Trastornos de sueño infantil: las causas por las que los niños no pueden dormir

Dormir es un proceso biológico muy complejo que está ligado a una gran cantidad de procesos y estímulos que deben actuar de forma sincrónica para no padecer de insomnio que nuestras horas de descanso sean de mala calidad. Al tratarse de una actividad tan importante, cuando los niños sufren trastornos de sueño, es probable que el problema se amplifique causando una deficiencia de atención, concentración y aprendizaje.

La resistencia o el miedo a dormir, las pesadillas, las interrupciones durante la noche o la imposibilidad para conciliar el sueño son algunos de los síntomas con los que se presenta este tipo de padecimiento.

Si este tipo de problemas es recurrente, lo mejor es consultar a un médico para obtener un diagnóstico sobre los motivos que provocan estas alteraciones y un tratamiento adecuado.

La importancia del sueño durante la infancia

Durante la etapa de desarrollo, los pequeños invierten la mayor cantidad del tiempo durmiendo. Con el tiempo, los requerimientos de descanso van disminuyendo.

Es por eso que desarrollar esta actividad de forma efectiva es importante. Según estudios científicos, un descanso deficiente puede provocar:

• Cambios de humor, irritabilidad y fatiga.
• Problemas de concentración y desorientación.
• Hiperactividad.
• Reducción en la velocidad de actuar y calcular.
• Dificultad en la memoria y aprendizaje.

Cuántas horas debe dormir según la edad

 Un adulto necesita entre 7 o 9 horas de sueño diario para poder mantenerse saludable y atento en los periodos de vigilia. En los niños, los requerimientos son mayores:

• 0 – 2 meses:5 – 18 horas
• 2 – 12 meses: 14 – 15 horas
• 1 – 3 años: 12 – 14 horas
• 3 – 5 años: 11 – 13 horas
• 5 – 12 años: 10 – 11 horas

Consejos para evitar el insomnio

Desde pequeños es importante que los adultos comiencen a marcar hábitos saludables que colaboren para conciliar el sueño. Por ejemplo, siguiendo rutinas con horarios establecidos para la alimentación, juegos y siestas.

Estimular esto con baños tibios, cuentos o canciones es una gran idea para comenzar a entrenar el organismo.

El colecho es un tema controvertido en el que todavía no existe consenso. Hay quienes indican que, a partir del año, los niños deben dormir en su propia habitación ya que mejora el descanso y reduce la probabilidad de muerte infantil por accidentes.

Sin embargo, otras investigaciones indican que ir a la cama junto a sus padres aumenta su sensación de seguridad y mejora el sueño.

El consumo de azúcares también es otro factor a tener en cuenta, ya que puede ser el causante de insomnio e hiperactividad si se hace en exceso.

A partir de los 2 años es fundamental que las siestas diurnas comiencen a ser más cortas y esporádicas para que el sueño nocturno sea de mayor calidad.