Extraordinario hallazgo de reliquias arqueológicas en Atenas

Empleados del Ministerio de Cultura de Grecia encontraron reliquias que concitan la atención de los expertos del mundo, ante este nuevo hallazgo arqueológico. Se trata de las insignias del rey bávaro Otón de Grecia, incluyendo la corona, el cetro y la espada, durante labores de restauración en el Palacio Real de Verano Tatoi, al norte de Atenas. 

Para el Ministerio de Cultura heleno se trató de un hallazgo sorpresivo de la arqueología, según lo dio a conocer durante las últimas horas en Atenas. Las autoridades puntualizaron que se había hablado y especulado mucho sobre las insignias reales de Otón, frecuentemente con mucha fantasía. 

Su importancia para el Estado griego, recalcó, continúa siendo extraordinaria hasta el día de hoy. 

Las insignias fueron producidas con oro y diversas aleaciones metálicas. Ahora serán restauradas y entregadas al Parlamento griego, que actualmente funciona en el antiguo palacio del rey Otón, en la céntrica plaza Sintagma de Atenas. Allí se expondrán en la sala de trofeos "Eleftherios Venizelos". 

El príncipe Otón de Baviera, de la casa Wittelsbach, gobernó como monarca de Grecia entre 1832 y 1862. De acuerdo con el Ministerio de Cultura, su corona y su cetro fueron forjados por los famosos orfebres parisinos Fossin et Fils. 

Las insignias habían sido encargadas en 1835 por el padre de Otón, Luis de Baviera, aunque no llegaron a tiempo para la coronación del joven rey en 1835. Otón de Grecia fue muy apreciado por los griegos. Se lo consideró un modernizador y protector en tiempos difíciles. 

Sin embargo, también hubo resistencia contra este monarca, quien en 1844 debió aprobar una Constitución, que dio paso al gobierno del primer ministro Andreas Metaxas. 

En 1862 el rey bávaro ya no pudo hacer frente a estos embates y abandonó el país, junto con su esposa Amalie, para regresar a Baviera. 

En 1959, las insignias de Otón fueron entregadas al entonces monarca griego Pablo en un acto festivo. Pero en 1974 la monarquía fue eliminada definitivamente en Grecia. 

Constantino de Grecia, el último rey griego, debió abandonar el país. Entre otros, quedó la residencia veraniega real y siempre se pensó también en las insignias del rey Otón. 

Estas insignias fueron finalmente encontradas "muy bien embaladas" y "bien mantenidas", de acuerdo con declaraciones de empleados del Ministerio de Cultura de Grecia. 

Dpa.