Histórico descubrimiento helenístico y romano en Grecia

Un equipo de arqueólogos en Grecia halló una tumba que, tras siglos de uso como lugar de entierro, fue transformada en un santuario donde se "curaba" a las personas. Este santuario no fue lo único que se descubrió, y es que los arqueólogos encontraron objetos dentro de el, entre ellos se destacó un anillo de sello de oro con la imagen de Apolo y una serpiente vinculada a la sanación, además de pequeñas esculturas de partes del cuerpo humano, como dedos.
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El descubrimiento tuvo lugar en otoño de 2024 en la localidad de Chiliomodi, próxima a Corinto, en la región del Peloponeso. No obstante la noticia fue difundida en marzo del 2025 por el Ministerio de Cultura de Grecia.
La estructura funeraria, con forma aproximada de T, está compuesta por una cámara principal de 2,7 por 7,4 metros y una entrada cerrada por una losa similar a una puerta. Por sus características arquitectónicas, los especialistas estimaron que fue construida en el periodo helenístico, entre los años 323 y 30 a.C.
En el interior de la cámara principal, los arqueólogos localizaron un gran sarcófago y cinco estructuras rectangulares de mampostería adosadas a las paredes. En el sarcófago hallaron el esqueleto de una mujer, mientras que las demás tumbas habían sido saqueadas.
El monumento mantuvo su función funeraria durante varios siglos hasta que, entre los años 250 y 450 d.C., fue convertido en un santuario de curación.
En su interior, los arqueólogos recuperaron objetos pertenecientes a las épocas helenística y romana, entre ellos un anillo de oro con una piedra semipreciosa tallada con la imagen de Apolo, deidad vinculada a la medicina, acompañado de una serpiente, símbolo asociado a la sanación desde la antigüedad. También descubrieron monedas, hojas de oro de una corona, pequeños jarrones, elementos de hierro y bronce, frascos de perfume y cuentas de vidrio.
En el exterior de la tumba, los arqueólogos encontraron evidencias adicionales de su uso como santuario de curación. Entre los restos excavados en la tierra que la cubría, identificaron varios dedos de arcilla y parte de un brazo modelado en el mismo material. Estos elementos, conocidos como ofrendas votivas anatómicas, habrían sido dejados por personas que buscaron alivio para sus dolencias o como agradecimiento por la intervención de los dioses en su sanación.