Quedarán como nuevas, paso a paso para limpiar ollas quemadas sin esfuerzo

En ocasiones, nuestras ollas favoritas pueden verse afectadas por acción del descuido. Sí, a muchos nos ha ocurrido que dejamos una comida por más tiempo del que era preciso y se quemó todo. Cuando eso sucede, las ollas también sufren y adquieren un tono negro preocupante que nos hace creer que nunca más volveremos a encontrarnos con un espacio limpio. Si esto te ha ocurrido, no te asustes, dado que existe un paso a paso mucho más sencillo de lo que crees para dejar esa pesadilla atrás.

Observar una olla ennegrecida o quemada por un descuido, es algo normal. Sin embargo, eso no nos da aliento y lo primero que aparece es la preocupación sobre si estos imprescindibles objetos de cocina se perderán para siempre o bien, si existe algún remedio casero capaz de dar fin al problema.

Frente a esto, se puede aplicar un paso a paso sencillo, rápido de hacer y económico, dado que no necesitarás productos caros o imposibles de conseguir. En este sentido, para limpiar tus ollas quemadas solamente vas a precisar de agua, bicarbonato de sodio, detergente o jabón de cocina y una esponja. Con eso, sumado a un espacio cómodo para lavar, será suficiente.

Para comenzar, ponte unos guantes para cuidar la piel y entonces evalúa el estado general de la olla. Revisa si este problema es exclusivo de la parte externa o si también habrá que limpiar por dentro. Sobre esto, ten en cuenta que mientras antes ocurrido el evento limpies, más sencillo será el procedimiento.

Una vez que estés listo, espolvorea un poco de bicarbonato de sodio sobre la zona a limpiar, añade unas gotas de detergente y unas gotas de agua. Aprovechando la parte más dura de la esponja, comienza a fregar con movimientos circulares. Verás que las manchas negras comienzan a desaparecer de la olla.

En esto, también podrás usar un estropajo, aunque si lo haces debes ser muy cuidadoso para no rayar la olla. De todos modos, en el interior usa exclusivamente la esponja, dado que podrías afectar al teflón. 

A medida que vayas limpiando, necesitarás enjuagar con abundante agua y renovar el paso a paso, para ir quitando las manchas más difíciles. Por último, cuando hayas finalizado, tendrás que limpiar tu olla como lo haces normalmente, secarla y guardarla en su propio espacio. ¡Quedará impecable!