Pan brioche para principiantes: receta simple y sabrosa
Aprende paso a paso y fácilmente a preparar un delicioso brioche con nuestra receta favorita e imbatible ¡manos a la obra!
El brioche es un pan de origen francés que se distingue por su textura ligera, suave y esponjosa, gracias a su alto contenido de mantequilla y huevos. Aunque técnicamente es un pan, su consistencia rica y su sabor ligeramente dulce lo hacen casi un cruce entre pan y pastel. El brioche ha sido parte de la gastronomía francesa desde el siglo XVII y, a lo largo de los siglos, ha ganado popularidad en todo el mundo por su versatilidad y delicioso sabor.
Este pan suele servirse en el desayuno o como acompañamiento en comidas, pero también es ideal para preparaciones más elaboradas, como tostadas francesas o para usar como pan para hamburguesas gourmet. Tradicionalmente, el brioche se elabora en forma de pan o en pequeñas bolitas con una característica "cabeza" o nudo en la parte superior, conocido como brioche à tête.
La preparación del brioche requiere tiempo y paciencia debido al proceso de fermentación, que permite desarrollar su característico sabor y textura. Sin embargo, el esfuerzo vale la pena, ya que el resultado es un pan dorado, de miga suave y un aroma irresistible a mantequilla. Perfecto para cualquier ocasión, el brioche es una muestra del arte de la panadería francesa en su máxima expresión. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
Masa de brioche: 500 g de harina de fuerza (harina de panadería o harina con alto contenido de gluten, ideal para panes esponjosos), 60 g de azúcar (puedes usar azúcar común o azúcar de caña), 10 g de sal (preferentemente sal fina), 10 g de levadura seca de panadería (si usas levadura fresca, necesitarás unos 20 g), 5 huevos grandes (aproximadamente 250 g en total, pesados sin cáscara), 250 g de mantequilla sin sal (fría y cortada en cubos pequeños), 50 ml de leche entera (tibia, unos 37°C para ayudar a activar la levadura).
Para dar brillo: 1 huevo batido (para barnizar antes de hornear), 1 cucharada de leche (opcional, para mezclar con el huevo).
Procedimiento
- Si usas levadura seca, disuélvela en la leche tibia junto con una cucharada de azúcar (tomada de los 60 g que necesitas para la receta). Deja reposar durante 5-10 minutos hasta que se forme espuma en la superficie. Esto indica que la levadura está activa. Si usas levadura fresca, simplemente disuélvela en la leche sin necesidad de dejar reposar.
- En el bol de una batidora (preferiblemente con gancho para amasar), coloca la harina, el resto del azúcar y la sal. Mezcla estos ingredientes secos a velocidad baja hasta que estén bien combinados.
- Con la batidora a baja velocidad, agrega poco a poco los huevos, uno por uno, hasta que estén completamente incorporados a la mezcla de harina. Aumenta ligeramente la velocidad y mezcla hasta obtener una masa homogénea.
- Vierte la mezcla de leche y levadura en el bol y sigue mezclando a velocidad media hasta que la masa comience a unirse y despegue de los lados del bol. Esto puede tardar unos 5-7 minutos
- Ahora, comienza a agregar los cubos de mantequilla fría, uno a uno, sin dejar de mezclar. Asegúrate de que cada porción de mantequilla esté completamente integrada antes de añadir el siguiente cubo. Este proceso puede tardar entre 7-10 minutos. La masa será suave y ligeramente pegajosa, pero debe ser elástica.
- Si amasas a mano, este proceso será un poco más largo y la mantequilla puede ablandarse más rápido. Usa una espátula para ayudarte a manipular la masa si se pega demasiado.
Fermentación
- Primer levado: Una vez que la mantequilla esté completamente incorporada y la masa tenga una textura suave y elástica, forma una bola con la masa y colócala en un bol ligeramente engrasado. Cubre con un paño limpio o papel film y deja reposar en un lugar cálido hasta que duplique su tamaño, lo que puede tardar de 1 a 2 horas, dependiendo de la temperatura ambiente.
- Después de que la masa haya levado, desgasifícala suavemente con las manos (presiona para liberar el aire) y cúbrela con film transparente. Lleva la masa al refrigerador por al menos 4 horas, preferiblemente durante toda la noche. Esto ayudará a que sea más fácil de manipular y a desarrollar mejor sabor.
Forma los brioches
- Una vez que la masa esté fría, divídela en dos partes si vas a hacer panes grandes, o en porciones más pequeñas si prefieres brioches individuales. Puedes formar bolas o darle la forma tradicional de brioche à tête (con una bolita de masa pequeña en la parte superior).
- Coloca las piezas de masa en moldes de brioche o en moldes de pan engrasados.
Segundo levado
- Cubre las piezas con un paño húmedo o plástico film y deja que suban por segunda vez en un lugar cálido hasta que casi dupliquen su tamaño, aproximadamente 1-2 horas.
Hornea
- Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- Antes de hornear, bate el huevo con la leche y barniza la superficie de los brioches suavemente con un pincel de cocina.
- Hornea los brioches grandes durante 30-35 minutos, o los pequeños durante 15-20 minutos, hasta que estén dorados en la superficie. Si al final del horneado se doran demasiado rápido, cúbrelos con papel aluminio.
- Deja que los brioches se enfríen un poco antes de desmoldarlos.
Si deseas un brioche con un toque dulce, puedes añadir un poco de ralladura de limón o naranja a la masa. Para un sabor más intenso, puedes sustituir parte de la mantequilla por mantequilla clarificada o mantequilla marrón.
¡Saborea tu delicioso brioche, ideal para acompañar con mermeladas, chocolate, o simplemente con una buena taza de café o té! ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.