Roger Waters en River: un show brillante y los DDHH presentes
Roger Waters brindó el primero de sus dos shows en el estadio de River Plate. El espectáculo musical fue de excelencia y no pasó desapercibido su enojo con los hoteles que no quisieron hospedarlo.
Este martes Roger Waters realizó el primero de sus dos shows en Argentina. El cofundador de la legendaria banda Pink Floyd agotó las entradas para sus dos presentaciones en River, pese a la polémica que rodea su visita al país.
Con un estadio Monumental repleto el reloj marcaba las 21 y lo que parecía ser un show con puntualidad inglesa no pasaba ya que al apagarse las luces una voz en off anunciaba que "faltan 20 minutos para que comience el show". Con la no calma de la ansiedad cada 5 minutos la voz aparecía y marcaba el tiempo hasta que finalmente el reloj marcó las 21.20.
Las pantallas en castellano y la voz en off en inglés invitaban a los espectadores a tomar asiento, a apagar los teléfonos celulares y hacía un segundo pedido concreto: "Si eres de los que dicen 'Me encanta Pink Floyd, pero no soporto la política de Roger' harías bien en irte a la mierda e ir al bar en este momento".
La ovación de la gente hacía evidente que el show de Roger Waters no sería uno más sino una respuesta a todo lo que venía aconteciendo a su alrededor antes de su llegada.
Es que el músico de 80 años quedó envuelto en una polémica mundial tras declarar públicamente atacando a Israel y prácticamente justificando al ataque terrorista de Hamás lo que lo llevó a ganarse el adjetivo de antisemita. Esto llevó a que ningún hotel de las grandes cadenas de Argentina hospede a Roger Waters.
El comienzo fue con una puesta teatral incluida que tenía al cantante sentado en una silla de rueda dentro de un psiquiátrico para interpretar Comfortably numb, una de las canciones más emblemáticas de The Wall.
Inmediatamente llegó el momento del saludo al público con un "Buenas noches, Buenos Aires". Sin mayores palabras en español comenzó a explicar que su piano hacía el momento de bar ya que allí apoyaba una bebida -y haciendo alusión a la canción que proseguía en la lista "The Bar"-, para luego ir al hueso y atacar contra los hoteles argentinos.
Mirá el video de Roger Waters hablando de los derechos humanos en el show
Tras explicar las bondades de Argentina y su cariño por este país, Waters cruzaba a los hoteles que le dieron la espalda. "La razón por la que no me dejan quedarme en los hoteles de Buenos Aires es porque yo creo en los derechos humanos, lo hago, siempre lo he hecho. Mi mamá me enseñó sobre derechos humanos cuando era así de alto. Así que los Derechos Humanos son el problema acá", disparó generando el silbido generalizado en apoyo al artista.
"Esto va a ser controversial, si podemos convencer sobre esos poderes a los que me refería antes para insistir en la igualdad de derechos humanos para todos los hermanos y hermanas, independientemente de su etnia o religión o nacionalidad, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, no habría más asesinatos", finalizó Waters para sentarse en el piano y continuar con el repertorio.
El tracklist pasó por todas las etapas de Roger Waters como en una especie de línea de tiempo dejando en evidencia qué lo lleva a ser considerado uno de los artistas más importantes en la historia de la música con su banda Pink Floyd. Esta primera parte del concierto -de dos que tuvo- finalizaba con "Have a cigar", "Wish you were here (Parts VI-IX)", "Shine on you crazy diamond" y "Sheep".
Con un fuerte apoyo en las pantallas en donde se mostraban en su mayoría mensajes políticos -muchos contra los presidentes de EEUU acusándolos de asesinos- el concierto fue variando los estados, pero no decayendo en fuerza. Las luces y el constante uso de fuegos artificiales también fueron claves para el acompañamiento y energía del recital.
El intervalo de unos 15 minutos se copó por un chancho gigante flotando y dando la vuelta por todo el Monumental mientras se escuchaba "Hammer! Hammer!¨ y el sonido de sirenas y helicópteros. Con un timing ensayado se apagaban las luces, los fuegos artificiales en lo alto, nuevamente una parte teatral con Waters en una silla de ruedas y el sonido de "In the flesh".
El final, tras poco menos de dos horas de show, llegaba con "The dark side of the moon", "Us and them", "Brain damage", "Eclipse" y "Outside the wall".
Este miércoles Waters realizará su segunda presentación en el Estadio de River Plate y, con entradas agotadas, se despedirá de Argentina, país al que visitaba asiduamente y, tal como él declaró, nunca había sido destratado como en esta ocasión. Pese a todo, el show musical fue de excelencia, como acostumbra.