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Receta fácil de polenta con gorgonzola cremosa y deliciosa

Aprende paso a paso y fácilmente a preparar una deliciosa polenta con gorgonzola con nuestra receta favorita e imbatible.

Napsix martes, 12 de noviembre de 2024 · 18:02 hs
Receta fácil de polenta con gorgonzola cremosa y deliciosa
Polenta con queso gorgonzola: receta italiana en pocos minutos Foto: Shutterstock

La polenta con gorgonzola es un plato reconfortante y cremoso que combina dos elementos clásicos de la cocina italiana: la polenta y el queso gorgonzola. La polenta, hecha a base de harina de maíz, ha sido un alimento básico en el norte de Italia durante siglos. Su textura suave y su sabor neutro la convierten en el lienzo perfecto para combinaciones con quesos y hierbas, aportando calidez y saciedad en cada bocado.

La polenta tiene sus orígenes en el norte de Italia, en regiones como Lombardía y Véneto, donde se considera un plato básico y ha sido tradicionalmente preparada como comida de invierno. Fuente: Shutterstock

El gorgonzola, un queso azul italiano famoso por su sabor picante y cremosidad, añade profundidad y un contraste delicioso a la suavidad de la polenta. Este queso, originario de la región de Lombardía, es reconocido mundialmente y otorga a la polenta un toque especial que la eleva de un plato humilde a una experiencia gastronómica única.

La polenta con gorgonzola es ideal para días fríos, cenas acogedoras o cuando buscas un plato italiano auténtico que sea sencillo de preparar. Además, la polenta es naturalmente libre de gluten, por lo que es una excelente opción para quienes necesitan alternativas al trigo. Prepárate para disfrutar de un plato con historia, sabor intenso y una textura increíblemente cremosa. ¡Vamos a la receta!

En la antigüedad, la polenta se cocinaba en grandes calderos de cobre y se removía por horas hasta que adquiría una consistencia espesa. Hoy en día, la versión de cocción rápida es mucho más práctica. Fuente: Shutterstock

Ingredientes

1 litro de agua, 1 cucharadita de sal gruesa, 250 gramos de polenta de cocción rápida, 30 gramos de mantequilla, 50 gramos de queso parmesano rallado, 100 gramos de queso gorgonzola (preferiblemente del tipo dolce), 100 ml de crema de leche, pimienta negra recién molida al gusto, 1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada de perejil fresco picado (opcional).

 

Procedimiento

  1. En una olla grande, calienta 1 litro de agua a fuego medio-alto. Cuando el agua esté a punto de hervir, añade 1 cucharadita de sal gruesa y, poco a poco, incorpora los 250 gramos de polenta en forma de lluvia, removiendo constantemente con una cuchara de madera o batidor de alambre para evitar que se formen grumos. La polenta de cocción rápida generalmente tarda entre 3 y 5 minutos en espesar. Continúa removiendo hasta que obtengas una textura cremosa y espesa.
  2. Una vez que la polenta haya alcanzado la consistencia deseada, reduce el fuego a bajo y agrega 30 gramos de mantequilla. Remueve hasta que la mantequilla esté completamente derretida e integrada. Esto aportará un extra de cremosidad a la polenta. Luego, incorpora los 50 gramos de queso parmesano rallado y mezcla hasta que esté bien derretido y distribuido. El parmesano le dará un toque de sabor intenso y un poco de salinidad.
  3. En una sartén pequeña, calienta 100 ml de nata a fuego bajo. Corta 100 gramos de gorgonzola en cubos pequeños para que se derrita más fácilmente y agrégalo a la nata. Cocina a fuego lento, removiendo constantemente, hasta que el queso gorgonzola se derrita por completo y se mezcle con la nata, formando una salsa suave y homogénea. Ajusta la cantidad de gorgonzola según tu preferencia; puedes usar más si deseas un sabor más intenso o menos si prefieres un toque más suave. Sazona con un poco de pimienta negra recién molida al gusto.
  4. Vierte la polenta en platos individuales o en una fuente grande para compartir. Haz un hueco en el centro y vierte generosamente la salsa de gorgonzola caliente sobre la polenta. Puedes darle un toque final añadiendo un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima para realzar los sabores y añadir una textura suave y brillante.
La polenta está hecha de harina de maíz, lo que la hace naturalmente libre de gluten y una excelente alternativa para quienes buscan evitar el trigo en su dieta. Fuente: Shutterstock


Para añadir frescura y color, esparce 1 cucharada de perejil fresco picado sobre la polenta con gorgonzola (opcional). Sirve la polenta inmediatamente, mientras está caliente y cremosa. Puedes acompañarla con una ensalada de hojas verdes o unas rebanadas de pan rústico para una experiencia completa.

Esta polenta cremosa con gorgonzola es versátil ya que puedes personalizarla según tus gustos. El sabor robusto del gorgonzola se equilibra con la suavidad de la polenta, creando un plato perfecto para días fríos o para cuando buscas algo reconfortante y lleno de sabor. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.

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