Mariano Martínez lanza su carrera solista: "Attaque 77 es una familia que hoy está distanciada"
Mariano Martínez, líder fundador de Attaque 77, lanzó su carrera como solista y se presentará este viernes en La Trastienda.
Este viernes, en La Trastienda, Mariano Martínez celebrará sus 35 años con la música. El guitarrista, cantante, productor musical y líder fundador de Attaque77, en donde varios de sus álbumes obtuvieron certificaciones de oro y platino, tendrá una noche especial en lo que será su show en su nueva carrera solita.
Sus canciones son hits que trascienden el rock y son clásicos de la música popular en Latinoamérica. A lo largo de su extensa carrera, se presentó en escenarios de toda América Latina, Estados Unidos (en donde además grabó varios discos), y Europa.
35 años de música es un número impactante, pero si a eso se le suma el alto nivel artístico, no solo por el talento sino por el reconocimiento recibido en distintas partes del mundo, ubican a Mariano Martínez y a Attaque 77 como valuartes del punk/rock argentino.
Mariano Martínez dialogó con MDZ y en una extensa charla recordó momentos inolvidables para su vida, como también palpitó cómo vive la actualidad de esta nueva etapa en formato solista.
Mirá la entrevista completa con Mariano Martínez
- ¿Cómo se hace para hacer un balance desde tus comienzos?
- Uf, mucha data. Hay de todo. Hubo un momento donde no estaba acostumbrado a mirar lo que habíamos hecho, pero en la pandemia fue como la explosión y ahí vi mucho porque se paró y fue como un poco mirar qué hicimos y qué tenemos ganas de hacer. Y el grupo después de décadas como que tomamos caminos distintos y está bien, eso es natural. Entonces, en el medio de eso, me tomé como dos años de ver qué es lo que iba a hacer. Estuve trabajando de músico de todas maneras, pero corrido del centro de una banda, del lugar de cantante en el medio de un escenario.
Estuve haciendo otras cosas que la verdad que me fueron increíbles porque trabajé de productor artístico, colaborando con distintos músicos en Argentina, en Uruguay, armando una banda para los shows de Valeria Lynch donde se hizo una gira y en esa labor de productor y director musical que ella me puso prueba, siendo lo generosa que es. De repente me puso en una situación de exigencia que estaba bueno para mí, porque yo viniendo del rock y el punk a trabajar como director de una banda de músicos con sus partituras, trabajando con ellos, me llevó a estudiar, a aportar lo mío desde mi lugar.
- ¿Qué cambia desde el rock y el punk a eso que es más estructurado?
- Son aspectos diferentes. Tanto a mí me sirve mucho aprender e incluso a refrescar la lectura de música que en algún momento incursioné un poquito y después también uno cuando se pone en el lugar de aprendiz está rodeado de maestros. Entonces ahí yo, la primera vez que tocamos juntos con estos músicos uruguayos en la prueba, después de la prueba de sonido, tomé mi primera clase de batería, por ejemplo. Entonces ya me pone a estudiar y eso está bueno. Me pone a estudiar formas y maneras y a comprender, a vivir una experiencia desde otro lugar.
Porque claro, décadas en el rock con Attaque 77, acostumbrado a una situación que ya me era cómoda, que ya sabía como llevarla y de repente es una tarea difícil e interesante correrme y trabajar en función del espectáculo de un artista tan grande como Valeria.
Mirá a Mariano Martínez contando distintos aspectos de la música
- ¿Sentías la necesidad de incomodarte un poquito?
- Se ve que me gusta, me gusta ponerme así . De hecho ahora que acabo de debutar en Montevideo con mi banda nueva también es un poco eso. De repente fue empezar de vuelta con nervios, con todo, de vuelta en el centro del escenario, llevando adelante un show con una cantidad de canciones mías de toda la vida que fui componiendo en distintas épocas de mi vida, más algunas nuevas, y enfrentarme con el público y ver cómo recibe lo nuevo la gente. Me gusta recuperar el hecho artístico, el lugar de músico desde el arte. Porque vos sabés que muchas veces los grupos o los artistas con el tiempo se convierten en empresas. Entonces me gusta haber recuperado eso de hacer música por amor y conectar con la gente desde ese lugar.
- Hoy con el camino ya recorrido, ¿Ves cosas que cambiarías o que no te gustan de tu carrera?
- Pienso que sí hay errores, claro, porque siempre cometemos errores en el andar, lógicamente, pero que es imposible traerlo al presente. Lógicamente que a los 16 años se es rebelde, adolescente, se busca el impacto desde un lugar que lógicamente hoy es distinto. No solo nosotros hemos cambiado como persona, sino que ha cambiado la sociedad, o sea el mundo. El mundo es muy diferente. Hoy todo es ser rebelde, en aquel momento no es lo mismo que ser rebelde hoy. Nos rebelamos además porque en lo personal, en mi familia, no fue que tuve una familia que me apoyó en mi camino de ser músico, porque además en la década del 80 venía un chico de 15 años y te decía yo me voy a dedicar a la música y chocaba mucho. Era como padres que no sabían que iba a hacer y de qué iba a vivir. Desde entonces, ya de por sí, eso me ponía en un lugar de rebeldía.
- Y esa rebeldía funcionó...
- Yo creo que eso fue un sueño de un grupo de gente que éramos nosotros, chicos, adolescentes, que hicimos mucha fuerza para que este grupo funcione. Lo proyectamos mucho y lo visualizamos mucho y funcionó rápidamente. El grupo se hizo comercialmente exitoso siendo muy chicos y ahí empezó todo un recorrido que obvio nos llevó por también por momentos de oposición a lo que es la industria de la música que nos quería imponer o el lugar a donde se suponía que teníamos que ponernos a la expectativa que el grupo generaba en aquel momento, hasta que logramos equilibrarnos y decir bueno, perfecto, somos este grupo y no tenemos que rendir examen, ni ir a rendirle cuentas a nadie.
- Y muy rápido lo lograron y se expandieron de Argentina...
- Nosotros tuvimos la suerte de que canciones nuestras trascendieron al público rockero, entonces eso nos abrió las puertas para empezar a viajar. Después, con el tiempo, también hay que construir una carrera, porque sino sos una una canción que pasó y ya está. Y ahí sí tuvimos claro que queríamos construir una carrera. Entonces nos pusimos a trabajar, porque cuando te pones de moda con una canción, después pasás de moda y eso es muy difícil, y más cuando tenés 20 años. Nosotros nos refugiamos en la música, en que todavía teníamos por delante ser un buen grupo, aprender a tocar mejor, a grabar mejor, a hacer mejores canciones. Teníamos todo eso por delante y de alguna manera nos refugiamos en eso y en construir una carrera que tiene altos y bajos. En el caso del Attaque 77 hubo un momento que fue un quiebre para nosotros, que para mí es importante, que es el acústico.
- ¿Por qué?
- No estaban todos convencidos, ni siquiera nuestro manager, les parecía muy arriesgado. De hecho fue muy provocativo para el propio público seguidor de Attaque porque acostumbrados a otra de repente todos sentados con un cuarteto de cuerdas y el público sentado escuchando. Era muy extraño para todos, para nosotros también, pero estaba lindo el desafío y armamos un show hermoso que la mitad de nuestros seguidores se ofendieron. Para mí fue hermoso, fue muy provocativo arriesgarte y a la distancia mucha gente después lo valoró. Lo valora hoy en día como uno de los momentos más lindos y más importantes. Es todo eso, construir una carrera.
- ¿Qué momentos, mientras los vivías, decías "qué hago acá"?
- Cuando sacamos el vino, lo ponía y pues sonaba mi guitarra, eso fue impactante. Después tocar en el estadio de Obras, en ese momento tocar en el estadio Obras era la consagración y la primera vez que tocamos en Obras nosotros hicimos tres funciones. ¿Qué hago acá? ¿Cómo? ¿Cómo me puede estar pasando? No podía creer. Después hubo varios porque también nos tocó compartir escenario con varios de nuestros héroes de la música, como los Ramones y Sex Pistols. Era consciente de que ese era un momento inolvidable. También hemos viajado, hemos grabado en Estados Unidos, girado por Estados Unidos. Hubo un día que también llegamos allí, hicimos gira por Europa y muy largas, de muchos meses. La primera vez que Attaque 77 tocó en Zúrich, yo le dije al público "no entiendo como llegamos acá, que hace Attaque 77 en Zúrich tocando". Son momentos, el grupo me dio todo. La verdad que yo le estoy muy agradecido a este grupo.
- ¿Mantienen relación?
- Attaque 77 es una familia y es una familia que son muchos más que los tres miembros de los últimos 12 años . Es una familia grande. Leo, Luciano, Javi, Lionel, Mariano Martínez, que soy yo, pero además está el Juanchi Valerón, nuestro productor, casi un miembro del grupo, también Claudio Leiva, que es el primer baterista, el hermano de Ciro que canto en el primer disco, es una familia de muchos músicos, entonces viste como toda la familia, hay épocas que estás un poco más distanciado de este, con el otro no te hablás y después te encontrás. Y bueno, creo que así es la familia, la típica familia, no sé. Ayer estaba hablando por teléfono con Ciro. Imaginate que Ciro se fue hace 13 años del grupo y en ese momento no hablábamos. Yo no estaba enojado, enojado con él, pero sí teníamos nuestros conflictos internos. ¿Por algo se fue del grupo, no? Pero pasaron los años y yo volví a hablar con él y hablamos. De repente estoy en contacto con Leo y con Luciano, qué sé yo. Cumplió años Leo, le escribí porque lo quiero un montón porque Leo es como un hermano para mí y es lógico que ahora no estemos en contacto porque estuvimos 30 años juntos sin parar. Todo el tiempo estuve más con él que con mis hijos o mi familia o mis parejas.
Entonces es natural porque el grupo nos ha llevado, nunca paramos, o sea, estuvimos de gira sin parar 30 años, así que imagínense. Entonces es natural que hoy haya una distancia y que cada uno esté dedicándose a lo suyo. Pero bueno, tampoco hubo ninguna pelea irreconciliable ni nada, así que quién sabe.
- Y ahora en este proyecto solista, un poco reviví aquellas primeras emociones...
- Es como un es empezar de nuevo. Lo bueno de esta etapa es que lo disfruto. Vas aprendiendo a disfrutar de las cosas buenas en el momento en que están ocurriendo. Supongo que con el tiempo llega, llega eso a aprender a disfrutar de las cosas y hacerlas, hacerlas con amor y bien conectado. Ahora disfruto del momento de grabar, disfruto del momento de sacar una canción y hasta incluso disfruto de leer cuando ponen cosas en las redes.