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La trama política detrás de la masacre en Río de Janeiro: entre el fuego y el poder

De la condena a Jair Bolsonaro al avance del Comando Vermelho, Brasil enfrenta una crisis compleja en Río de Janeiro que refleja la polarización política.

Río de Janeiro atraviesa una crisis que refleja la polarización en Brasil.
Río de Janeiro atraviesa una crisis que refleja la polarización en Brasil.

El humo todavía cubría los morros de Penha y Alemão cuando las imágenes se viralizaron. El panic show fue transmitido por canales locales y redes sociales. Una ciudad sitiada: calles bloqueadas, casas agujereadas por las balas, cuerpos tendidos a plena luz del día. Río de Janeiro volvió a ser el escenario de una guerra que parece no tener fin ni para los brasileños ni para el continente.

Más de 120 personas murieron en el megaoperativo lanzado contra el Comando Vermelho, la facción criminal más antigua y poderosa del país. “Lo que pasó el fin de semana fue que el Comando Vermelho invadió una favela del TCP (Terceiro Comando Puro), y eso fue lo que disparó la operación”, explicó a MDZ Daniel Edler, investigador del Centro de Ciencias Sociales de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (ICS/UERJ), y aclaró que “el ministerio Público y la Policía Militar ya estaban haciendo operaciones contra el Comando Vermelho hace mucho”.

rio de janeiro
El embajador argentino en Brasil aseguró que no hubo argentinos involucrados durante la masacre en Río de Janeiro.

El embajador argentino en Brasil aseguró que no hubo argentinos involucrados durante la masacre en Río de Janeiro.

Para Edler, el operativo no modificó la estructura del grupo. “El Comando Vermelho y el TCP son organizaciones nacionales. Lo de ayer no interfiere en nada. La venta de drogas en Brasil representa solo el 20% de los ingresos. El 60% viene del tráfico internacional, principalmente de cocaína hacia Europa. Brasil se integró a las cadenas productivas de la cocaína”, señaló.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva reaccionó convocando a su ministro de Justicia y al jefe de la Policía Federal para viajar a Río. “No podemos aceptar que el crimen organizado siga destruyendo familias y propagando violencia”, publicó en X. Pero su llamado a la cooperación expuso una grieta política con el gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, aliado del bolsonarismo, que intenta capitalizar el operativo: “Ahora el gobernador está solo y el gobierno federal no ayuda. Hay una disputa política por detrás de todo esto”, analizó Edler.

Comando Vermelho brasil V

De la cárcel al poder: medio siglo del Comando Vermelho

La historia del Comando Vermelho comenzó en los años 70, en plena dictadura militar, dentro del Instituto Penal Cândido Mendes, en la isla Grande. Allí, presos políticos y delincuentes comunes convivieron en las mismas celdas.

Durante la amnistía de 1979, los presos políticos recuperaron la libertad, pero los ladrones de bancos quedaron atrás. Fue entonces cuando el grupo (primero conocido como Falange Vermelha) se reorganizó y, con el dinero de los asaltos, comenzó a invertir en un negocio más rentable: la cocaína.

Hoy, casi 50 años después, el Comando Vermelho controla más del 50% de las zonas dominadas por grupos armados en la Región Metropolitana de Río. Según Edler, “la falta de una política de seguridad coherente permitió que el crimen organizado se fortaleciera. Desde los años 80 seguimos aplicando las mismas estrategias: operativos esporádicos que dejan muchas víctimas, pero no afectan los mercados ilícitos”.

Brasil, Río de Janeiro, Comando Vermelho

No obstante, el apoyo popular a estas acciones represivas, es alto. “A las personas les gusta este tipo de operación. Según los sondeos, el 62% de los brasileños tiene buenos sentimientos hacia esta operación. La seguridad se volvió el tema principal. El Comando Vermelho y el TCP son los enemigos públicos del momento”, describió el investigador.

Brasil entre condenas y candidaturas

Mientras Río arde, el país es atravesado por otra batalla: la judicial. El expresidente Jair Bolsonaro fue condenado a 27 años de prisión por intento de golpe de Estado y abolición violenta del Estado de Derecho. Su defensa apeló, alegando violaciones al derecho a la defensa y una confesión “viciada”.

Jair Bolsonaro lució la tobillera electrónica impuesta por el Supremo Tribunal Federal de Brasil

“La derecha intenta convertir la condena en una bandera política", explicó a MDZ el politólogo Mauricio Santoro, colaborador del Centro de Estudios Político-Estratégicos de la Marina Brasileña. "Pero el desgaste es evidente. Los gobernadores de São Paulo, Minas Gerais y Paraná serán los principales referentes opositores, no Bolsonaro.”

Al mismo tiempo, Lula da Silva confirmó su candidatura para 2026. “Tengo 80 años, pero la misma energía que a los 30”, dijo desde Indonesia. Su figura creció en medio de la polarización y de las sanciones de Estados Unidos. “La popularidad de Lula aumentó durante el conflicto con Washington , agregó Santoro. Se mostró como defensor de la soberanía brasileña frente a la presión externa, mientras la oposición se enredó en su defensa incondicional de Bolsonaro.”

https://www.bbc.com/mundo/articles/c8e1ny2ky45o
Lula da Silva ha dicho que los ingresos petroleros son necesarios para financiar las energías verdes. Los ambientalistas lo niegan.
Lula da Silva ha dicho que los ingresos petroleros son necesarios para financiar las energías verdes. Los ambientalistas lo niegan.

Edler, por su parte, advierte que el crimen organizado se volvió parte de esa disputa electoral: “La cúpula de la seguridad pública de Río son posibles candidatos. Estas operaciones tienen apoyo popular y un discurso político muy fuerte. Por ejemplo, no usan declaraciones técnicas para explicar el operativo, son declaraciones políticas”.

Quién es quién en Río de Janeiro

"Cláudio Castro tuvo un ascenso meteórico e inesperado en la política estatal de Río de Janeiro. Hasta 2018, era cantante de música religiosa y comenzó su carrera como concejal. Fue elegido vicegobernador gracias a la inesperada candidatura del juez Wilson Witzel, quien, con el apoyo de Bolsonaro, ganó las elecciones ese año. En 2021, tras la destitución de Witzel, Castro se convirtió en gobernador. Fue reelegido en 2022 con una amplia mayoría. Es un político conservador, aliado de Bolsonaro, pero su base política es algo frágil. Quienes realmente controlan la política estatal de Río son los diputados estatales en la Asamblea Legislativa, de cuyo apoyo depende Castro", señaló Santoro.

Rescpecto a Eduardo Paes, el alcalde de Río, menciona: "Cuenta con una larga trayectoria en la política municipal de Río de Janeiro. Actualmente cumple su cuarto mandato como alcalde, un récord, y lidera una coalición con aliados tanto de la derecha como de la izquierda. El alcalde inició su carrera política en el ámbito liberal de centroderecha, pero gradualmente adoptó posturas más izquierdistas, apoyando a Lula a cambio de ayuda del gobierno federal para una serie de importantes reformas y obras públicas en la ciudad".

La elección presidencial del año que viene es un eje que no puede soslayarse al mirar la crisis que atraviesa Río: "En 2026 se celebrarán elecciones para gobernador, y Paes será candidato. Se postuló para el cargo en 2018, pero perdió ante Witzel. En preparación para su candidatura, Paes retomó la defensa de una agenda conservadora, especialmente en materia de seguridad pública, buscando el voto de los habitantes de los pueblos pequeños del interior de Río, más conservadores que los de la capital. A pesar de ello, Paes sigue siendo un aliado de Lula", argumenta Daniel Santoro.

Comando Vermelho brasil II

En materia de política de seguridad, Edler sostiene que "Lula tiene miedo de la agenda de seguridad pública. Se dice que la izquierda en Brasil no tiene una agenda contra la criminalidad. Pero el problema es que la derecha tampoco tiene una agenda efectiva. Lula tiene menos habilidad política para lidiar con esta agenda”.

Brasil y Estados Unidos: una alianza tensa

Las sanciones de la administración Trump a Brasil (aranceles del 50% y restricciones a funcionarios judiciales) tensaron la relación bilateral. Washington justificó las medidas acusando a Lula de llevar adelante una “caza de brujas” contra Bolsonaro.

Sin embargo, esta presión fortaleció al presidente brasileño. Lula respondió con diplomacia. En su visita a Indonesia, aseguró que un acuerdo comercial con Estados Unidos “podría concretarse en cuestión de días”, aunque condicionó el diálogo a la retirada de los aranceles.

Donald Trump y Luiz Inácio Lula da Silva dpa
Aire para Brasil, se reunieron Donald Trump y Luiz Inácio Lula da Silva con resultado positivo. Foto Dpa

Aire para Brasil, se reunieron Donald Trump y Luiz Inácio Lula da Silva con resultado positivo. Foto Dpa

“Lula utilizó el conflicto con EE.UU. para reforzar su liderazgo regional y presentarse como un actor independiente, señaló Santoro. Su política exterior combina pragmatismo económico con soberanía nacional. En cambio, la oposición intenta recuperar agenda a través del tema de la seguridad y el crimen organizado, donde Lula todavía tiene flancos débiles.”

Asimismo, agrega: "La crisis en Río de Janeiro encaja perfectamente en esta estrategia: políticos de la oposición abogan por medidas represivas, inspiradas en Trump y, en menor medida, en Bukele, mientras que el gobierno federal condena los métodos violentos y centra su discurso en la protección de los derechos humanos de los habitantes de las favelas".

En el tablero brasileño, cada operativo, cada sanción y cada discurso se convierten en una pieza de una partida más grande. Río de Janeiro se volvió el espejo de esa tensión. Una ciudad partida entre el fuego y el poder.