Amorosos: las 5 razas de perros que mejor se llevan con los gatos
Como perros y gatos también puede significar amor, unión y hermandad.
Existe un viejo y cimentando mito que dice que perros y gatos son enemigos naturales. La realidad marca que no debe ser precisamente así, incontables son las relaciones entre estas dos especies que se asimilan más a una hermandad que a una enemistad. Con buena socialización, educación y una convivencia amorosa, perros y gatos pueden ser grandes compañero que cuidan de si mutuamente.
Por esto mismo hoy veremos las razas de perros que poseen más paciencia y prestancia para entablar una relación con los felinos.
1. Bichón maltés: Un gato promedio lo supera en tamaño con facilidad. Suelen ser gentiles, amorosos y muy apegados; además una característica que poseen es su actitud tranquila. Tendrá buena predisposición para aceptar un pequeño felino y crecer conviviendo ambos.
2. Pomerania: Inteligentes y astutos, son la raza de perro que más se asemeja a un gato en su actitud; siendo casi tan arrogantes como los felinos. Quizás no de conviertan en grandes amigos, pero se adaptará rápido a la presencia de un gato, y se respetaran cada uno su espacio tolerándose.
3. Beagles: Bondadosos por naturaleza, no suelen tener problemas para vivir con otros animales, aunque pueden ser un tanto enérgicos lo que puede molestar a sus compañeros. Probablemente adopte rápido a un felino como parte de su familia; en este caso hay que ser más cuidadosos de que el gato no se exceda con el perro que de lo contrario.
4. Golden retriever: Extrovertidos y curiosos, quizás debas tener cuidado en un principio por los juegos bruscos que se puedan suscitar. Si adoptas a ambos de cachorros y crecen juntos puede que sean inseparables. Se trata de un perro cariñoso, aunque enérgico es tranquilo en el trato y muy bonachón y dulce.
5. Border collie: Una de las razas de perro que se destacan por su inteligencia, pese a ser una raza de pastoreo lo que suele ser una señal negativa para la convivencia con gatos, estos suelen ser un poco más suaves y cordiales que el resto. No debería haber ningún problema con que acepte una nueva mascota aunque sea un felino, la clave está en hacerlos fraternizar y presentarlos como pares.