Rodrigo de la Serna: "El Rapto es una película de mucho compromiso"
Este jueves estrenó El Rapto en el cine y el 3/11 en Paramount+. Esta película, que ocurre en los años 80 en Buenos Aires, es protagonizada por Rodrigo de la Serna quien dialogó mano a mano con MDZ
Durante los últimos meses Argentina ha tenido una marcada agenda política por las elecciones presidenciales. Temas como inflación, dolarización, pobreza y educación han sido los ejes principales de los debates y diferentes propuestas de los distintos candidatos a presidir el país. Pero también uno de los candidatos intentó poner en agenda un debate que ya no existe sobre el accionar criminal de la última dictadura militar en Argentina.
Este tema y su condena social, con la bandera de "Memoria, verdad y justicia", es uno de los valuartes que más hay que tener presentes para defender a la democracia, justo en este 2023 que se cumple 40 años de su recuperación. La cultura no está exenta a esta temática y la sangrienta dictadura militar que dejó 30.000 desaparecidos suele ser una parada habitual para guiones de cine.
"La historia oficial", "La noche de los lápices" y la reciente "Argentina, 1985" son tres películas que recorrieron el mundo y dejaron en evidencia etapas y momentos de la historia oscura del país. Los resabios de la dictadura también tienen mucha tela para cortar y en este caso El Rapto es una película que cuenta una historia de ficción, pero que tiene tintes de realidad cruda y extrema.
Esta película, dirigida por Daniela Goggi y protagonizada por Rodrigo de la Serna, estrenó este jueves 26 de octubre en los cines y llegará a Paramount+ el 3 de noviembre para que el mundo y aquellos "olvidadizos" recuerden cómo se vivió en aquella época, incluso en los primeros pasos de la democracia.
La historia de El Rapto sucede en Buenos Aires, en la década de 1980, "cuando Julio Levy (Rodrigo de la Serna) y su familia regresan a la Argentina después de un largo exilio con el fin de disfrutar su vida en democracia y colaborar en la empresa familiar. Un hecho altera sus planes. Su hermano (German Palacios) es secuestrado, obligando a Julio a ocupar su lugar en el negocio familiar, mientras administra la empresa y lidera una compleja operación para rescatar a su hermano. Julio descubrirá la cara de las fuerzas ocultas que todavía operan detrás de la recién recuperada democracia argentina", reza la sinopsis de la película que tuvo un gran paso por varios festivales internacionales.
La película original de Paramount+ tuvo un exitoso paso por el Festival internacional de Cine de Venecia y el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF). Adicionalmente, el filme tendrá su Estreno Latinoamericano en el marco del 19º ficmonterrey, donde forma parte de la selección oficial del festival al competir en la categoría de “Largometraje Latinoamericano”.
MDZ dialogó con el protagonista y con la directora sobre es thriller político de ficción inspirado en historias reales ocurridas en esa década y en el libro “El salto de papá”, de Martín Sivak.
Con la responsabilidad y compromiso que lo caracteriza en cuanto a Argentina y su historia, Rodrigo de la Serna reflexionó sobre El Rapto y su temática: "Es un ejercicio sano como sociedad. Cada uno desde su lugar, en nuestro caso, como trabajadores de la cultura, del cine, tenemos el poder de poner la mirada en esos años para colectivamente seguir significando lo que nos sucedió, tal vez como para que no nos vuelva a suceder lo mismo. Más que nada para la generación de mis hijos, por ejemplo".
Daniela Goggi, la directora de la película, también reflexionó sobre estos años oscuros del país: "Me acuerdo de los inicios de la democracia y del miedo que había. Esa generación trabajó con paranoia porque cuando vos no podés confiar en el Estado, estás en una situación latente. Bueno, entonces yo tengo la doble sensación de mi familia con mucha alegría y también con todos los recaudos de cuánto va a durar la democracia porque taños de violencia no se van de un día para el otro".
Esos resabios y toda esa violencia que hubo en Argentina no terminaba drásticamente con la llegada de Raúl Alfonsín como presidente democrático. Es que todavía quedaban operativos un sin número de organizaciones armadas y grupos de tareas generando incertidumbre y terror en las calles.
Julio Levy, el "pesado" personaje de Rodrigo de la Serna
"Desde el primer momento en que empezamos a trabajar tuvimos que obligarnos a reflexionar profundamente sobre años muy complejos de la historia reciente de nuestro país y, sobre todo, de la singularidad de mi personaje que es un hombre pleno de contradicciones y de frustraciones", cuenta Rodrigo sobre este hombre que debe afrontar distintas batallas en una vida atravesada por el sufrimiento.
"La película fue un proceso de cinco años, pero siempre lo escribimos para Rodrigo y lo llamamos "El rubio loco"", cuenta Daniela para sorpresa de Rodrigo "¿En serio? No sé por qué", reacciona de la Serna entre risas. "Hay algo muy interesante en un actor como Rodrigo y en pensar en escribir una película para él y para este personaje que tiene una emoción reprimida. Hay algo del trabajo que hace Rodrigo con la mirada y que es un personaje que todo el tiempo está mirando porque está tratando de encontrar una verdad y está tratando de descubrir el proceso", explica la directora.
"La mirada de Rodrigo era fundamental. La mirada es tan importante que me obligó a que en cada fotograma, por más que no se diga algo, en cada fotograma esté. En esa construcción, en ese desenlace final, fotograma a fotograma, se tiene que ver esa tensión", detalla Goggi sobre este thriller. "Fuimos muy fieles y leales al género, al thriller psicopolítico. Es un thriller que no se resuelve porque los procesos históricos no se pueden resolver a través de la visión de un personaje que es un thriller inconcluso, sino que lo que te promete es algo que tiene que continuar".
Para sumergirse en Julio Levy, Rodrigo de la Serna tuvo que engordar ocho kilos. "Me tuve que caracterizar y aumentar porque evidentemente el peso que cargaba este personaje era importante por el peso del mundo, por el peso que genera tener una sociedad, una familia y un país en sus hombros. Esto me obligó a tragar y a no largar porque tiene todas las emociones guardadas. Lo único que sale de él es el humo del cigarrillo, porque ni palabras salen, ninguna emoción", explicó el actor.
"Fue muy duro porque hay un dolor y una tristeza muy profunda. El personaje permanentemente se reprime y termina determinando esa decisión final. Así que como lo hizo con lo histórico, también es una película de mucho compromiso", detalló Rodrigo.