Imperdibles trucos para limpiar las manchas de humedad en las paredes

Las manchas de humedad en las paredes pueden aparecer por diferentes razones en los techos y paredes, ya sea problemas en las cañerías, estructurales o, simplemente, por cuestiones climáticas. Deshacerte de ellas es muy importante, no solo por cuestiones estéticas sino también higiénicas.

Es que los hongos que tienden a presentarse en techos y paredes pueden poner en riesgo la salud de tu familia ya que, según se estima, pertenecen comúnmente a las especies cladosporium, penicillium y alternaria, encargadas de ocasionar desordenes respiratorios.

A pesar de lo comprometidos que estemos con el orden y la limpieza del hogar, estas manchas de humedad suelen ser persistentes y volver a aparecer a los pocos días, por eso tienes que encargarte de colocar productos que quiten la suciedad y que dejen una barrera protectora.

Algunos productos caseros pueden ser de gran ayuda en esta tarea y no implicará que gastes mucho dinero.

Prevenir con sal

Si algún rincón de tu casa es propenso a la formación de hongos, una solución es utilizar sal para impedirlo. Solo se debe colocar un kilo de sal seca en un recipiente con boca ancha y dejarlo lo más cerca posible del lugar a tratar.

El gran poder absorbente de la sal impedirá que la humedad deje rastro en las paredes. Esto lo podrás comprobar a los pocos días al observar que la sal se ha ennegrecido. Allí es momento de renovarla.

Limpieza y protección

El cloro, lejía o lavandina son efectivos para retirar el moho, aunque no resulta la opción más saludable ya que esto puede irritar tus vías respiratorias y causarte mareos o dolores de cabeza si no lo utilizas en espacios bien ventilados.

Los mejores remedios naturales para reemplazarlo es el vinagre y el bicarbonato de sodio.

En el caso del vinagre se debe usar el blanco o de alcohol ya que este no dejará manchas en las superficies. Se debe diluir por la misma cantidad de agua en una botella con atomizador y rociarlo sobre el lugar que queremos limpiar. Después de dejar actuar durante 20 minutos, se tiene que pasar un paño seco.

El bicarbonato, en tanto, se tiene que mezclar con agua o jugo de limón y esparcir la pasta por la pared. También es aconsejable dejarlo actuar por al menos 30 minutos y luego quitar con un paño.

Ambas sustancias tienen poder antibacterial y eso hará que las manchas no reaparezcan fácilmente.