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¿Cómo es la vuelta a las clases en el mundo?

Hoy hay más de 120 países que continúan con sus escuelas cerradas por el Covid-19. Varios informes señalan que la interrupción de clases puede profundizar las desigualdades educativas. Las autoridades analizan cómo garantizar medidas de higiene y distanciamiento que eviten el contagio.

Catalina Roig viernes, 19 de junio de 2020 · 06:55 hs
¿Cómo es la vuelta a las clases en el mundo?

Debido a la pandemia de la COVID-19, 194 países tuvieron que cerrar sus escuelas, lo que afectó a más del 90% de los estudiantes del mundo, a mediados de abril de este año. Con la disminución del ritmo de contagios, varios países optaron por abrir nuevamente sus escuelas, aunque siguiendo estrictos protocolos de higiene y de distanciamiento social.

Según datos de UNESCO, que realizó un seguimiento del cierre de las escuelas, hoy todavía hay 124 países con cierres totales o parciales de sus establecimientos educativos, lo que afecta al 63% de los estudiantes del mundo.

Hay pocos países que abrieron sus escuelas en todo el país: Austria, Australia, Francia, Japón y Noruega, entre otros. Sí hay varios que están comenzando a abrir sus escuelas de manera gradual y sólo en algunas regiones, como sucede en Bélgica, Camerún, China, España, Holanda o Sudáfrica. Si se exceptúa a Nicaragua, que nunca cerró sus escuelas, Uruguay es el primer país de la región en reabrir sus centros escolares. Lo hará de una forma gradual de manera que el 29 de junio estén abiertas todas sus instituciones, informó el Presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou. En Argentina la primera provincia en volver a clases fue Jujuy, que reabrió el 15 de junio sus escuelas rurales.

Una investigación del Observatorio de Argentinos por la Educación, que realizó la directora de Educación de la Universidad Católica Argentina (UCA), Gabriela Azar, hizo un recuento de las distintas medidas que tomaron los países que ya retomaron las clases presenciales, muchas de ellas siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). ¿Cuáles fueron las distintas estrategias y protocolos para la reapertura de los centros escolares en estos países?

Medidas de higiene

En casi todos los países que dispusieron la reapertura de clases es obligatorio tanto para alumnos como para maestros el uso de barbijo. Además, se implementará el lavado de manos antes y después del colegio.

Medidas de distanciamiento social

Otro de los puntos importantes que marca la OMS es el cumplimiento de la distancia social tanto entre alumnos como entre alumnos y profesores. Es por esto que la mayoría de los países han dispuesto que haya un pupitre individual por alumno que estén distanciados uno del otro. En el caso de Francia se dispuso que haya un cupo máximo de 15 alumnos en las clases. Algunos países como Dinamarca y Alemania limitaron la interacción cercana entre alumnos, permitiéndoles jugar sólo en grupos pequeños de dos o tres niños, mientras que Israel no permite ninguna interacción cercana.

Toma de temperatura

En países como China, Japón y Vietnam se les toma la temperatura a los alumnos antes de que ingresen a las instituciones escolares, y hasta durante el horario escolar, en el caso de China.

Al analizar las distintas medidas que se tomaron, el informe de Argentinos por la Educación concluye que los estrictos protocolos de higiene y distanciamiento que deben cumplir las instituciones, “genera dificultades aún más grandes en países en vías de desarrollo, donde (en su gran mayoría) ya existían problemas de sobrepoblación escolar e insuficiente capacidad infraestructural”. Es por esto que el regreso a clases “debe darse de una manera secuenciada en la medida que cada país pueda garantizar un ámbito seguro para el regreso a clase de sus estudiantes”.

¿Qué ocurre en América Latina?

La vuelta a clases en la región latinoamericana presenta bastantes dificultades ya que es la región que actualmente registra mayor cantidad de casos nuevos. Algunos países, como Argentina o Colombia, anunciaron que en agosto podrían volver las clases presenciales para algunas regiones y de manera gradual, mientras que otros países, como Brasil o Chile, aún están evaluando la fecha de apertura de los colegios. Otros lugares de la región, como Paraguay y Perú, parece que no volverán a tener clases presenciales en lo que queda del año.

Uno de los problemas que tienen los países latinoamericanos para volver a clases es que en la mayor parte de las instituciones escolares no tienen aulas suficientemente grandes para garantizar el distanciamiento social, según explicó Azar a Chequeado. “Los países menos desarrollados, que no cuentan con una infraestructura escolar, con aulas espaciosas, ventilación natural y con capacidad de tener distancia entre los bancos, van a tener que arbitrar muchas más medidas para evitar contagios como una vuelta a clases escalonada”, agregó.

Otro de los puntos que marcó a Chequeado Horacio Álvarez, especialista en Educación para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es la necesidad de adecuar los espacios a las nuevas necesidades de higiene y distanciamiento social, y explicó que muchas escuelas en latinoamérica no cuenta ni siquiera con agua potable. “Todas esas cosas con las que ya estábamos en deuda en el área de infraestructura, ahora estamos más en deuda, sobre todo en las escuelas de las áreas más pobres”, agregó. “Sin embargo, esto nos da la posibilidad de pensar en gestionar el problema de forma distinta: por ejemplo, para el tema de la limpieza de las escuelas se podría pensar en esquemas de participación comunitaria donde sean los padres y madres de las comunidades más empobrecidas las encargadas de la limpieza, lo cual también generaría trabajo”. También, con el problema del distanciamiento, Álvarez marcó que se debería empezar a pensar en el uso de los espacios exteriores como aulas, sobre todo en países que tienen climas más álidos.

Aumento de la desigualdad

Sin embargo, el prolongado cierre de las escuelas podría aumentar las desigualdades educativas en América Latina, debido a las dificultades que genera el aprendizaje a distancia. Esto se da por dos razones: en primer lugar, sólo el 64% de los estudiantes de América Latina tienen acceso a una computadora en sus hogares, por lo que hay un gran número de niños que no pueden acceder a las plataformas digitales de aprendizaje, según detalló un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

En segundo lugar, en los hogares de poder adquisitivo más alto, los padres tienen más probabilidades de trabajar en casa y poder asistir a sus hijos. “Además, en los hogares más pobres los niveles de educación de los padres son menores, así como su capacidad de trabajar con computadoras y así poder resolver problemas tecnológicos asociados con la educación a distancia”, agrega el informe.

También es importante advertir que las escuelas cumplen con otras funciones además de las estrictamente educativas: “Los chicos más pobres que tenían en la escuela el último lugar de presencia estatal, de cuidado y formación (que también es alimento y cariño) hoy están desconectados, lo que implica un aumento considerable en el proceso de exclusión social, con consecuencias negativas tanto en la pandemia como en la post pandemia”, analizó en esta nota el ex ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires y actual profesor de la Universidad Di Tella, Mariano Narodowski.

Álvarez explicó que una de las primeras políticas que debían hacer los gobiernos es “calibrar lo que los chicos saben y lo que les hace falta, y crear un plan para los maestros con recursos educativos para poder nivelar a los chicos cuando regresen”.

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