremos a la brevedad.