Ideas sin concretar y falta de emoción dejan una Vendimia con gusto a poco

Juglares de Vendimia. Un canto a la naturaleza fue el título a la fiesta central de la Vendimia 2023. Bajo la dirección del lavallino Franco Agüero, uno de los tres directores más jóvenes en la historia en dirigir el Acto Central, se desarrolló esta puesta que contó con más de 1000 artistas en escena, música en vivo y la participación especial de La Buena Moza, en una conjunción que no logró su cometido.

Si bien el arranque parecía prometedor sobre todo por la fuerza característica de las murgas, lo cierto es que poco a poco se fue pinchando y cayendo en lugares comunes que parecía que le faltaban un momento de explosión o bien un desenlace acorde al comienzo. 

Sin hacer un análisis en detalle de cada uno de los nueve actos, se destacaron los intentos de, pero sin concretarse ninguno. Es cierto que hubo algunas intenciones muy buenas y logradas como incorporar a una muarga, en este caso La Buena Moza. Su participación le dio una característica que probablemente sea lo que marque a este Juglares de Vendimia. Será "la Vendimia de la murga" y es posible que sea el punto fuerte y acertado que tuvo la fiesta.

Luego fueron todos "casis". Fue un buen intento, aunque quizás fallido ya que no se logró entender, la incorporación de los científicos y laboratorios que hoy son claves para el desarrollo de la vitinicultura. 

Otro casi que podría haber sido sobresaliente con otro final u otro momento explosivo fue el acto 6, el titulado Juglar de las bodegas. Este episodio fue correcto y puede que uno de los más logrados, algo similar pasó con los malambos que con su fuerza característica suelen ser uno de los episodios más ovacionados y quizás, por su conocimiento poco popular, las canciones no lograron cautivar al público.

Algo extraño fue el mal sonido que tuvo el ensamble musical. Extraño porque se había vuelto una costumbre que sea uno de los puntos altos en cada una de las fiestas desde que se implementó la música en vivo. Sobre la mitad del espectáculo pudo arreglarse el desperfecto y el sonido mejoró notablemente.

A criterio personal siento que se abusó de la voz en off. La narrativa suele acompañar un cuadro para ir explicándolo o dando detalles y pormenores que quizás son difíciles de explicar con actos de baile o actuación en un teatro griego. Pero en este caso fue algo muy utilizado y en algunos cuadros simplemente parecía la narración de un guion o bien un aburrido radioteatro sin actuación.

Algo similar sucedió con el cuadro de San Martín. Apoyarse en las imágenes y mostrar algunos detalles en las pantallas puede sumar a la celebración, pero lo cierto es que hubo una escena demasiado larga en las pantallas con un sonido no del todo claro y difícil de interpretar..

El final, entre el desorden generalizado de todos los artistas que subieron a interpretar una parte de la puesta, generó el aplauso de la gente, algo habitual, aunque no fue una ovación duradera y de pie como se ha acostumbrado en algunas fiestas. Quizás simplemente transmitió emoción porque estaban todos los artistas en escena, la murga agregando energía y generando un final que, pese a sus errores, fue el acto que más levantó a los presentes.

Juglares de Vendimia. Un canto a la naturaleza tuvo su noche debut y no logró generar emoción y transmitir la energía vendimial que probablemente imaginó Franco Agüero cuando la gestó. Juglares de Vendimia. Un canto a la naturaleza tuvo muy buenas intenciones, pero no logró concretarlas y dejó a los presentes con gusto a poco. Ni muy muy, ni tan tan, terminó el Acto Central de la fiesta máxima de los mendocinos.