Efecto crisis: el alarmante dato sobre el presente de los cines argentinos
Las salas de nuestro país culminaron el mes de julio con un bajón en la venta de entradas que remite a los números del tristemente recordado 2001. El detalle de las cifras y la incertidumbre por el futuro de empresas que emplean a miles de trabajadores.

Los cines argentinos, castigados por la crisis económica. Foto: Archivo.
Con la finalización del mes de julio, los cines argentinos enfrentan su peor escenario de cara al resto del año, ya que según reportó Ultracine, las ventas de entradas fueron las más bajas desde un par de años dramáticos, por diferentes motivos; como 2001 y 2009.
La crisis económica es el factor indiscutible que determinó la caída de espectadores en estas vacaciones de invierno. En otras temporadas, se ha adjudicado al poco atractivo menú de títulos como culpable de algunos bajones en la concurrencia, cosa que no sucedió en esta oportunidad, ya que las películas disponibles han protagonizado un notable rendimiento de taquilla en otros países del mundo, tanto de nuestra región como del hemisferio norte.
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En un informe publicado en el portal Otros Cines, el periodista especializado Diego Batlle remarca que julio de 2025 concluyó con menos de 5 millones de tickets vendidos, concretamente 4.665.000. Para encontrar un número tan bajo, y sin contar los años 2020 y 2021, que estuvieron signados por las restricciones impuestas por la pandemia, hay que remontarse a 2009, cuando en pleno brote de Gripe A se vendieron 3.550.000 entradas.
Los cines argentinos enfrentan un duro revés por la crisis económica
Al no haber un flagelo sanitario de por medio, la razón por la que los cines argentinos han declinado en su performance responde a la crisis económica que viene transitando nuestro país. Con tickets que tienen un valor promedio en dólares considerablemente más bajo que muchos países del mundo, la caída aquí no pasa por la conducta de empresarios voraces, sino por los ajustados bolsillos de tantas familias que mes a mes se ven obligadas a privarse cada vez más del entretenimiento.
Si hablamos de crisis, y para que la pobre marca de entradas vendidas en julio cobre relevancia, hay que remarcar que en julio de 2001, meses antes de aquel fin de año fatal, los cines argentinos despacharon 4.330.000 tickets, cifra elocuentemente cercana a la actual. Con estos números, las vacaciones de invierno que recién terminan en el país, rankean en el tercer puesto entre las peores para las salas desde el año 2000.
Es cierto que el negocio de la exhibición a nivel global todavía no alcanza las marcas de esplendor previas a la pandemia, cuando las plataformas de streaming calaron hondo en millones de hogares. Pero también es un hecho concreto que en julio de 2025 la película que más entradas vendió en los cines argentinos fue Jurassic World: Renace con 1.405.000 tickets, mientras que en el mismo mes de 2024 Intensa-Mente 2 logró 2.010.000 entradas, y yendo un poco más atrás Barbie y Minions: nace un villano amasaron 2.460.000 y 4.090.000; respectivamente en julio de 2023 y 2022.
Los cines argentinos y el dilema de un futuro incierto
Resulta importante destacar que las ventas de julio reportan cada año un momento clave para la economía de los cines argentinos, ya que en ese mes las salas suelen cuadruplicar o quintuplicar los ingresos que consiguen en lapsos de temporada baja, como los que van de octubre a diciembre.
Con un esquema de consumo que está lejos de una verdadera recomposición, y una crisis que se acentúa en los castigados sectores medios, las salas enfrentan un futuro incierto, que ya da tristes señales con una gradual reducción en sus equipos de trabajadores.