Así fue la difícil infancia de Chespirito, el creador de 'El Chavo del 8'

Roberto Gómez Bolaños, o más conocido por Chespirito, se ganó el corazón de varias generaciones con sus entrañables personajes. El Chavo del 8, el Chapulín Colorado, el Doctor Chapatín, Chaparrón Bonaparte y Vicente Chambón, son los que él interpretó y a estos se suman los que creó: La Chilindrina, Quico, Don Ramón, Doña Florinda y muchos muchos más.

Si bien se lo conocía como una persona alegre que se encargaba de hacer reír y transmitir felicidad, lo que pocos saben es el lado b de su vida. La infancia del creador de la vecindad más famosa no fue de las más fáciles y aquí te contamos por qué.

El artista mexicano nació el 21 de febrero de 1929 y sus padres fueron Francisco Gómez y Elsa Bolaños Cacho. Además de él, la pareja tenía otros dos hijos y eran muy unidos. Sin embargo, cuando el comediante tenía seis años, sufrieron un gran golpe que cambió sus vidas. Su papá sufrió un derrame cerebral que, finalmente, lo llevó a la muerte. Desde ese momento, la familia Gómez-Bolaños comenzó un fuertísima crisis económica.

Por este motivo, Chespirito se acercó a un circo que se encontraba frente a su casa para colaborar en las funciones y recaudar dinero para contribuir en su hogar. Ese fue su primer contacto con el mundo artístico que lo marcó para siempre.

A sus 10 años, sufrió otro cimbronazo: un perro que había adoptado lo mordió y le trajo grandes complicaciones de salud. El actor debió ser sometido a un tratamiento antirrábico que lo llevó a abandonar la escuela por un año completo.

Tiempo después, quiso incursionar en el mundo del fútbol pero no prosperó. También probó suerte en la universidad en la carrera de ingeniería, pero debió abandonarla en segundo año porque necesitaba un empleo. Así fue como llegó a los medios de comunicación en su gran época de oro y gracias a su creatividad y talento logró ganarse un importante lugar.