El nuevo commodity global son los chips de la inteligencia artificial
El auge de los créditos garantizados con chips de inteligencia artificial consolida a NVIDIA y TSMC como activos estratégicos, reflejando la confianza global en su dominio y estabilidad de precios.

Los chips de inteligencia artificial ya son un activo valioso en la economía global.
Los préstamos respaldados por chips proliferan en el mundo de la inteligencia artificial (IA). Estos ofrecen una lectura más profunda de lo que significa el valor real de NVIDIA y TSMC. Lo que para muchos analistas es un riesgo financiero descomunal, en realidad revela algo muy claro: los mayores fondos de inversión del planeta confían en que las dos compañías más importantes de la cadena de chips dominarán y mantendrán sus precios en niveles extraordinarios.
Los prestamistas no tomarían esta apuesta si creyeran que la próxima generación de hardware perderá valor frente a la anterior. Por el contrario, su confianza se basa en la idea de que un chip que se vuelve obsoleto no pierde su relevancia de manera inmediata y que, aún cuando aparezca un sucesor, su precio no cae de forma drástica. Eso se traduce en una ratificación del valor estratégico de los chips y del control de NVIDIA y TSMC sobre la oferta mundial.
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La curva de precios de los chips de IA
Para entenderlo, hay que pensar en cómo funciona la tecnología en otros ámbitos. Un teléfono nuevo aparece y de inmediato el modelo anterior se abarata. La curva de precios es descendente y previsible. En el caso de las GPUs de NVIDIA, el efecto es distinto.
El nuevo modelo suele ser más caro, y eso provoca que el anterior se mantenga en un rango de precios elevado durante más tiempo. Esto significa que un chip “viejo” es valioso, porque es más accesible que el último y todavía indispensable para miles de empresas que necesitan capacidad de cómputo. Los prestamistas que aceptan estos chips como garantía están, en los hechos, apostando a que la obsolescencia en este mercado no es destructiva, sino gradual, y que la demanda creciente de IA sostendrá los precios incluso cuando aparezcan generaciones más potentes.
Históricamente ya se vio algo parecido en otras transiciones. Cuando se pasó de las GPUs A100 a las H100, no hubo un derrumbe de precios en el modelo anterior. Al contrario, se sostuvieron porque la avalancha de demanda absorbió toda la oferta disponible. Ese antecedente da un marco de confianza para suponer que el salto de H100 a B200 seguirá un patrón parecido. Para los bancos y fondos que prestan, esa memoria reciente es clave: saben que en este mercado un chip no se convierte en basura tecnológica de un día para otro.
Desafíos para el mercado secundario de GPUs
La parte más fascinante es la pregunta sobre si se consolida un mercado secundario de chips. En los bonos o en las acciones el proceso es simple, hay compradores y vendedores en mercados organizados y transparentes. Con los chips, en cambio, el problema es doble. Por un lado, son objetos físicos que se desgastan con el uso y que necesitan infraestructura especializada para operar. Por otro, no circulan hacia países con restricciones, como China, lo que limita su liquidez internacional. Un mercado secundario de GPUs debería ser controlado, casi parecido al de un commodity estratégico como el uranio o el oro, solo que aquí el productor es prácticamente único: NVIDIA, con TSMC como el fabricante que convierte ese diseño en materia tangible.
El chip como activo financiero global
Lo extraordinario de todo esto es que, en la práctica, NVIDIA y TSMC convirtieron sus productos en una especie de activo financiero global. No solo se compran para usarlos, también sirven como garantía para obtener miles de millones en préstamos. Eso transforma al chip en algo más que un componente electrónico: lo eleva a la categoría de activo estratégico mundial, respaldado por la confianza de los mayores inversores. La escasez actual y la forma en que los precios se sostienen, son una confirmación de que el poder de estas compañías no es solo tecnológico, sino también financiero. Quien mira este fenómeno desde afuera puede pensar que es arriesgado, pero lo que realmente muestra es que el valor de NVIDIA y TSMC está tan consolidado que hasta Wall Street está dispuesto a tomar sus chips como si fueran oro.
Las cosas como son.
Mookie Tenembaum aborda temas de tecnología como este todas las semanas junto a Claudio Zuchovicki en su podcast La Inteligencia Artificial, Perspectivas Financieras, disponible en Spotify, Apple, YouTube y todas las plataformas.