El hallazgo de 2.000 años de antigüedad en Alemania que desconcierta a investigadores
Arqueólogos descubrieron más de 250 agujeros de poste sin un patrón claro y una tumba de cremación en Harsewinkel, al noroeste de Alemania.
Arqueólogos realizaron un hallazgo inesperado en la localidad de Harsewinkel, al noroeste de Alemania, mientras inspeccionaban un terreno destinado a un futuro proyecto de construcción. El equipo inició la exploración debido a descubrimientos previos en la zona que habían revelado vestigios de un asentamiento medieval, según informó la Asociación Regional de Westfalia-Lippe en un comunicado del 5 de diciembre. Sin embargo, lo que encontraron superó sus expectativas iniciales y dejó a los investigadores desconcertados.
Durante la excavación, los expertos identificaron manchas de tierra descolorida, las cuales correspondían a huellas de antiguos postes de madera. Estas marcas, conocidas como agujeros de poste, son comunes en contextos arqueológicos y suelen ser los únicos indicios de estructuras de madera desaparecidas.
En este caso, se detectaron más de 250 agujeros de poste, pero sin un patrón discernible que sugiriera una estructura organizada. Una imagen del sitio muestra los agujeros marcados con banderas blancas, destacando la disposición aparentemente aleatoria de estas evidencias.
Sebastian Düvel, especialista de la asociación, indicó que el lugar carecía de las características típicas de un asentamiento y que se trataba de un hallazgo sin precedentes en la región. La sorpresa aumentó cuando los arqueólogos desenterraron una tumba de cremación aislada. Una fotografía del descubrimiento muestra el espacio funerario lleno de carbón, lo que suma intriga al contexto arqueológico del lugar.
El propósito del sitio en la Edad del Hierro sigue siendo un enigma. Los investigadores consideran diversas hipótesis, desde un espacio ritual hasta un cementerio o algún otro uso desconocido.
Las excavaciones en Harsewinkel continúan, y el equipo espera determinar la edad exacta del yacimiento mediante análisis de radiocarbono en restos de carbón recuperados. Harsewinkel, ubicada a unos 420 kilómetros al oeste de Berlín, se convierte así en el escenario de un descubrimiento que podría ofrecer nuevas perspectivas sobre las prácticas y estructuras de la época.