Mayumana, en Argentina: un divertido show rítmico, sonoro y sensorial
Con elenco argentino, la reconocida compañía israelí recorre el país con “Currents”. Su director artístico, Walter Zaga, habló con MDZ sobre el espectáculo y la esencia del grupo.

Mayumana recorre el país con su show "Currents".
Simon CanedoFue a fines de los ‘90 cuando el artista argentino Walter Zaga descubrió a Mayumana. Él estaba en Israel y una amiga le insistió para que se presentara a una audición. Hasta ese entonces, él no sabía de su existencia, ni había visto ningún show de la compañía israelí que fusiona danza, teatro y percusión.
Al igual que otros tantos, se probó y pasó a una siguiente etapa. Esa misma noche presenció el show y quedó fascinado. “No lo podía creer, fue como decir ‘llegué al lugar indicado en el momento justo’ y tuve una alegría increíble de pensar ‘puedo llegar a ser parte de esto’”, expresó en diálogo con MDZ Online.
Te Podría Interesar
En aquél entonces, Mayumana todavía no había salido al mundo. Tenía su propio teatro y solo hacía shows los fines de semana. Los ensayos eran intensos y la creación de cada espectáculo tomaba entre cinco y seis meses. Para él, reconoce, fue un esfuerzo muy grande: una vez dentro del grupo, además de ensayar, trabajaba como acomodador en la sala y así lograba mantenerse económicamente en el país de Medio Oriente.
Las giras comenzaron y, poco a poco, fue pasando por diferentes roles dentro de la compañía, tanto arriba como abajo del escenario. Hoy, está a cargo de la dirección artística del elenco argentino de Mayumana que presenta el show Currents en Buenos Aires y con el que recorrerán todo el país.
- Al momento de seleccionar a los artistas locales, ¿qué buscaron en ellos? ¿Qué habilidades o destrezas tenían que tener?
- Por lo general, siempre se busca lo mismo: un artista integral. Primero, que tenga noción de coordinación y noción del ritmo. Segundo, que pueda hacer todas las disciplinas a la vez: desde la actuación, la danza, la percusión, el movimiento… que lo pueda integrar. Y el tercer factor, y más importante, que sea buena persona, porque el trabajo que nosotros hacemos exige un compromiso y un estar presente todo el tiempo. Se necesita que tenga esa condición humana de aprender a trabajar en grupo.
- Entonces se podría decir que la esencia del grupo va por ese lado, por el factor humano.
- Para mí sí. A ver, obviamente que sin esa condición artística hay montón de buena gente, que no tiene la coordinación o esa gracia para poder manifestarse y expresarse dentro o arriba de un escenario. A mí, como director, que sea gente que sepa escuchar, que sepa trabajar en equipo, que sepa tomar una corrección de buena manera, que sepa convivir muchas horas en el teatro, viajes y todo… es lo principal. Porque después lo otro también se aprende, lo técnico. Todo lo que aprendí en Mayumana fue mucho de sentarme y tocar y tocar y estar con gente predispuesta a enseñarme y a colaborar. El factor humano es lo que nos diferencia a todos y lo que nos hace que sea esto más posible y mejor llevado.
- ¿Cuál crees que fue el mayor desafío que tuvieron que enfrentar con la creación de Currents?
- Es un show que ya estaba creado. No se pudo crear de cero y los chicos lo aprendieron. Uno lo puede ir dividiendo en etapas. Al principio es muy frustrante, porque es tanta información hasta que uno lo interioriza y lo saca de manera natural… Fueron dos o tres semanas de mucho trabajo y frustración y de poder sacar las cosas adelante y decir ‘chicos, tengan paciencia’. Después, de a poco se fue aprendiendo en etapas el show. Al principio todos lo mismo y después se fue dividiendo en roles. Pero entiendo que uno pasa por todo cuando aprende, como con cualquier ejemplo de aprendizaje, que uno va pasando diferentes situaciones de, al principio, excitación, de ganas… después el cuerpo empieza a no entender bien y hasta que el cuerpo lo acepta y lo naturaliza y todo es como mucho más fácil.
- ¿Y cuánto duró el proceso de ensayos? Recién decías que antes se trabajaba entre cinco y seis meses cada espectáculo.
- Acá fueron tres meses intensos. De lunes a viernes ocho horas y sábado, medio día. O sea que fue de una intensidad imposible. Fue como muy bravo para los chicos dejar de un día para otro todas sus actividades, sus cuestiones personales y dedicarle el 100% a esto.
- ¿Cómo crees que evolucionaron los espectáculos de Mayumana a lo largo de los años con el auge de la tecnología?
- Fueron siendo más tecnológicos. Bueno, tiene las dos cosas. Este espectáculo es un poco así. Muestra desde la esencia, desde lo más primario, que es el cuerpo como instrumento. Va desde los chicos sentados a una mesa haciendo ritmo con las manos y con todo lo que tienen a mano, hasta cuestiones más de instrumentos, pantallas. Se graba un loop en vivo y eso termina siendo parte de un tema musical y el solo de uno de los chicos que interactúa con todas las cosas que él fue grabando en el momento. Entonces, es un poco y un poco. Realmente es una buena combinación de tecnología y de esencia básica de Mayumana, de un idioma muy del comienzo, de jugar con cosas muy básicas, como un frasco con el agua que hace ritmo. Hay mucha más interacción con el público, que en su comienzo el show no lo tenía. Acá dialoga rítmicamente mucho más con el espectador y hace que también sea parte del show y no solamente quien mira, sino que aplaude, interactúa, se ríe, hace cosas. Hace que quien se sienta ahí esté en forma activa siendo parte del show.
- Si tuvieras que vender brevemente el show para las nuevas generaciones que no conocen a la compañía, ¿qué dirías?
- Es un show único, con una energía contagiosa. En esta época de inteligencia artificial, de apretar un botón y que todo se arme, ver a ocho integrantes con una coordinación, con un esfuerzo, con una energía y con esa presencia, tanto desde lo físico, como desde lo actoral, lo musical o el humor, lo lleva a un nivel que hace que la gente pase un momento hermoso… la pasa bien, se divierte. Es un show muy familiar, no se utilizan palabras, lo cual es para todo público, no hace falta entender más. Chicos desde 3 a 99 años están más que invitados a ver una experiencia rítmica, sonora, sensorial y muy divertida.
Para agendar: próximas fechas del show Currents de Mayumana
- Buenos Aires: 13, 20 y 27 de agosto; Teatro Broadway (Av. Corrientes 1155).
- Córdoba: 13 de septiembre; Quality Espacio (Cruz Roja Argentina 200).
- Mendoza: 14 de septiembre; Auditorio Ángel Bustelo (Virgen del Carmen de Cuyo 610).