"Me emociono": Mirtha Legrand rompió en llanto junto a Ricardo Darín durante su programa

Una velada distinta se vivió en La Noche de Mirtha, donde la reina de los almuerzos dejó el protocolo de lado para abrir las puertas de su mesa a una conversación profunda y conmovedora. El elenco completo de El Eternauta, encabezado por Ricardo Darín, fue el protagonista de una edición que mezcló arte, memoria y emoción pura.
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Todo transcurría entre anécdotas de rodaje y elogios cruzados, hasta que Mirtha Legrand, con su inconfundible estilo directo y sensible, miró a Darín y soltó una frase que cambió el tono del encuentro: “Tuviste una pérdida muy terrible hace poco”. La referencia, claro, fue a la reciente muerte de la hermana del actor, lo que generó un instante de silencio respetuoso en el estudio.
Con una simple pero poderosa respuesta, Ricardo dejó entrever el dolor que aún lo atraviesa: “Sí, mi hermana”. Y fue entonces cuando Mirtha, conmovida hasta las lágrimas, rompió por un momento su legendaria compostura y dijo: “Ya está, ya está en el cielo”. La emoción la desbordó por completo y, visiblemente afectada, pidió disculpas: “Ay, me emociono, perdón. Yo la conocí muy poco, pero lo poco que la conocí era amorosa”.
Andrea Pietra, también presente en la mesa, no dudó en sumarse al homenaje y reveló que la fallecida había sido una gran amiga suya: “Nos dejó la orden de que la recordemos con alegría”, contó. “Promovía la alegría todo el tiempo”, agregó para regalar una imagen luminosa de quien dejó huella no solo en su entorno familiar, sino también en la comunidad artística.
Pero la charla no terminó ahí. Mirtha, siempre atenta a los detalles, recordó con admiración el rol institucional que tuvo la hermana de Darín en el Sindicato de Actores: “Presidenta de Actores durante 12 años fue”. Por su lado, Ricardo Darín respondió con orgullo: “Literalmente dejó la vida ahí”.
La diva cerró el momento con una frase que resonó fuerte: “Hay que tener ese puesto, eh. Sobre todo ahora, que los actores están teniendo poco trabajo”. Así, entre lágrimas, homenajes y verdades crudas, el programa logró algo que no siempre se ve en televisión: humanizar a los íconos.