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Matilda Blanco confesó su peor trauma: el secuestro de su padre

Matilda Blanco todavía sufre las consecuencias del secuestro de su padre durante la dictadura militar.
Matilda Blanco relató la experiencia del secuestro de su padre en dictadura. Foto: Archivo
Matilda Blanco relató la experiencia del secuestro de su padre en dictadura. Foto: Archivo

Matilda Blanco confesó en LAM cómo fue el secuestro de su padre Hugo Blanco durante la dictadura militar que gobernó al país entre 1976 y 1983. Ángel de Brito le pidió a la panelista y la animó a que contara qué sucedió aquella noche en la que un comando parapolicial se llevó a su papá con la incertidumbre de si volverían a verlo o no.

“Cuando se habla de la identidad siempre se me viene a la cabeza todo lo que pasó. Mi papá estuvo ausente, pero lo pudimos recuperar. Siempre me gusta más contar esa parte de la historia… el final”, señaló Matilda Blanco. Ella tenía 9 años cuando irrumpieron en su casa y se llevaron a su padre. “Nosotras estábamos durmiendo. Tengo ese recuerdo muy vago, pero lo tengo porque mi mamá no quería que nos despertáramos y yo me acordé de ciertas imágenes, pero no de mucho más”.

Matilda Blanco confesó su peor trauma.

En ese momento Matilda Blanco se quebró e indicó entre lágrimas que fue una situación paralizante y traumática pues desde ese día duerme con la luz encendida. “Lo buscamos, teníamos mucha gente cercana que empezó a averiguar, muchos amigos y pudimos dar en dónde estaba mi papá. Estuvo en un centro de detención y luego lo trasladaron a una cárcel”.

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El padre de Matilda Blanco estuvo detenido por 2 años y luego fue absuelto de culpa y cargo. “Había muchas cosas que no se contaban, porque eran muy dolorosas y porque nosotros éramos muy chicos. Entonces con el tiempo pudimos enterarnos. A mi mamá le contaba, pero mamá ahora es grande y no ha hablado mucho de esas cosas tampoco”.

Matilda Blanco siempre aclara que su padre no fue un tirabombas, sino que ayudó a mucha gente. De hecho, ella no creció con odio ya que su padre relataba que durante su detención enseñó inglés a otros detenidos e incluso a escribir y después trabajó en la biblioteca de la cárcel. Para ella tenerlo de vuelta en casa fue una cosa rarísima, porque tuvo que conocer de nuevo los gustos y practicamente a una nueva persona.