Preocupación

Crisis en Líbano: imponen toque de queda por repunte del coronavirus

Tras la explosión del puerto de Beirut que provocó un colapso sanitario y un aumento de los casos de coronavirus, las autoridades del país asiático anunciaron hoy que a partir del viernes próximo se implementará un toque de queda nocturno, que estará en vigencia al menos por dos semanas.

Redacción MDZ
Redacción MDZ martes, 18 de agosto de 2020 · 17:37 hs
Crisis en Líbano: imponen toque de queda por repunte del coronavirus
Foto: RT

A la crisis desatada en Líbano por la explosión del puerto de Beirut que provocó un colapso sanitario y multitudinarias manifestaciones, se le sumó en los últimos días un repunte de los casos de coronavirus, por lo que las autoridades del país asiático anunciaron hoy que a partir del viernes próximo se implementará un toque de queda nocturno.

La drástica medida fue anunciada este martes por el ministro de Salud libanés, Hamad Hasán, quien explicó que el confinamiento comenzará el viernes y se prolongará dos semanas, según informaron agencias internacionales citadas por Télam.

Hasta el 6 de septiembre, los libaneses tendrán prohibido circular en las calles de 18 a 6 y los comercios deberán cerrar a las 17, mientras que el aeropuerto de Beirut permanecerá abierto y quedarán exceptuados de la nueva disposición los viajeros con pasajes.

Tras la explosión en Beirut producida el pasado 4 de agosto en el interior del puerto, que causó cientos de muertes y miles de damnificados, se han acumulado 3.464 nuevos enfermos de Covid-19, es decir un tercio del total acumulado de infectados desde el inicio de la pandemia. Sin embargo y con un ligero descenso respecto a las cifras oficiales informadas ayer, cuando se registraron 456 infecciones, hoy se detectaron 421 nuevos contagios.

En total, desde el inicio de la pandemia, Líbano registra 9.758 personas contagiadas de Covid-19 y más de 100 víctimas mortales.

El toque de queda se pone en vigencia para alivianar las consecuencias del colapso del sistema sanitario también sufrido por el país luego de que más de 6.000 ciudadanos resultaran heridos y cuatro hospitales y la mitad de los centros de salud de la capital quedaran fuera de servicio por los daños, como consecuencia de la explosión. Además, 300.000 ciudadanos libaneses se quedaron sin hogar desde principios de agosto, lo que también facilitó una mayor propagación del virus en el país que atraviesa una de las peores crisis económicas desde su guerra civil (1975-1990).

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