Desborde: ¿por qué el gobierno no aplicó aún un toque de queda sanitario?
Ayer en la reunión que mantuvo el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, con intendentes se vivió un clima de gran tensión. Kicillof habría llegado con la idea de imponer un toque de queda sanitario en la costa bonaerense pero tuvo que retroceder.
Ayer se conoció la cifra más alta de contagios desde finales de octubre, se registraron en el país 151 muertes por coronavirus y 13.790 nuevos casos de Covid-19, según datos del Ministerio de Salud de la Nación. La situación preocupa, sobre todo en la costa bonaerense que vive su inicio de temporada turística, clave para la reactivación económica del país.
Hablamos con el periodista y analista político Daniel Bilotta sobre la reunión que mantuvo ayer el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, con intendentes de las zonas turísticas, en San Bernardo. El jefe de la provincia "llegó con la intención de imponer un toque de queda sanitario, pero el temor a una rebelión del público lo hizo retroceder", comentó.
Los intendentes se quejan de no haber tenido ningún protocolo del gobierno nacional ni provincial para poder establecer cuáles son las actividades recreativas que podrían haberse cumplido esta temporada en la costa bonaerense. Ayer ese tema volvió a ganar la luz y se discutió cómo empezar a controlar el desborde de gente, especialmente en la playa bonaerense.
"Algún funcionario de la provincia de Buenos Aires les sugirió a los intendentes hacer una campaña de difusión. Un poco tarde, porque ya estamos en temporada", opinó Bilotta. "Otra idea fue regalar barbijos. Da la impresión de que también del lado del gobierno de la provincia de Buenos Aires hay muchísima improvisación en relación a esto que están viviendo", completó.
Según comentó el analista, lo llamativo de esto es que desde septiembre el gobierno bonaerense y los jefes comunales afectados venían planificando la temporada de verano. La cual además tiene un condimento esencial, que es que intenta ser una pata importante para una reactivación de la economía argentina.
"Axel Kicillof iba con la decisión del toque de queda y tuvo que cambiar su parecer por lo que los propios intendentes le pedían. El primer obstáculo fue la oposición de los jefes comunales, incluso me parece que hubo una fuerte discusión entre el gobernador y el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro", dijo Bilotta. Además, "otros intendentes habrían evaluado pedirle a la justicia que declare inconstitucional el toque de queda, en caso de aplicarse. -en esa reunión- El clima fue fuerte y diría que hasta cierto punto belicoso", concluyó nuestro columnista.