Nazarena Vélez, sincera con MDZ: “No hice ningún sacrificio por mis hijos”
Trabaja desde los 14 años y asegura que es una laburante que no tiene nada para reprocharse. En días, debuta en Carlos Paz con dos comedias, Dos locas de remate y Ya lo sabía. Habló sobre esto y más.
Si hoy un hada madrina le concediera a Nazarena Vélez un único deseo que le permitiera cambiar algo de su pasado, no sabría con exactitud en qué usarlo. “No se me ocurre qué podría ser. Seguramente hay cosas que cambiaría, que las veo a la distancia y digo ‘ay, qué boluda, cómo hice esto, cómo no me di cuenta de tal cosa’”, reconoce en diálogo telefónico con MDZ.
Pero de algo está segura: todo pasa por algo y sirve para dejar una enseñanza y contribuir en quien uno es. “Son experiencias que la vida te da, por las que uno tiene que pasar -reflexiona-. Me miro con compasión y me perdono en mis equivocaciones, que eso también está bueno. El decir ‘hice lo que pude, no me di cuenta y está bien’. No soy una mina con mala leche, entonces cuando vos las cosas no las hacés con mala leche, te podés equivocar y es parte del camino, de la vida. Soy una laburante, me mantengo sola desde los 14 años y desde los 19 que mantengo a mi hija y después a mis tres hijos. Entonces, soy una laburante que hoy no tiene nada para reprocharse”.
Nazarena vive el presente. Asegura que no le gusta proyectarse demasiado a futuro y que hoy tiene toda su energía puesta en su regreso a Carlos Paz. “Estoy muy muy contenta, tenía muchas ganas de volver”, afirma. Y su felicidad es doble. Es que no solo vuelve a las tablas cordobesas como actriz en la desopilante comedia Dos locas de remate, junto a Gladys Florimonte, sino también como productora de la comedia dramática Ya lo sabía, protagonizada por Santiago Caamaño -su pareja- e Ignacio Monná.
- En esta temporada serás una loca de remate. En tu caso particular, ¿qué cosas te ponen como loca?
- Sin dudas, que se metan con alguno de mis hijos o, ahora, con mi nieto. Que me toquen a alguien de mi familia me saca de un estado normal, despierta en mí una locura que, te puedo asegurar, no te gustaría ver. Después, no sé. A pesar de lo que la gente piensa, soy bastante tranquila, relajada. Tiene que ser algo muy tremendo para que yo me ponga loca.
- En el último tiempo bajaste un cambio y estás más relajada con respecto a las peleas mediáticas. ¿Qué te llevó a adoptar esta actitud?
- Tal vez los años, la madurez, que ya no le doy importancia a cosas que antes le daba importancia y que con el paso del tiempo te das cuenta que era una pelotudez.
- Sos una de las mujeres más resilientes del medio, ¿cómo hacés para levantarte siempre con más fuerza?
- No, no me levanto con más fuerza. Me levanto porque no me queda otra, porque la vida es así. La vida se trata de levantarse todas las veces que te caés. Trato de aprender de las cosas que me van pasando o de tratar de sacar lo mejor, aunque sea una mala situación. La vida no se trata de las veces que te caés, sino de las que te levantás y me parece que todos somos naturalmente así. Tal vez lo mío es porque estoy más expuesta, pero todos nos caemos y nos levantamos, porque de eso se trata la vida.
- ¿En qué momento sentís que te pesó la fama o la exposición?
- La verdad que en ninguno. Hubo momentos más difíciles que otros, pero la verdad es que siento que siempre lo pude manejar y siempre supe dónde me metía.
- Vos arrancaste a laburar de muy chica. Si pudieras hacer un balance de estos 35 años, ¿cómo sería?
- Excelente. Siempre pude trabajar de lo que quise. Pude trabajar, mantenerme a mí y a mis hijos. Lo único que tengo son palabras de agradecimiento con respecto a mi trabajo. Por la respuesta del público, de la gente, del medio…
- Con lo que decís, se me viene a la cabeza tu frase “todo por mis hijos”, ¿cuál es el mayor sacrificio que hiciste por ellos?
- Ninguno, porque lo hago con gusto. Todo lo que hago, levantarme, seguir laburando y hacer. Ellos son el motor de mi vida, así que no lo veo como sacrificio. Lo veo como parte de mi vida, porque yo elegí tener los hijos que tengo y cuando uno elige ser madre o padre, conscientemente, se tiene que hacer cargo de sus hijos. Por supuesto que es sacrificado salir, laburar, no parar, hacer un montón de cosas pero lo hago con satisfacción.
- ¿Cómo sos como mamá?
- Soy buena, igual eso se lo deberías preguntar a mis hijos. Pero siento que soy una buena mamá teniendo en cuenta mi presente: tengo una hija de 29 años que me hizo abuela, un hijo de 23 años y uno de 13 que me aman, que nos llevamos hermoso. Tengo tres hijos que son soñados porque son educados, buenos, amorosos y con los que tengo un excelente vínculo. Así que como mamá me siento muy orgullosa de mi trabajo y de todo lo que hice y hago por mis hijos.
- ¿Y cómo abuela? ¿Serás más permisiva?
- No soy una mamá exigente, rompe pelotas, eh. Salvador tiene nueve meses, tal vez te lo digo dentro de cuatro años. Obviamente que todo lo que quiera él, se hace; pero en unos años te digo si soy más permisiva o no.
- ¿Qué sueño o deseo tenés pendiente por cumplir?
- Ver a mis hijos realizados y bien, que ya lo estoy viendo. Tiene que ver con eso, con estar sana, con estar bien. No soy muy de proyectar, la vida te demuestra que te da una piña en cualquier momento y chau con lo que uno puede planear. No me lo demuestra solo a mi, a todos. La pandemia fue la clave para decir que todo lo que podés planear te lo metés en el culo, porque la vida es así, da giros. Soy muy de vivir el presente.
- La obra que producís esta temporada trata sobre bullying y acoso. ¿Vos cómo te manejas con los comentarios negativos en las redes sociales?
- Me los paso por el culo, que lo tengo grande (se ríe). La verdad, hoy, con 49 años y siendo abuela, me importa un carajo lo que la gente dice y mucho más cuando es con mala leche. Cuando vienen comentarios copados, de buena onda, de buena energía, que son en la mayoría en mi caso, la verdad puedo decir nada. Tengo una cuenta de Instagram de casi dos millones 500 mil seguidores y lo único que tengo es buena energía. La mala energía la ignoro, no me interesa, no me importa, la dejo pasar.
- Hablás de tu cuerpo y en el pasado contaste sobre tus problemas con el espejo. Hoy, ¿qué importancia le das a tu físico?
- Le doy mucha importancia. De hecho, en este momento te estoy hablando arriba de la cinta. Pero le doy importancia desde otro lugar, desde la salud. Porque uno le tiene que dar importancia al cuerpo, a comer saludable, a hacer deporte y eso hoy me doy cuenta siendo abuela. Tal vez, antes tenía una mirada más crítica. Hoy tengo una mirada de más amorosidad y de cuidarme, porque quiero tener una linda vejez. Quiero llegar a los 70 y estar bien, estar activa y eso tiene que ver con el cariño que le tengas al cuerpo. Ya no me peleo con el espejo, ya no me importa si peso más o menos, eso no me interesa. Me interesa estar sana y eso es cuando sanás tu cabeza.
Para agendar
- Dos locas de remate. Estreno: viernes 29 de diciembre. Funciones de miércoles a domingo, a las 22, en el Teatro Candilejas (Pasaje Nini Marshall 75, Villa Carlos Paz, Córdoba). Entradas en Plateanet.
- Ya lo sabía. Estreno: martes 2 de enero. Funciones lunes y martes, a las 22:30, en el Teatro Candilejas (Pasaje Nini Marshall 75, Villa Carlos Paz, Córdoba). Entradas en Plateanet.