Italia: el Senado aprobó los cambios que complican la obtención de la ciudadanía

El Gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni dio un paso decisivo este jueves al conseguir que el Senado italiano aprobara por 81 votos contra 37 una polémica reforma que restringe severamente el acceso a la ciudadanía italiana.
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La medida, que continuará su trámite en Diputados la próxima semana donde se prevé su aprobación definitiva, limita la obtención del pasaporte italiano únicamente a hijos y nietos de ciudadanos italianos, excluyendo a bisnietos y generaciones posteriores.
El ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, principal impulsor de la iniciativa, defendió la reforma argumentando que "la ciudadanía debe ser un reconocimiento serio y consciente" y no un mero trámite burocrático. Según datos oficiales revelados por el propio ministerio, solo en 2023 unos 20.000 argentinos obtuvieron la ciudadanía italiana, cifra que aumentó a 30.000 en 2024, convirtiendo a nuestro país en el más afectado por estas nuevas restricciones.
La normativa establece que solamente quienes tengan un padre, una madre o un abuelo con ciudadanía italiana podrán acceder al documento europeo, cerrando la puerta a millones de potenciales solicitantes. El Gobierno de Meloni justificó la medida asegurando que con la legislación anterior hasta 80 millones de personas en todo el mundo podrían reclamar la nacionalidad, una cifra que consideran excesiva y problemática para el sistema.
Entre los fundamentos de la reforma, las autoridades italianas destacaron la necesidad de evitar la "comercialización de pasaportes" y fortalecer un "vínculo auténtico con Italia", que vaya más allá de lo burocrático e incluya aspectos culturales e identitarios. Además, no descartaron que en el futuro se impongan requisitos adicionales como demostrar conocimientos certificados del idioma italiano o vínculos concretos con la cultura y el territorio del país europeo.
Como contracara de las restricciones, la reforma incluye una enmienda que beneficiará a quienes debieron renunciar a su ciudadanía italiana para trabajar en otros países. Tajani anunció que estas personas podrán iniciar un proceso para recuperar su nacionalidad, una medida que según sus palabras "refuerza los vínculos de nuestro país con aquellos que, a pesar de vivir en el extranjero, son italianos hasta la médula".
Esta iniciativa ha provocado indignación entre miles de argentinos descendientes de italianos que tenían planes de tramitar la ciudadanía, especialmente en provincias con fuerte presencia de inmigración italiana como Mendoza.