Presenta:

Liliana Parodi recordó sus momentos más picantes en América TV: "Con Mirtha Legrand debatíamos fuerte"

Luego de más de 20 años en América TV, Liliana Parodi se reinventó. Ahora que es una "chica silver", pasó por MDZ para hablar de los medios hoy, de su trayectoria, y de su nueva faceta.

Liliana Parodi pasó por MDZ y habló de todo.

Liliana Parodi pasó por MDZ y habló de todo.

MDZ | Agustín Tubio.

Una de las mujeres más importantes de la televisión, sin dudas, es Liliana Parodi. Estuvo más de dos décadas al mando de América TV y, ahora que dio un paso al costado, abrazó su costado de "chica silver" para empoderar no solo a las mujeres sino a todos aquellos que superaron la barrera de los 50 años y deben enfrentar un mercado laboral muy competitivo.

La entrevista completa a Liliana Parodi

Ahora estás con este concepto de “chica silver”. ¿Qué significa?

Hace apenas un año y medio que yo supe de la Generación Silver, de la generación plateada. Es más, pregunté a qué se debe eso, por qué se llama así. Es por las canas. Y ahí nace el concepto silver en el mundo. Acá o en España también se le dice generación plateada, economía plateada, etcétera. Me pareció súper simpático.

Entonces me invitaron hace dos años a abrir el Congreso del Silver Economic Forum en Argentina, que lo arrancó Andrea Falcone, que es una abogada previsionalista y aparte es una persona de medios.

Yo venía de la tele, los medios, el periodismo, la actualidad y demás; y ahí, cuando preparé lo que iba a decir, les conté que me acababa de enterar que soy una “chica Silver”, que tenía que ver con mi generación, con mi edad. Lo consideramos así a los de más de 50 años porque el tema es que la demografía cambió en el mundo y somos más personas de esta generación.

Si los considerás como economía, es la tercera economía mundial después de Estados Unidos y China si nos juntáramos todos los Silver. Entonces tiene una trascendencia mucho más importante, y es único en la historia de la humanidad que vamos a vivir 100 años, entonces hay mucho para hacer.

Liliana Parodi se define como una "chica Silver"

- Y desde tu lado como mujer eso también tiene como otro significado, ¿no?

- Sí, nosotras las chicas Silver somos como más aguerridas, con más ganas de continuar. A veces lo veo porque, a lo mejor, cuando vos tenés que tomar la decisión, o toman la decisión por vos de retirarte o te retirás de donde estás trabajando porque llega el momento de recurrir al sistema previsional y cerrás etapa y te jubilás.

A veces a las mujeres las veo- por lo menos con las que yo trabajo y estoy en contacto- como con más ganas de seguir, que es lo que yo hago. O sea, a mí no me importa la edad, simplemente hice como una reconversión de mí misma y sigo trabajando, sigo produciendo, sigo activa, sigo pero porque es natural. No es que yo tengo que esforzarme y decir “ahora que tengo determinada edad…”. No lo pienso así, es el devenir de la vida.

Y yo creo que eso pasa en muchas personas, en la sociedad, en los medios de comunicación... Son un gran ejemplo los medios de comunicación porque las personas Silver (las +50, las +60), están súper activas y lideran proyectos, canales, radios, y son líderes de opinión indiscutidos.

O sea que el mundo cambió; simplemente lo estamos contando y estamos tratando de que más gente entienda esa nueva versión de nosotros mismos y los jóvenes puedan prever. Si yo te pregunto a vos qué pensaste para tus 80 años, tal vez no pensaste. Pero yo era muy obsesiva con ese tema, temía ser una persona adulta y quería tener seguridades económicas, financieras, de salud, y eso hay que preverlo de antes.

Uno cuando nace ya empieza a envejecer. No es un proceso que te agarra a los 55 años. O sea, el devenir tiene que hacer que vos preveas qué va a pasar con tu Yo, y que tu longevidad sea positiva.

No es que le hablamos solamente al segmento, le hablamos a todos y también a las relaciones intergeneracionales: ¿Cómo trabajar con los jóvenes? ¿Cómo hacemos los Silver para ser realmente una diversidad que suma y que es integrada, pero también tenemos que integrar? Entonces es todo un trabajo que no tiene que ver solamente con cuando llegaste a esa edad.

- Hablando de cambios en el mercado laboral, venís de una época en la que se hablaba del “techo de cristal”, que a la mujer le costaba más llegar a altos cargos. Y supiste ser una de las mujeres más fuertes del medio televisivo. ¿Eso te costó o se te dio de manera natural?

- Yo cuando lo vivía pensaba que era natural. Ahora la distancia veo que costó un montón porque hay trabajos o profesiones que, por algún motivo, tienen más presencia y más fuerza los hombres. Inclusive si vos ves los directorios de las compañías, también hay más hombres que mujeres.

Entonces, claro, ahora cuando veo a la distancia, eso costó un montón. Hubo que tragar saliva, hubo que pasar situaciones que vos decías: “Acá termino, mejor me voy a mi casa, no voy a soportar”, o que me cambien el puesto, que me bajen el sueldo…

Esas cosas me pasaron, y yo no lo consideraba tanto en ese momento como que tal vez tenía que ver con que yo era mujer. Pero la distancia me doy cuenta que sí tenía que ver, que a lo mejor era “Bueno, un varón en las mismas condiciones que Liliana por ahí es más fácil”, o el carácter…

Puedo tener mi talento, puedo tener mi experiencia, pero yo creo que lo mío terminó también a fuerza de disponibilidad. Yo era la disponible, entonces había que ocupar lugares y yo estaba disponible. Entonces, después, como la cosa me funcionaba, terminaba obteniendo el lugar.

Pero yo no sé si era la primera opción a la hora de pensarme. Esto lo voy revisando ahora, y voy recordando momentos. Hice 33 años de América, tuve a cargo la radio, el canal de noticias, el canal de aire, la dirección de noticias, la dirección de contenido, pero no es que fue lineal, que fui subiendo, sino que tuve bajas, volví a subir, bajar… Y además es un multimedio. Viste que hoy no se aconseja que uno se quede toda una vida en una compañía, no es lo que pasa en estos tiempos. A mí eso sí me parecía bien, pero como eran distintos medios dentro del multimedio parecía que era como otra empresa. Entonces pude desarrollar la profesión en todos esos sentidos, pero la verdad, sí fue difícil.

¿Hoy cuál es tu relación con los medios ahora que ya no estás más en el Grupo América?

- Bueno, yo soy medio cono Santiago Del Moro. Yo amo la TV. O sea, fui una televidente de niña, de adolescente, de joven, y lo sigo siendo. O sea que mi relación es la de consumir mucha televisión, radio, streaming, plataformas, lo que lo que pueda. Soy una consumidora, tengo mi mirada crítica, me gustan las cosas como cualquier televidente. Ahí no meto a la profesional. A veces sí después digo “esto está así, esto está fallando acá, acá falta esto”, lo demás.

Y cuando puedo hacer cosas en mi nuevo formato de trabajo, que es mi consultoría, mi productora propia, siempre lo hago con una visión de medio masivo, eso me quedó. Eso impacta mucho cuando hablo de producir un evento, un programa, lo que fuera. Siempre pienso masivamente, cuánta es la mayor cantidad de gente a la que yo puedo impactar con mi producto o con el evento o lo que esté haciendo.

Eso me quedará de por vida. El medio masivo es algo muy apasionante y en el que seguiré hasta que pueda.

- A América TV y A24, precisamente, ¿cómo las ves en este año donde hicieron una apuesta muy fuerte con sus figuras?

- Yo lo veo muy bien, pensá que en ese grupo generamos el primer canal de noticias de la Argentina que fuese CNV. Después se transformó en A24 y yo tuve varias gestiones ahí; inclusive cuando me fui, era la directora de A24 y de América.

Creo que esos cambios que hubo, que ahora retomaron con periodistas con opinión fuerte, obviamente los fortaleció, así como se debilitó cuando se fueron. Yo no hablo de contenido editorial, no es mi problema. El tema es si lograron posicionarse nuevamente, si tienen alcance, si la gente los ve, si tienen liderazgo en la opinión… todo eso está.

Después vos podés decir “me gusta o no me gusta, la verdad que prefiero otro tipo de opinión u otro tipo de periodismo”. Pero el logro de A24 está bien.

Y, en general, sobre la televisión, ¿cuál es tu perspectiva de cómo está hoy?

- Aun cuando yo estaba dirigiendo, la cosa fue cambiando. Entre el 2012 y cuando me fui, fue como brusco el cambio de la televisión. El contenido de la TV reinaba y también en lo comercial. Pero después aparecieron todas las plataformas para la ficción, apareció el streaming para competir un poquito.

El streaming es el hijito que tuvieron la radio y la tele. La radio no se anima a poner las cámaras y estar todo el tiempo; y el streaming no tiene el poderío, ni la llegada ni el presupuesto de la televisión. Entonces es un híbrido bonito que da trabajo a mucha gente y demás.

Pero de la televisión en vivo- que aprendí en América muchos años antes pero la pude ejecutar los últimos diez años-, desde los programas informativos, los de investigación, los de espectáculos, los magazines, son lo que a mí más me gusta. Es lo que yo aprendí, lo que sé hacer y es lo que creo que le queda a la tele, inclusive tomando el punto de vista económico.

Fui viendo la reconversión de los otros. Cuando yo era chica, tenías todo en la tele: lo infantil, el fútbol, la política, la ficción, todo estaba metido ahí. Aparecieron los canales de cable y se fueron las películas. Después se fueron los infantiles, después se fue el fútbol, después se fue la noticia. Entonces la pobre tele tiene que competir con canales especializados.

Es más, los noticieros hace muchos años que dejaron de ser el lugar donde te encontrás con la noticia. En realidad son segmentos en donde se recrean de alguna manera las noticias o las historias que quieran contar. No dejaron de estar los noticieros, pero lo tuvieron que reconvertir. Es un proceso de reconversión de los medios de comunicación y de la tecnología mundial, claro.

- Más allá de la competencia, ¿qué desafíos crees que tiene la televisión de acá al futuro, con las nuevas tecnologías, con la inteligencia artificial?

- Primero tiene que sobrevivir. Yo apuesto a que sobrevive por la potencia que te decía antes, por la llegada que tiene ese aparato que está ahí. Lo prendés y no tenés que tocarlo ni nada. Simplemente sucede con un control remoto.

Ahora, las nuevas generaciones- que están acostumbradas a consumir de otra manera-, aunque lo consuman en otras pantallas, el producto bien realizado es televisión y e inclusive lo podés consumir en otro horario.

Bueno, los eventos deportivos y eventos mundiales vos decís “lo veo en televisión”, no hay otra manera, aunque sea por el teléfono, aunque sea en la computadora. Pero los que producen eso, los que tiene la capacidad de producción de eso son las empresas de televisión.

Yo espero que eso siga mejorando, que siga siendo una fuente de trabajo muy importante como es, pero también es un gran influyente. O sea, podemos considerar que tenemos un presidente norteamericano y un presidente argentino que surgieron a partir de la televisión. No ellos, ellos son profesionales, economistas o lo que fuera. Pero su llegada masivamente, sin moverse de su lugar, fue a través de la televisión. Es muy impactante. Luego ambos llevan también agua para su molino con las redes, que llegan otro lugar; pero masivamente fue la tele la que los puso ahí. Entonces ese poder también me parece que (la tele) no lo debería perder y que va a existir.

- Bueno, vos a Javier Milei lo viste surgir justamente en América.

- Sí, él era un economista de una empresa muy cercana a nosotros y todos nos sugerían que era una persona muy inteligente y muy importante para estos programas que teníamos en aquella época, como Intratables, como Animales Sueltos, que él podía realmente darle valor o aportar valor a esos debates y esas cosas. Y eso es lo que pasó.

- Volviendo a tu trayectoria, ¿cómo es para vos trabajar con figuras muy importantes a nivel creativo, que tal vez en el día a día no es tan fácil ponerse de acuerdo? ¿Cómo te resultó?

- Mirá, tuve una escuelita primaria en Radio Rivadavia hace ya muchísimos años, que recordé estos días porque subí una foto con Antonio Carrizo (que trabajé con él), con Cacho Fontana y con Héctor Larrea. Eran tres profesionales tan exigentes, tan exigentes, que era un entrenamiento que, si zafabas de ahí, podías seguir. Entonces ahí aprendí un montón. Imaginate que eran mis primeras armas como productora, porque yo estudié periodismo, locución, ciencias políticas, pero la vida se desarrolló hacia la producción a partir de ese trabajo. Eso te da un entrenamiento, una coraza, una cuestión donde vos sos la productora de estas estrellas y trabajas en un equipo, tenés que adaptarte y demás.

Yo después he sido jefa de gente como ellos, e inclusive hasta con Cacho hemos hecho cosas. Entonces tenés como una formación del cómo. Y a mí lo que me pasó con las grandes figuras era que hacía que todo el equipo de producción trabaje para esa persona, que es la que nos lleva adelante el producto, digamos en caso de periodistas, conductores, conductoras (estábamos hablando de programas en vivo).

Si nosotros nos ponemos en contra o a debatir cada tema que al conductor o conductora le parece mal, es un problema, pero había que llevarlo: desde Mirtha Legrand, Gerardo Sofovich, Jorge Rial, Alejandro Fantino, Santiago Del Moro, Georgina Barbarossa, Carmen Barbieri, Moria Casán… pasaron por América todos. Yo no trabajé ni con Susana Giménez ni con Marcelo Tinelli, pero creo que con todos los demás sí. Periodistas como Jorge Lanata, Bernardo Neustadt, Mario Pergolini… todos pasaron por América y con todos podría hacer un libro de anécdotas.

- Y de todos ellos, ¿cuáles fueron los que tuviste mejores experiencias para a la hora de trabajar?

- Yo tuve excelente experiencia con todos. No puedo recordar ahora de alguien que haya sido conductor, periodista que yo: “Este no”. Pero bueno, en el principio nosotros pusimos al aire a CQC por primera vez, a Día D… Vino Mauro Viale de donde estaba en la Televisión Pública a América, y era todo un desafío cómo llevarse bien con él, con Gerardo.

Así que de todos yo aprendí mucho. Con Mirtha debatíamos fuerte para las mesas y todo eso, pero por intermedio de las producciones. O sea, las productoras decían: “Bueno, vamos a invitar para acá”. Mirtha decía “para allá”, y yo que era el canal decía “para tal lado”.Y ahí a veces había rispideces.

Con Jorge (Rial) trabajé muchísimos años, es un excelente conductor y excelente profesional. Aunque tenés que decidir si vamos con este tema, al conductor le parece que no, y a la producción le parece que sí, él respetaba la decisión final.

Hablaba hace poco con el equipo de producción, y el productor es el que lleva adelante la decisión final. Ahora está medio diluido: hay conductores que son conductores-productores o hay conductores que toman decisiones por encima de la producción. Bueno, son otros tiempos. Yo eso nunca lo delegaba y sentía el respeto de todos ellos.

Con Santiago, cuando hacíamos Intratables, tenía que decirle vamos por este lado, y a lo mejor él en su cabeza tenía otra cosa y tenías que maniobrar para que la cosa sucediera como lo había soñado. Pero lo que tenía siempre también era ese valor agregado que te ponen ellos, que vos como productor no lo tenés. O sea, vos necesitás eso que son ellos para transmitir, para comunicar.

Siempre me acuerdo que estábamos haciendo Intratables y teníamos que sacar por teléfono a Jaime Stiuso, de la SIDE, por un tema equis con Luis Moreno Campo que estaba ahí, y entonces aparece alguien que dice: “Stiuso va a salir por teléfono”. Pero claro, al señor no lo podía llamar a su teléfono porque es un señor que no te lo da. Entonces llama él a un teléfono que nosotros le dimos, y era el teléfono del productor, de José Núñez. Con Santi tenían tanta buena química entre ellos- habían trabajado tanto en la parte de espectáculos que era Infama-, que baja corriendo con el teléfono y le da a Santi entonces la nota en el teléfono en vivo.

Todo eso lo hace porque el productor aporta, porque José y él tenían esa relación, porque entienden que eso iba así. Entonces todos aportan un montón y, bueno, yo los respeto y formaron parte de mi vida.

El recuerdo de Liliana Parodi en América TV

La trayectoria de Liliana Parodi

¿Qué consejo le darías a cualquier chica que quiere empezar en los medios o que está estudiando?

Fijate vos que yo empecé a trabajar en mi adolescencia, juventud, en gastronomía. Era camarera, pero en la época mía eran mozos. Entonces se dio ese trabajo con un grupo de mujeres en un restorán que se llamaba Gran Tienda, que era Harrods. Tenía un restorán enorme y nosotros éramos como 30 camareras más los mozos.

Ahí empecé y conocí a la gente de Radio Rivadavia mientras estudiaba Periodismo y tal. Entonces ahora cuando voy ahora a un restorán y veo el empuje de las chicas, las camareras, recepcionistas, digo: “Si igual podés llegar a directora de un canal de televisión, ¿qué te gustaría hacer?”. O sea, yo siempre te voy a impulsar. Si yo logré y gente que trabajó conmigo logramos cosas, yo siempre te voy a impulsar; y siempre les digo tengan disponibilidad, porque si vas a trabajar en medios, tenés que ser una persona disponible. Y si no, tenés que tener una actividad un poco más acotada en horarios. Nosotros los periodistas y los que trabajamos en medios tenemos disponibilidad, casi te diría disponibilidad de vida y mucha pasión.

Ahora, por supuesto, son otros los tiempos. Las personas necesitan tener más de un trabajo porque, si no, no se llega. Bueno, en la otra época tampoco llegábamos todos, simplemente que cuando ibas ascendiendo, podías. Las carreras son distintas, vas cambiando: no es que te quedás 30 años en América como yo. Si te gusta, es apasionante el periodismo, los medios de comunicación, la radio, la televisión, el streaming, lo que venga.