El grave incidente que protagonizó Damián Betular con su sobrino

¡Por fin llegó el día! El sábado 16 de septimebre, por la noche, fue la fecha elegida para la tan ansiada vuelta al aire de Podemos Hablar. Y como era de esperar, para que sea de lo más exitoso, los invitados tenían que estar a la altura.
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Y así fue. Abel Pintos, Paula Chaves, Damián Betular, Julieta Poggio y Marcos Ginocchio fueron los presentes que recibió el gran anfitión, Andy Kusnetzoff. Pero el que no pasó inadvertido fue el pastelero que compartió una terrible historia que vivó con su sobrino y ahijado, que dejó atónitos a sus compañeros.
Entre los diversos temas que pusieron sobre la mesa en estuvieron la relación entre la Paula Chaves y Zaira Nara, como así también los rumores de romance entre los exparticipantes de Gran Hermano, sin embargo, Damián Betular dejó boquiabiertos a todos con peculiar anécdota.
La pregunta que daba el puntapié para acercarse al centro del estudio de Podemos Hablar fue: ¿"A quién no dejarían al cuidado de sus hijos? y el expresentador de MasterChef lanzó: "Yo no tengo conciencia de lo que hace un niño. Un día, me pasó que estaba comiendo un rollo de papel un ahijado que tengo. Y dije: ‘No le va a pasar nada’”.
Pero para sorpresa, tanto para él como para los invitados, la historia no terminó como lo pensaba: “Al momento, casi estaba violeta. Utilicé todas las maniobras. Está vivo. Homero, te mando un beso”, expresó, ante la mirada atónita de los todos.
Por lo que la única madre presente, Paula Chaves, no dudó en horrorizarse del descuido de su amigo y lanzó al instante: “¿Llegaste a hacer RCP?”. A lo que Damián Betular acotó: “No sé si RCP, pero se puso violeta, apreté y salió el cartón".
"El rollo de cocina, ¿qué te vas a imaginar que se lo va a tragar?”, preguntó el pastelero en busca de complicidad. SIn embargo, la actriz no salía de su asombro y le retrucó: “¿Un rollo entero?”. “
"No, sin el papel. El tubo de cartón, que es más difícil de tragar”, precisó el protagonista de la historia, que si bien terminó con un final feliz, Paula Chaves no pudo contener su desesperación y, para cerrar, exclamó un “¡Dios mío!”, un tanto horrorizada.