Presidente de Lombardía: "Hubiera sido más contundente, aun a costa de que me insultasen"
Attilio Fontana criticó las graves deficiencias en la respuesta del gobierno central de Italia ante el avance de la COVID-19 en la zona norte de ese país, al considerar que las drásticas medidas que se necesitaban para frenar la pandemia se tomaron tarde y no han sido lo suficientemente efectivas.
El presidente de la región italiana de Lombardía, Attilio Fontana, criticó las graves deficiencias en la respuesta del gobierno central de Italia ante el avance de la COVID-19 en la zona norte de ese país, al considerar que las drásticas medidas que se necesitaban para frenar la pandemia se tomaron tarde y no han sido lo suficientemente efectivas en su propósito de ralentizar el ritmo de contagios y muertes.
"Los números no son buenos. Hemos tenido un aumento exponencial de cuatro semanas. Luego desde hace cuatro o cinco días el aumento es constante, ya no es exponencial. Y eso debería ser el preludio del descenso. Estamos bastante esperanzados de que en los próximos días se empiece a notar y a llegar la paz a nuestros hospitales", señaló Fontana en una entrevista con el diario español El País.
El presidente de Lombardía, del partido derechista La Liga, criticó al gobierno central italiano, a cargo del independiente Guiseppe Conti en coalición con fuerzas centroizquierdistas, por la forma en que ha manejado la crisis del coronavirus en ese país y la desidia respecto a la necesidad de aplicar medidas urgentes apenas aparecieron los primeros brotes en febrero: "Yo hubiera sido más contundente lanzando la alarma, aun a costa de que me insultasen. Al principio pedí que todos los ciudadanos procedentes de China fueran puestos en cuarentena y me llamaron racista. Me puse la mascarilla en la televisión, y me insultaron y me dijeron que le restaba credibilidad a Italia. Dejé de hacerlo, pero tendría que haber seguido adelante con esa comunicación para hacer transmitir que era muy grave".
"Pedí medidas más severas y rigurosas desde el principio, y quizá debería haber sido más duro oponiéndome al Gobierno. Pero claro, habría que ir a Roma y encadenarse en el Palacio Chigi. Y yo no soy médico, ni especialista", sostuvo sarcásticamente.
Para Fontana, "ahora nos arriesgamos a tener que tomar decisiones prolongadas sobre una economía que sufrirá más tiempo. Era mejor eso que alargar una agonía. Hoy las medidas son suficientemente drásticas y darán resultados, pero hemos tirado a la basura las primeras semanas".
Por otra parte, el gobernante de Lombardía, región que se convirtió en el epicentro de la pandemia de COVID-19 en Italia y que ya suma más de 6.000 muertes y 40.000 contagiados, reconoció la rapidez en la que su administración permitió la ampliación del número de camas hospitalarias y la adquisición de respiradores e insumos para atender la creciente demanda de enfermos graves, aunque esas medidas no estuvieron exentas de dificultades: "No fue agradable ir por el mundo buscando material y respiradores, se lo garantizo. Hay más bandidos de lo que puede imaginar: gente que especulaba e intentaba estafarnos, algunos que decían que tenían lo que no podían proporcionar. Hemos encontrado una falta de humanidad increíble".