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Un descubrimiento en Saqqara saca a la luz los misterios mejor guardados del antiguo Egipto

En una tumba de 4.000 años, arqueólogos encontraron inscripciones y pinturas que revelan la vida de un médico y sacerdote que habría atendido a un importante faraón.

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MDZ Mundo martes, 14 de enero de 2025 · 08:30 hs
Un descubrimiento en Saqqara saca a la luz los misterios mejor guardados del antiguo Egipto
La tumba tiene unos 4.100 años de antigüedad. Foto: Jam Press/Egyptian Ministry of Tourism and Antiquities

Arqueólogos anunciaron el descubrimiento de una tumba de 4.100 años de antigüedad decorada con pinturas murales y jeroglíficos en perfecto estado de conservación. La excavación tuvo lugar en Saqqara, una necrópolis vinculada a la antigua ciudad egipcia de Menfis. Según el equipo franco-suizo a cargo, la tumba podría haber pertenecido a un médico y sacerdote que habría servido a uno de los faraones más importantes del antiguo Egipto.

Entre los elementos destacados del descubrimiento se encontró una estela o falsa puerta funeraria grabada con el nombre "Tetinebefou". Este personaje fue identificado como un conocido médico y hechicero que ejerció durante el reinado de Pepi II, faraón de la Sexta Dinastía, cuyo gobierno se situó entre aproximadamente 2.305 y 2.118 a. C.

"Cuando comenzamos a limpiar el pozo que conduce a la cámara funeraria, apareció un elemento de piedra caliza: el dintel de la cámara, inscrito con jeroglíficos grandes y bellamente elaborados que repetían el nombre y los títulos de Tetinebefou", afirmó un blog traducido de los investigadores. “Era, sin duda, la tumba de nuestro médico. Pero aún quedaban muchas sorpresas por descubrir", agregaron.

La tumba estaba bien preservada. Foto: Jam Press/Egyptian Ministry of Tourism and Antiquities.

Las paredes del recinto estaban adornadas con pinturas vibrantes que, a pesar del paso del tiempo, mantenían colores vivos y detalles definidos. Las imágenes incluían representaciones de jarras, vasijas, joyas y patrones rectangulares. Una de las inscripciones calificaba al médico como "conjurador de la diosa Serqet", lo que indica que posiblemente trataba mordeduras y picaduras de animales venenosos como serpientes y escorpiones, según los mitos de la época.

Además, los jeroglifos lo describían como “director de plantas medicinales” y “jefe dentista”, títulos poco comunes en el Egipto de entonces.

"Sin duda, fue el médico principal de la corte real, por lo que habría atendido al faraón en persona”, declaró Philippe Collombert, líder del equipo e investigador de la Universidad de Ginebra. Sin embargo, la tumba había sido saqueada casi por completo, dejando ausentes los restos humanos y los objetos funerarios asociados al doctor. “Prácticamente todo fue sustraído”, agregó Collombert.

El Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto calificó el descubrimiento como un “enorme avance”, destacando que ofrece una “mirada al estilo de vida durante el Reino Antiguo” y enriquece el legado de Saqqara como uno de los sitios arqueológicos más relevantes de Egipto. También se halló un sarcófago de piedra con inscripciones que identificaban al médico por su nombre y títulos. Las investigaciones en el lugar continúan en desarrollo.

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