Las mujeres que conquistaron el corazón de Robert Redford, el galán de cine que generó suspiros por décadas
El famoso actor de cine no solamente fue recordado por sus grandes películas, también los amores de su vida jugaron un rol fundamental en su exitosa carrera.

Este martes se conoció la triste noticia del fallecimiento del ícono cinematográfico de la década de 1970, laureado con un Óscar a la dirección y fundador del célebre festival de Sundance, Robert Redford modeló una era dorada del séptimo arte. Detrás de la imagen que hechizó a multitudes, se ocultaba una existencia marcada por adversidades en el aspecto personal.
Su vida amorosa, compuesta por dos uniones matrimoniales prolongadas, fue frecuentemente asediada por la prensa, que también le atribuyó varios affaires. Pese a reconocer su propio magnetismo, el actor siempre restó relevancia al asunto.
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Las mujeres más importantes en la vida de Robert Redford
Lola Van Wagenen se erige como la compañera fundamental de su trayecto, con quien compartió casi treinta años de casamiento y fue padre de cuatro hijos: Scott (1959), Shauna (1960), James (1962) y Amy (1970). Una pena temprana los afligió con el fallecimiento de su primer retoño a los pocos días de vida, víctima del síndrome de muerte súbita del lactante. Un golpe devastador que impactó en una joven pareja que apenas iniciaba su camino familiar mientras él despuntaba en el mundo actoral. Decidieron separarse en 1985.
Años después, el destino unió a Robert con Sibylle Szaggars, el amor surgió en 1996 durante el Festival de Sundance, evento creado por el propio realizador. Después de más de diez años como pareja, consagraron su vínculo en 2009. Según relataron ambos, la primera vez que intimaron, ella, sorprendentemente, "no conocía ninguna de sus películas". Un detalle que, en palabras de Redford, ayudó a que la relación prosperara ya que fue "un comienzo maravilloso". Comprometidos además con la causa ecológica, Szaggars se transformó hoy en su viuda.
A lo largo de su trayectoria, otras figuras femeninas aparecieron vinculadas a él, como la diseñadora de vestuario Kathy O'Rear tras su divorcio, o las actrices Lena Olin y Debra Winger, con quien compartió créditos en una comedia de gran éxito en los ochenta. Asimismo, la modelo francesa Nathalie Naud y la brasileña Sonia Braga, con quien mantuvo un vínculo de siete años y a quien dirigió en el filme Un lugar llamado Milagro (1988), completan el mapa de sus romances más mediáticos, siempre matizados por la discreción que Redford imponía en su vida privada.