Referéndum

¿Por qué Nueva Caledonia quiere ser un país independiente?

En manos francesas hace dos siglos, este domingo votarán si siguen siendo parte de Francia o se declaran independientes.

MDZ Mundo
MDZ Mundo sábado, 3 de octubre de 2020 · 18:39 hs
¿Por qué Nueva Caledonia quiere ser un país independiente?

En 1988 comenzó un enfrentamiento entre separatistas y leales en Nueva Caledonia. Los primeros postulan la independencia de Francia, mientras que los segundos, descendientes de europeos, se oponen a esta. El referéndum de mañana pondrá fin a ese desacuerdo definitivamente.

En uno de los procesos más largos y negociados de la historia, los habitantes del archipiélago deberán definir su futuro. En el primer referéndum, la victoria fue para los leales por 56,7% a 43,3%, una diferencia menor a la esperada, sobre todo porque buena parte del movimiento separatista se abstuvo de votar.

Mañana, de vencer el movimiento independentista, obligará a un tercer referéndum en 2022, previo a un proceso de negociación de los términos de ruptura con el país europeo.

Nueva Caledonia posee cerca de una cuarta parte de las reservas mundiales de níquel, material utilizado en productos electrónicos, lo que genera que el referéndum sea de importancia para Francia y sus intereses.

Colonizado en 1853, se la utilizó en primera instancia como colonia penitenciaria, pero el descubrimiento de las reservas de níquel cambió el funcionamiento de las islas.

A principios del siglo XX, pequeños grupos armados comenzaron la lucha por la independencia, pero nunca llegaron a ser rebeliones a gran escala. Recién después de la Segunda Guerra Mundial, los habitantes se convirtieron en ciudadanos franceses, lo que redujo las hostilidades momentáneamente pero el gobierno de Charles De Gaulle, interesado en en níquel, recortó los derechos de los habitantes.

Con la formación del Frente de Liberación Nacional Kanak y Socialista, en 1984, el gobierno de François Mitterrand, abrió negociaciones en búsqueda de un entendimiento, pero estas se detuvieron tras la victoria electoral del conservador Jacques Chirac, generándose nuevos choque violentos.

Mientras los descendientes de los nativos Kanak sostienen que el país podría conseguir apoyo de la Unión Europea y las Naciones Unidas para avanzar, los hijos y nietos de franceses se sienten identificados con la urbe y temen el deterioro económico con la pérdida de los 1.500 millones de euros que el Francia envía a Nueva Caledonia todos los años.

Con los acuerdos de 1988, que disminuyeron los enfrentamientos armados, se dio mayor autonomía al archipiélago y se pactaron tres referéndums para definir la independencia.

Si bien el NO venció en el primero, las cosas han cambiado desde el 2018. 6.000 nuevos electores pueden votar, lo que representa un tercio de la diferencia obtenida en el referéndum anterior. Además, en el primero unos 33.000 separatistas se abstuvieron de hacerlo, pero irán a las urnas mañana, lo que podría cambiar el resultado anterior.

Desde Francia mantienen el silencio, asegurando que lo único que importa es la transparencia en el resultado. Sin embargo hay preocupación en Australia y Nueva Zelanda ante una potencial independencia y un avance de los intereses chinos en la zona.

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