Así es el plan de Donald Trump para Gaza que hoy se discute en Egipto
El presidente de Estados Unidos impulsa una propuesta de 20 puntos que busca poner fin a la guerra entre Israel y Hamás. Las delegaciones se reúnen este domingo en El Cairo para definir los primeros pasos del acuerdo.
Donald Trump presentó un plan de paz que busca transformar Gaza en una zona desmilitarizada y abrir el camino hacia la reconstrucción del enclave.
EFEEgipto recibe este domingo a las delegaciones de Israel y Hamás para comenzar las conversaciones sobre la primera etapa del plan de paz propuesto por el presidente estadounidense Donald Trump. La meta es acordar un alto el fuego y liberar a todos los rehenes que siguen en manos del grupo islamista.
Fuentes de seguridad citadas por la agencia EFE confirmaron que el jefe negociador de Hamás, Jalil al Haya, tiene previsto llegar este mediodía a El Cairo procedente de Doha. Será la primera vez que abandona la capital catarí desde el 9 de septiembre, cuando Israel intentó asesinarlo junto a otros miembros de su delegación durante un ataque selectivo.
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Reuniones clave en El Cairo
Un informante egipcio, que pidió mantener el anonimato, indicó que a lo largo del día llegarán a Egipto delegaciones de alto nivel de Israel, Estados Unidos, Catar y el propio país anfitrión. La misión estadounidense estará encabezada por Steve Witkoff, enviado especial de Trump para Medio Oriente. Según la misma fuente, el objetivo de los encuentros es definir los “mecanismos y detalles” que permitirán poner en marcha la primera fase del plan del mandatario norteamericano.
La fuente precisó que la delegación israelí entregará a los mediadores mapas con las zonas previstas para la primera etapa de la retirada militar de Gaza, un paso considerado esencial para allanar el camino hacia la liberación de los rehenes. Los negociadores también abordarán la creación de condiciones sobre el terreno y discutirán los pormenores del intercambio de prisioneros y rehenes.
El viernes, Hamás anunció que acepta la liberación de todos los cautivos según lo establecido en el plan de Trump, aunque exigió que antes se garanticen “condiciones adecuadas sobre el terreno” para llevar adelante el proceso de intercambio.
Un plan con aval israelí y mediación internacional
El plan de paz de Donald Trump fue aceptado por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y cuenta con el respaldo de Washington. El texto propone un alto el fuego inmediato, seguido por un proceso gradual de retirada de las fuerzas israelíes y la entrada masiva de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
De acuerdo con el documento de la Casa Blanca, si ambas partes aceptan el esquema, la guerra se detendrá en el acto. En las primeras 72 horas, todos los rehenes —vivos o fallecidos— deberán ser devueltos. Israel, por su parte, liberará a 250 presos condenados a cadena perpetua y a 1.700 palestinos detenidos después del 7 de octubre de 2023, incluidos menores y mujeres.
Los ejes principales del plan de Trump
El plan completo abarca veinte puntos, pero puede resumirse en varios ejes centrales. En primer lugar, prevé que Gaza se convierta en una “zona libre de terrorismo y desradicalizada”, bajo la administración temporal de un comité técnico palestino que gestione los servicios públicos. Este comité será supervisado por una instancia internacional denominada Consejo de Paz, presidida por Trump e integrada por figuras internacionales como el ex primer ministro británico Tony Blair.
A nivel económico, la propuesta establece un programa global de reconstrucción que impulse la infraestructura, los hospitales y la vivienda, junto con la creación de una zona económica especial que incentive inversiones extranjeras y genere empleo. La entrada de ayuda humanitaria estará garantizada por la ONU y la Media Luna Roja, sin interferencias de las partes en conflicto.
En materia de seguridad, el plan contempla la formación de una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF) integrada por países árabes y occidentales. Este contingente entrenará a las fuerzas policiales palestinas y trabajará junto a Israel y Egipto para impedir el ingreso de armas. A medida que se consolide la estabilidad, el Ejército israelí se retirará de manera escalonada, con el compromiso explícito de no ocupar ni anexar territorio gazatí.
Por último, el documento establece un proceso de desmilitarización bajo supervisión internacional y un diálogo político que siente las bases para una futura autodeterminación palestina y la eventual creación de un Estado propio, condicionado al cumplimiento de las reformas institucionales y los estándares de seguridad.


