Fiesta Nacional del Teatro

Se baja el telón de la gran fiesta del teatro independiente argentino

La Fiesta Nacional del Teatro llega a su fin esta noche en Chaco. En esta nota, un breve repaso de algunos de los espectáculos que llegaron desde los distintos puntos cardinales del país hasta el noreste argentino.

Pablo Gordon
Pablo Gordon jueves, 6 de octubre de 2022 · 12:02 hs
Se baja el telón de la gran fiesta del teatro independiente argentino
La Bendición representó a Chubut en la 36° FNT Foto: Gentileza INT

La Fiesta Nacional del Teatro es más que un festival de artes escénicas. Es un lugar de encuentro, de charla, de aprendizaje, de debate, de intercambio, de generación de nuevas amistades, de almuerzos y cenas compartidas, de convivencia y también, de brindis. Es que el teatro une y en este 2022, lo está haciendo en Chaco.

Por segunda vez en la historia de este encuentro federal, Resistencia es el epicentro elegido para reunir a teatristas de toda la Argentina y la ciudad de las estatuas se llenó de caras nuevas. Las calles se coparon de personas con remeras blancas luciendo el colorido logo de la 36° FNT, al igual que los espacios independientes función tras función.

En la apertura del evento, el pasado 29 de septiembre, quien recibió a los invitados fue un grupo de actores que interpretaron a la famosa generación del ‘37. ¿El motivo? Este grupo, que fundó en 1938 el Ateneo Cultural del Chaco, representó y difundió valores artísticos en un momento donde el Estado no pensaba en lo cultural. “Los recibimos así porque somos lo que decidimos hacer con lo que heredamos”, contó en un íntimo desayuno con la prensa Francisco “Tete” Romero, presidente del Instituto de Cultura del Chaco.

Sueño / Foto: Gentileza INT

Y ese mismo día, comenzó la maratónica programación que se extiende hasta hoy. En varios de los espacios de la ciudad (Cecual, Galatea, Sala 88 y La Máscara) se presentaron variados espectáculos. Con diversidad de estéticas y poéticas, hubo para todos los gustos y edades. Dentro de la programación, para niños y no tan niños, se destacó Sueño. La obra representó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y está dirigida por Emiliano Dionisi. Es una original y dinámica adaptación del clásico de Shakespeare Sueño de una noche de verano. Se centra en cuatro intérpretes que se juntan a ensayar en un bosque plagado de seres mágicos. Grandes actuaciones, originales melodías y divertidas escenas captaron la atención del público de principio a fin.

Para los fanáticos del circo, Neuquén se lució con Los Santos. En la piel de dos singulares personajes, Claudio Inferno y Eleazar Fanjul brillaron en una obra que fusiona destreza física, coordinación y manipulación de objetos. En escena, su entrega es absoluta y el espectador los aplaudió de pie. En esta misma línea, Gisela Podestá descendiente directa de quienes establecieron las bases del teatro argentino y del circo criollo, hizo reír con Podestá. A través de divertidas escenas clownescas, la artista, que representó a Córdoba, hizo un repaso por todo su árbol genealógico porque, según reconoció, “las cosas que no se cuentan, se mueren”.

Los Santos / Foto: Gentileza INT

Otros dos espectáculos de la Región Centro sorprendieron en el catálogo: No soy un robot y Deshojado. El primero, que resultó ganador de la fiesta provincial, está escrito y protagonizado por Paco Giménez. El actor propone un encuentro íntimo y privado con el público. Es un espectáculo musical caprichoso en donde se saca las ganas de cantar lo que le plazca sin darle explicaciones a quienes lo cuestionan. Románticas canciones se entremezclan con pequeñas escenas humorísticas que sacan varias carcajadas de los presentes.

El segundo, invitado al encuentro, es un unipersonal escrito e interpretado por Ariel Astrada, un actor ciego. Enseña al público a mirar la vida a través de sus ojos y entre disparatadas escenas expone los desafíos a los que se debe enfrentar día tras día. “Ser disca y puto es demasiado”, expresa con una pícara sonrisa. Su trabajo es admirable y un gran ejemplo de lucha por la inclusión. De hecho, este espectáculo demuestra una de las políticas que buscó trabajar el Instituto Nacional del Teatro este año en el festival. “Pensamos en clave de derechos humanos, disidencia y diversidad. Es una fiesta de disidencia y no solo desde la mirada LGBTIQ+. Hay mujeres de más de 80 años, teatro accesible, presencia de jóvenes, trato digno”, reconoció a los medios Jimena Sivila Sosa, secretaria general del Consejo de Dirección del INT.

Deshojado / Foto: Gentileza INT

Y si hablamos de obras que conmovieron, Flores Blancas, de Jujuy, es la indicada. La obra trata sobre la violencia de género sin la necesidad de caer en golpes bajos y tiene un mensaje esperanzador. “Es importante hablar de estos temas y problemáticas. Debemos pensarnos como parte de la solución”, reconoció al final de la función Nayra Muñoz Arancibia, la protagonista.

Totalmente opuesto fue lo que ocurrió con la obra que presentó Toto Castiñeiras por CABA. El actor y director teatral aterrizó en el NEA con Ojo de Pombero, su comedia rural (o drama bizarro) que inquietó y sacudió de la silla a más de uno de los espectadores. La obra habla sobre la venganza femenina y está basada en El Pombero, una leyenda guaraní sobre un duende que habita en el Norte de nuestro país.

Flores blancas / Foto: Gentileza INT

También, entre los espectáculos, se empezaron a asomar aquellas dramaturgias que nacieron en plena pandemia. La Bendición, obra que representó a Chubut, se gestó en Proyecto Prótesis, “un plan terapéutico de rehabilitación literaria surgido en medio de esa pesadilla distópica que fue el 2020”. Y Piel de Cabra, “un poema de terror absurdo” en el que, por una peste que invade a la ciudad, crece la paranoia por el contagio y se ve al encierro como una opción para evitarla.

Ojo de Pombero / Foto: Gentileza INT

Y este es solo un pequeño punteo de todo lo que se vivió durante los ochos días de este grandísimo encuentro itinerante en el que los elencos no solo realizaron funciones en Resistencia, sino que también en Formosa, Misiones y Corrientes.

Hoy, el festival termina, muchos armarán sus bolsos, cargarán sus escenografías y retomarán camino a casa. Más de uno seguramente volverá pensando en nuevas ideas con la ilusión de que el año que viene sea otra vez elegido para representar a su provincia. Porque, como aseguró Gustavo Uano, director ejecutivo del INT, “llegar a la Fiesta Nacional del Teatro es un derecho pero también un privilegio”.

Quienes quieran conocer el cronograma del último día de la 36° FNT lo pueden hacer en inteatro.ar/36fnt/programa/.

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